Mis primeras fotografías digitales (al menos las más antiguas que no se han traspapelado de mis carpetas
y de las que por tanto tengo constancia) son unas veintisiete imágenes de rincones
de Valencia tomadas hace una década, a mediados de mayo de 2009. Tal vez por el
mayor grado de experimentación que te permite el formato digital, al no estar
limitado por las 24 o 36 exposiciones de los carretes físicos, estas fotos presentan
encuadres bastante artísticos, no muy frecuentes en mi etapa analógica anterior,
y títulos cortos, sintéticos, algunos ciertamente ingeniosos. Muchas de ellas
ya las he usado en La Belleza y el Tiempo (entre ellas la de los ángeles y el reloj
que sirve de portada al blog) y otras las tengo reservadas para entradas
concretas que publicaré más adelante.
Siguiendo la onda de aquellas fotografías, he buceado en mis carpetas y he
hecho una selección de imágenes especialmente interesantes de monumentos, museos, iglesias y jardines de Valencia tomadas en mis
paseos a lo largo de estos diez años. He intentado que la mayoría aporten perspectivas originales y encuadres curiosos
alejados de la típica postal, centrándose varias de ellas en algún detalle concreto
más que en el conjunto, sustituyendo así la parte por el todo,
que es lo que aporta un poco de poesía visual a la selección. A fin de incluir
algo más de información cada una lleva un pie de foto con el nombre del lugar, que además enlaza a la localización aproximada en el Street View.
He dividido la selección en dos partes de quince fotos cada una; en concreto las
que abren ambas entregas pertenecen a la colección original de 2009 de la que
os hablaba antes… Espero que disfrutéis de este paseo virtual por algunos de los
rincones con más encanto de la ciudad.
Empezamos esta última parte de la entrada hablando de versiones de
canciones utilizadas en el Cine, y más concretamente de un tipo muy específico
de versión que se ha usado hasta la saciedad en los trailers de muchas
películas estos últimos años… La tendencia en cuestión se podría rastrear hasta
2010, año en que David Fincher estrenó La Red Social y el veterano montador
Mark Woollen
se encargó de crear un trailer para la película, recurriendo para ello al
innovador uso de una variante a capella de Creep
cantada por el coro femenino belga Scala & Kolacny Brothers. La buena
acogida que tuvo este trailer hizo que se pusiera de moda usar canciones pop de
los 80 o los 90, muchas veces en una versión lenta, sombría y fantasmagórica,
susurrada por una voz casi siempre femenina, y casi siempre en la segunda mitad
del trailer, más o menos a partir del minuto de duración, después de un breve
parón con fundido a negro incluido.
Ya vimos un caso de esto en el blog cuando utilicé la versión de Black Hole
Sun de Nouela para Caminando Entre las Tumbas,
pero los ejemplos son innumerables… Tenemos Everybody Wants to Rule the World de Tears for Fears susurrada
por Lorde para Dracula Untold,
o Every Breath You Take de The Police utilizada para The Woods, secuela de The Blair Witch
Project. También está el Enjoy the
Silence de Depeche Mode versionado por KI Theory para Ghost in the Shell,
I Started a Joke de los Bee Gees reinterpretado por ConfidentialMX para Suicide Squad o California
Dreaming de The Mamas and the Papas en su versión de Robot Koch para la peli San Andreas… Esta tendencia
aún dura a día de hoy: hace menos de una semana, a mitad de escribir esta
entrega, salió el trailer de Dolittle
con una versión de What a Wonderful World de Louis Armstrong, a cargo de Reuben
and The Dark, que se ajusta al cliché punto por punto.
Si bien este truco de la canción susurrada ya cansa por mera repetición,
hay otra variante de canción para trailer que me gusta bastante más… Un posible
antecedente estaría en el uso del tema The Bird and the Worm del grupo The Used
en el trailer de Furia de Titanes, también en 2010; no soy
muy aficionado a la música hardcore, pero me gustó la novedad de esta
combinación y el efecto vertiginoso que se conseguía en combinación con el
montaje de las imágenes. En esta misma onda, aunque en años más recientes, ha
habido diversas películas que han usado para anunciarse temas esta vez más
conocidos de rock, de la época clásica de los 60 y 70, ya sea versionados o
modificando el original, como el Babe I’m Gonna Leave You de Led Zeppelin
para King Arthur: Legend of the Sword,
el Smoke on the Water de Deep Purple en el reboot de Hellboy
o el War Pigs de Black Sabbath para la aún no estrenada precuela The King’s Man.
Llegados a este punto se impone una aclaración: que el uso de clásicos del
rock a toda potencia me parezca menos manido que el pop susurrado de antes y
que los trailers que lo emplean me resulten más atractivos no significa
necesariamente que la correspondiente película vaya a ser buena… De hecho todos
los trailers del párrafo anterior me parecen excelentes, pero después de leer
las correspondientes críticas no fui a ver al cine ninguno de los filmes;
ya les echaré un vistazo cuando los pongan por la tele. En muchos casos recurrir
a una melodía que suene familiar pero que a la vez presente un enfoque novedoso
es otra manera más de jugar sucio, aprovechando el tirón de la canción para
publicitar películas que a veces son pésimas… Podríamos sumar este a la lista
de otros trucos que usan las productoras para conseguir a toda costa que pagues
tu entrada de cine, entre los cuales están recurrir a otros tipos de nostalgia
mediante secuelas, remakes o reboots, o mostrar en el trailer todas las escenas
interesantes de la peli sin dejar ninguna sorpresa
para el día del estreno.
Otro trailer que me ha gustado últimamente por el uso que hace de la música
es el del biopic Bohemian Rhapsody,
que utiliza una mezcla de elementos muy reconocibles de distintas canciones de Queen
puestos todos al mismo ritmo, causando un efecto espectacular… Lo que me lleva
a un apartado completamente distinto: el de las combinaciones de distintos
temas en uno solo. Yo ya sabía que Chris Cornell era bastante aficionado a
hacer versiones de otras bandas y artistas,
pero lo que no sabía (y he descubierto investigando para la entrada) es que en
una ocasión juntó la música de One de U2
con la letra de One de Metallica resultando
de esta extraña mezcla una versión bastante chula y con personalidad propia…
Sin duda una muestra de su increíble creatividad.
Este tipo de experimentos basados en combinaciones de dos canciones distintas
son conocidos con el nombre de mash-ups,
y ahora son relativamente más fáciles de hacer gracias a las
herramientas digitales de edición de audio. Hace poco descubrí surfeando por
YouTube un canal muy interesante, de un tal Bill McClintock, que ha confeccionado
entre otras unas mezclas curiosísimas deBlack Sabbath y The Who, Slipknot y las Spice Girls o Guns’n’Roses y Stevie Wonder… Os recomiendo
que les echéis un vistazo. Estos mash-ups están hechos a veces por el propio
intérprete de una de las canciones: así, por ejemplo, Madonna incorporó al
setlist de una de sus giras una combinación de la voz de su tema Music con la
base melódica de Disco Inferno, llamando Music Inferno al resultado… Hasta el mismo
George Martin, junto con su hijo Giles, hizo en 2006 una serie de mash-ups de
distintos temas de Los Beatles para un espectáculo del Cirque du Soleil
inspirado en la banda de Liverpool, entre los que destaca especialmente una
interesante mezcla de Within You Without You y Tomorrow Never Knows.
Para ir concuyendo la entrada, sigamos hablando de Los Beatles. Son muchos
los artistas conocidos que han hecho versiones de canciones de esta legendaria
banda inglesa: Phil Collins con la misma Tomorrow Never Knows; los Guns’n’Roses con Live and Let Die, bastante similar al tema
original de Paul McCartney; o los
Oasis con I Am the Walrus… Pero
tampoco podemos olvidar que los propios Beatles versionaron en su juventud a
otros músicos anteriores, como en Twist and Shout, de su disco Please Please Me de
1963, que originalmente habían interpretado los Top Notes
dos años antes.
Ya en su día compartí en el blog con vosotros mi opinión de que la Música
más interesante aparece a partir de la década de los 60, pero cuando
empiezas a investigar más resulta difícil trazar una frontera clara, ya que
también en los 50 hay contribuciones muy modernas y originales, e incluso se
puede ir más atrás… Uno de los trailers de la recientemente estrenada (y
excelente, por cierto) Joker hace uso del tema Smile,
cantado originalmente por Nat King Cole en 1954; pero en realidad la música de este
procedía de una pieza instrumental de la película Tiempos Modernos,
de 1936, que Charles Chaplin había compuesto a su vez inspirándose en Tosca, de
Puccini… Y así podríamos seguir viajando hacia el Pasado, incluso más alla de
la Música Clásica de hace dos o tres siglos,
y seguiríamos encontrando elementos cuya influencia se nota aún en nuestro
Presente.
Entonces, recapitulando, ¿qué nos dice la gran abundancia de versiones
acerca del estado de salud de la Música actual? ¿Es tal vez un reflejo del
agotamiento de las ideas, el último recurso de una panda de aprovechados que no
tienen más remedio que ir a rebufo de alguien con más talento que ellos? En
algunos casos seguro que sí, pero quiero creer que en otras ocasiones no es esto
lo que pasa: cuando se trata de artistas que además componen sus propios temas
originales, arriesgados e innovadores, las versiones pueden interpretarse como una muestra de admiración y respeto por
los compositores que les precedieron, una manera de reconocer sus propias influencias,
sus raíces… Hablamos de legado musical, de una continuidad que no supone
necesariamente estancamiento.
En el caso de la evolución de las canciones, los grandes compositores también innovan
subidos a hombros de gigantes, mirando al Pasado para seleccionar lo mejor que
nos ofrece y tomándolo como base para crear combinaciones nuevas y arriesgadas,
corrigiendo errores y puliendo detalles aquí y allá, aportando su propio sello personal… Precisamente por eso el
patrimonio musical de la Humanidad, a pesar de los altibajos de las modas a
corto plazo, sigue enriqueciéndose poco a poco, haciéndose cada vez más
complejo, interesante y hermoso, y presentando una mayor variedad de estilos… Y
la Odisea continúa;
veremos qué nuevas sorpresas nos deparan las próximas décadas a nivel musical.
Seguimos hablando hoy de canciones conocidas que han sido versionadas por otros artistas
distintos al original… La cantidad de versiones es ingente aunque nos limitemos
solo a la música popular publicada desde los años 50, y en muchas ocasiones han
sido varios los cantantes o grupos que han reinterpretado un mismo tema. La
semana pasada nos dejamos en el tintero joyas como I Will Always Love You de Whitney Houston (originalmente de Dolly Parton), Nothing Compares 2 U de
Sinéad O’Connor (anteriormente de
Prince), la reinterpretación de Nirvana para The Man Who Sold the World de
David Bowie o la divertida Easy de
Faith No More a partir del
original de los Commodores (bastante
parecida e igualmente pegadiza, pero con el añadido de unas cuantas drag-queens
en el vídeo musical).
A partir de aquí habrá un mínimo hilo conductor, pero tomaos las dos
próximas entregas como una mera serie de recomendaciones musicales agrupadas
por temas y sin demasiadas pretensiones… Hoy puedo empezar hablando por ejemplo
de los álbumes exclusivamente de versiones que han ido llegando a mis manos a
lo largo de los años y que me han gustado especialmente. Tal vez uno de los
primeros fuera Simple Pleasures de Bobby McFerrin, de 1988, que contenía solo
temas cantados a capella, como la fabulosa Sunshine of Your Love
del supergrupo de los 60 Cream.
También me viene a la memoria The Spaghetti Incident? de los Guns’n’Roses,
disco de 1993 con versiones principalmente de punk y rock, aunque también había
algún tema más lento como Since I Don’t Have You,
cantado en 1959 por The Skyliners.
Me he dado cuenta de que muchos de los artistas de mis selecciones enlazan
unos con otros, ya sea como versionadores o como versionados, en una
interesante red de conexiones…
Por ejemplo, el tema Sweet Dreams de Eurythmics
fue utilizado como single por Marilyn Manson para su EP de versiones de 1995
Smells Like Children, acompañado
por el que es sin duda uno de los vídeos musicales más desasosegantes y enfermizos que recuerdo haber
visto. Años después Manson grabó una versión de Tainted Love basándose en la canción de Soft Cell de los 80, que a su vez
reinterpretaba el original de Gloria Jones de 1965.
Otra versión de Marilyn Manson de hace poco más de una década es el Personal Jesus de Depeche Mode,
que también han tomado prestado otros como Def Leppard, o el mismo Johnny Cash en su gran disco de covers de 2002
American IV: The Man Comes Around… Tan buena era esta versión que recuerdo
haber tenido hace unos quince años, antes de los móviles con conexión a
Internet, una larga discusión en un pub con una amiga mía que se empeñaba en
que la original no era la de los Depeche sino la de Cash (Y al final no pude
convencerla… Pues nada: ¡Para ti la perra gorda!). Seguramente recordaréis que
también del American IV es la estremecedora versión de Hurt,
de la que ya hablamos una vez en el blog,
y que Cash tomó prestada al grupo de Trent Reznor Nine Inch Nails, cambiándola bastante y mejorando al original, que ya era bueno de por sí.
Volviendo una vez más a Depeche Mode,
no quiero dejar sin mencionar el interesante For the Masses, álbum de tributo de
varios grupos publicado en 1998 y que contiene versiones como Never Let Me Down
Again de Smashing Pumpkins,
Master and Servant de Locust o Stripped
de Rammstein… Queda pendiente
para más adelante una entrada sobre los estupendos remixes
que hacían los Depeche a finales de los 80 y principios de los 90, y que en
cierto modo se podrían considerar como varias versiones distintas
de una sola canción, todas elaboradas por el propio grupo original (con o sin
ayuda de otros DJs o productores).
Hoy en día hay en YouTube multitud de canales interesantes
de temática musical, algunos de los cuales están especialmente dedicados a
alojar versiones realizadas por artistas menos conocidos o directamente
aficionados. Tenemos el canal de Leo Moracchioli,
multi-instrumentista y productor musical afincado en Noruega y famoso por sus
versiones de metal rock de los temas más variopintos, como por ejemplo una
curiosa interpretación del Chandelier de Sia, cuyo
original ya pudimos escuchar hace un tiempo
en el blog. Me viene además a la cabeza el canal de Like a Version, en el que los
artistas emergentes invitados interpretan en directo un tema propio y una versión
de un grupo que les guste especialmente: de este podríamos destacar Teardrop de
Aurora, en homenaje a Massive Attack, o Enter Sandman de Art vs Science, en una versión algo más
suave que la de Metallica.
Aunque no
estoy tan puesto respecto a pop-rock en español, puedo citar también un par de ejemplos patrios interesantes…
Recuerdo que en 2006 salió el álbum Las Malas Lenguas, en el
que los hermanos Santiago y Luis Auserón hacen un repaso de los grandes clásicos
del rock, blues y soul inglés y norteamericano de mediados del S.XX, pero
adaptando las letras al castellano, como solían hacer los grupos españoles en los
años 60. Una muestra sería el Duro de Pelarbasado en el Hard to Handle de Otis Redding,
que también versionaron en los 90 (esta vez en inglés, claro) los Black Crowes. Y del año pasado es el proyecto Cena Recalentada
(título muy bien escogido, por cierto), en el que Iván Ferreiro hace un merecido
homenaje a la carrera de Golpes Bajos versionando diecisiete de sus temas,
prácticamente su discografía completa, con cancionzacas como No Mires a los Ojos de la Gente o Fiesta de los Maniquíes… Creo que por esta
semana ya tenéis bastantes buenos temas para ir escuchando; en la tercera y
última entrega incluiré el resto de las recomendaciones y hablaremos no solo de
Música sino también de Cine.
Tal vez recordaréis que hace un par de años, como tributo tras la muerte de
Chris Cornell, me dediqué a recopilar algunas versiones que otros artistas
habían hecho del tema Black Hole Sun,
de Soundgarden… Para esta semana me apetecía escribir algo sobre Música, así
que me he puesto a documentarme sobre versiones de canciones más o menos
conocidas que me gusten especialmente, y que a ser posible aporten algo nuevo con respecto al original… Como
suele sucederme a menudo, me he emocionado rastreando en Internet y buscando en
YouTube, y cuando he salido del trance me he dado cuenta de que tenía un montón
de temas chulos pero no los había clasificado, ni ordenado mis ideas, ni
redactado nada.
Tras darle muchas vueltas, he decidido dividir la entrada en (al menos) dos
partes y empezar hoy con una lista de diez versiones que no necesitan una
explicación demasiado extensa: su gran calidad musical
basta y sobra para que esta primera entrega resulte interesante. Las he
ordenado de forma más o menos cronológica, y dentro de lo que cabe he
intentado que en todos los casos la versión o la original (o aún mejor, ambas)
sean inéditas en lo que respecta a los enlaces musicales del blog,
por aquello de no repetir demasiado… La entrega de la semana que viene tendrá, aparte
de más buena Música, un poco más de texto y de enjundia.
With a Little Help from My Friends: Empezamos con un caso en el que tanto
el original como la versión han adquirido con los años una entidad propia,
hasta el punto de parecer casi dos canciones distintas, y ambas auténticos
clásicos además. La original de Los Beatles
la cantaba Ringo en el fantástico Sergeant Pepper de 1967, y dos años después
la reinterpretó Joe Cocker de
forma magistral (Por cierto, cada vez que oigo esta versión no puedo evitar
pensar en la serie Aquellos Maravillosos Años).
All Along the Watchtower: Francamente, Bob Dylan nunca ha sido santo de mi devoción,
así que no me duelen prendas en confesar que hasta hace poco ni siquiera conocía
la existencia de su tema de 1967; para mí la versión buena será siempre la de
Jimi Hendrix, publicada el año
siguiente, que cambia lo acústico del original por un sonido eléctrico y
psicodélico mucho más interesante.
Word Up: En este caso me encantan tanto la original de Cameo
de 1986, con ese ritmillo funky
tan contagioso, como la versión de Gun
de 1994, algo más rockera, que de hecho fue la primera que escuché en mi
juventud (y que casi siempre acaba cayendo cuando voy a algún Karaoke con los
amigos).
Smooth Criminal: ¿Y qué podemos decir de este temazo de Michael Jackson, incluido en su disco Bad de 1987?
Tanto la música como las coreografías del vídeo eran alucinantes. En 2001 los Alien Ant Farm perpetraron una versión
que tal vez no llegue a la altura del original, pero venía acompañada de un
vídeo bastante divertido y gamberro (en el que incluso utilizaron los mismos agarres anti-gravedad en las suelas de los
zapatos).
Sign o’ the Times: El original de Prince
de 1987 ya se ha utilizado con anterioridad en La Belleza y el Tiempo, pero no
así la versión de Muse, mucho más
cañera, grabada en directo en la BBC Radio 1 en 2012… Otro ejemplo de dos
interpretaciones de un mismo tema que se pueden disfrutar como si fueran dos
canciones distintas, ambas excelentes.
Smells Like Teen Spirit: Pasado el ecuador de esta selección se da la
casualidad de que la mayoría de las versiones restantes están interpretadas por
mujeres… Nirvana sacó su
estupendo Nevermind en 1991 y tan solo un año después Tori Amos
reinterpretó el temazo de los de Seattle con un estilo sensual y voluptuoso, en
las antípodas del original.
Wonderwall: El grupo Oasis publicó
este himno generacional en 1995 y el estadounidense Ryan Adams
ideó en 2004 una versión más suave, etérea y delicada, que no desmerece en nada
a la fuente original. Los hermanos Gallagher tienen a su vez alguna que otra versión de
Los Beatles; tal vez hablemos de ello la semana que viene.
Creep: También he utilizado antes en el blog esta canción de Radiohead
de 1993, que fue versionada en 2015 por el conjunto de jazz, swing y ragtime Postmodern Jukebox con la voz de Haley
Reinhart, en una interpretación más lenta que nos retrotrae a los locos años
veinte del siglo pasado… Puro Vintage.
Wake Up: Otra que ya he usado aquí, y además hace muy pocas semanas…
Los Rage Against the Machine sacaron
este temazo en 1992, y del año pasado es esta fantástica versión de los Brass Against, combativa banda
neoyorquina que cambia las guitarras y bajos por la potencia de su sección de
viento y la voz de Zack de la Rocha por la de la tremenda Sophia Urista.
Crazy: Para terminar por todo lo alto, una versión del tema de Seal de 1990 grabada por Tori Kelly
(no confundir con la otra Tori) en 2015. A la gran calidad de la composición y
letra originales y el acierto al escoger los arreglos se une el control
absoluto que esta mujer tiene de su voz: colocando cada nota justo en su sitio,
con la potencia y la modulación apropiadas, improvisando florituras que quedan siempre bien y
transmitiendo toda la emoción posible… pero a la vez haciendo que parezca
fácil, sin despeinarse siquiera: algo increíble, como para volverse loco… Hala, pues lo dejamos aquí; la semana que viene seguimos con más Música igual de buena que
esta (no mejor, ojo, porque es imposible).