En 1970 se impulsó desde los Estados Unidos la propuesta de celebrar cada 22
de abril el llamado Día de la Tierra,
para ayudar a concienciar a la población acerca de la conservación del planeta.
Con motivo de esta celebración, que hoy en día se produce a nivel mundial, el canal DMAX de Discovery emitió de
un tirón el pasado sábado por la noche todos los episodios de la serie
documental Deep Time History, que en español se ha traducido como Y la Historia Cambió.
Esta serie estrenada el año pasado por la plataforma de vídeos bajo demanda
CuriosityStream, con tres episodios de cincuenta
minutos de duración cada uno, parte de un planteamiento muy interesante: la
Historia de nuestra Civilización no depende solo de las decisiones que tomamos
los humanos de manera individual o colectiva, de nuestras innovaciones
tecnológicas, decisiones políticas o victorias y derrotas en el campo de
batalla, sino que viene también fuertemente determinada por factores dentro del
ámbito de otras disciplinas del Conocimiento como la Física, la Geología, la
Química o la Biología. Se trata de una manera muy amena de abordar la Historia
bajo una perspectiva más amplia, sin mirarnos tanto el ombligo,
descubriendo las relaciones entre el Homo Sapiens y el pasado del planeta, el
Sistema Solar e incluso la Vía Láctea o el Universo conocido, en lo que se ha
dado en llamar Gran Historia,
concepto que no es en absoluto ajeno a los contenidos de La Belleza y el Tiempo.
Antes de hablar de lo bueno, he de recalcar que lamentablemente detecté en la
traducción al español de los documentales varios errores importantes,
destacando dos o tres confusiones entre millones y billones (billones ingleses, es decir, miles
de millones) de años, algo doblemente imperdonable teniendo en cuenta que se
trata de una serie en parte sobre la cronología del Universo y que además la
cantidad correcta estaba señalada bien claramente en los subtítulos de la serie
original… Señores ejecutivos de DMAX y demás cadenas que programan espacios de
divulgación similares: ¿necesitan ustedes un asesor científico que repase
detalles tan básicos como estos? Porque yo me ofrezco voluntario, si hace falta…
Aparte de esta única pega, la verdad es que estuvo bastante bien… Muchas de las
cosas que ya hemos comentado en el blog sobre este tema las vi explicadas de
forma clara y visualmente atractiva, con vistosas recreaciones de época y
animaciones por ordenador; y hasta aprendí algunas otras cosas muy interesantes
que desconocía hasta el momento. En definitiva, disfruté como un enano, y en un
par de ocasiones hasta me entró la risa floja, de lo mucho que estaba gozando.
A continuación hago una descripción bastante somera de cada episodio,
empezando por el primero, que trataba sobre El Auge de la Civilización. Tras un rápido resumen de los
hechos más importantes desde el Big Bang, se narraba con más detalle lo que
ocurrió tras el fin de la última glaciación, hace unos diez mil años. Se hablaba
de la deriva continental y de los factores que confluyeron para que el núcleo
más antiguo de civilización surgiera en Mesopotamia, en la zona entre el Tigris
y el Éufrates. Se destacaba el papel determinante de la aparición de la agricultura,
que lo cambió todo a partir de ese momento, así como de la importancia de los
cereales y de la modificación genética mediante selección de las mejores semillas; y se mencionaba a los
distintos animales domesticados, el sedentarismo, la especialización en las tareas
y el surgimiento de las primeras ciudades e imperios. Descubrí hechos muy
interesantes, como por ejemplo que los vientos que soplan hacia el sur en el río
Nilo, facilitando la navegación en ambos sentidos, son los que convirtieron a
Egipto en el imperio de estabilidad más duradera de toda la Historia.
Se hablaba de los cuatro principales focos
independientes de Civilización en Afroeurasia, citando, además de Sumeria/Mesopotamia
y Egipto, un tercer foco en la zona de Afganistán/India y un cuarto, algo más
aislado, al este de China; y se citaban también los tres focos del continente
americano, con lo que luego serían los Aztecas y Mayas en Méjico y los Incas en Perú. Un detalle
que me pareció interesantísimo fue el de por qué la distribución geográfica de
los continentes favoreció que las civilizaciones de Afroeurasia fuesen algo más
avanzadas que las de América: al estar los cuatro focos más o menos en la misma
latitud, con climas similares, podían compartir los descubrimientos en cuanto a
cultivos y animales domésticos y “trabajar en equipo”, ayudándose unos a otros
con el intercambio de ideas y productos, mientras que en América, distribuida a
lo largo de la dirección norte-sur, esto era más difícil.
El segundo episodio trataba sobre La Era de los Descubrimientos,
comenzando por la Ruta de la Seda y el desencadenante del descubrimiento de
América, que no fue otro que la pimienta negra. Este mecanismo de defensa
vegetal, una especie de insecticida natural, era el que evitaba que la pimienta
y otras plantas de especias fueran atacadas por las plagas, lo que las convertía
en un buen conservante de la comida (a nosotros la pimienta no nos mata, solo
nos pica porque somos demasiado grandes). Con la conquista de Constantinopla
(actual Estambul) por los turcos otomanos en 1453 quedaron bloqueadas las rutas
a la India, principal productor de especias, representando esta fecha según muchos
estudiosos el paso de la Edad Media a la Edad Moderna (al fin y al cabo, es
este hecho el que da lugar posteriormente al descubrimiento del Nuevo Mundo). Los
portugueses intentaron alcanzar las Indias por el sur de África, y el documental
nos explica por qué esa ruta era tan peligrosa. Se nos habla de cómo Colón fue después
financiado por los Reyes Católicos, y de cómo en aquella época, en contra de
los tópicos, ya se sabía que la Tierra era redonda…
El detalle que Colón desconocía era que dando ese rodeo se encontrarían por el
camino con otro continente desconocido en Afroeurasia.
El documental explicaba cómo los pobladores originales de América habían
llegado allí hacía decenas de miles de años, pasando por Siberia y Alaska cuando
hacía más frío y todavía no estaban separadas por agua. Se nos hablaba también
de los productos que habían llegado a Afroeurasia a raíz del descubrimiento de
Colón: maíz, tabaco, cacao… y de cómo los conquistadores llevaron al Nuevo
Mundo una serie de virus
contra los que los indígenas no estaban inmunizados, lo que hizo que muriera un
porcentaje altísimo de estos (se estima que “altísimo” significa la mitad como
mínimo). Yo sabía que los nativos americanos no habían visto nunca un caballo
cuando los españoles los llevaron en sus barcos, pero ignoraba por completo que
en realidad el caballo había hecho un viaje de ida y vuelta: este animal es
originario de América, pero algunas manadas cruzaron por Alaska de vuelta a
Afroeurasia, y después se extinguió en el Nuevo Mundo por la caza masiva, así
que se fue por el oeste y volvió miles de años después por el este… ¡Qué cosas!
No me quiero extender más, que me emociono, pero en este episodio se hablaba de
otras muchas cosas: de la plata de Potosí,
de la caña de azúcar y la esclavitud motivada en parte por la adicción al dulce
en los genes de los europeos, y de cómo la colisión con Tea que dio lugar a la Luna
está involucrada en todo este asunto…
En el tercer episodio se nos habla de La Revolución Industrial y la Guerra Moderna, y de cómo el uso masivo
de madera para combatir el frío y para construir barcos hizo que los bosques de
la Inglaterra del 1700 estuviesen prácticamente esquilmados, lo que hizo necesario
encontrar una fuente de energía alternativa. Se nos explica cómo el carbón procede
de los árboles fosilizados del periodo Carbonífero
y se nos explica el inicio de la Revolución Industrial, con la invención de la máquina
de vapor. También se nos narra cómo el hierro de nuestro planeta procede de las
explosiones de supernovas en el pasado remoto, y cómo este material supuso otro
gran cambio en la Guerra Civil Americana, en 1861, la que podríamos llamar la primera
guerra realmente moderna de la Historia. Desconocía el relato de la batalla naval de Hampton Roads, en
la que se enfrentaron el CSS Virginia y el USS Monitor, los primeros barcos
acorazados de la Historia, lo que supuso el cambio de las reglas de juego a
partir de ese momento… ¡Puro Steampunk,
como sacado de una película de ciencia ficción!
Se nos relata cómo la Gran Hambruna Irlandesa,
debida a la escasez de patatas, forzó a los futuros padres de Henry Ford a
emigrar a los Estados Unidos, y cómo Ford fue el primero en poner en práctica una
cadena de montaje para la producción en serie, en este caso de sus automóviles,
que utilizaban un combustible derivado del petróleo,
otra importante fuente de energía conocida desde principios del S.XIX. También
se nos habla de las investigaciones sobre las reacciones químicas del nitrógeno
y la síntesis del amoniaco del alemán Fritz Haber:
por una parte Haber salvó a millones de personas de morir de hambre gracias a los
fertilizantes que su trabajo hizo posible, pero sus descubrimientos también
mataron a muchos en las guerras mundiales (explosivos, gas mostaza, exterminio
nazi…). Queda claro pues que la Ciencia no es en sí ni buena ni mala, es una
herramienta que puede ser utilizada para el progreso y también para la
destrucción, y como tal conlleva una gran responsabilidad…
Lo que me lleva al final del episodio, en el que se dan un par de pinceladas acerca
del uranio y de cómo se formó en antiguos cataclismos cósmicos, como las colisiones
de dos estrellas de neutrones, quedando depositado en el subsuelo terrestre
para ser usado, ya bien entrado el siglo veinte, tanto para el bien
como para el mal,
generando todavía más cambios en la Historia humana.
En resumen: me encantaron los documentales. Su enfoque, con un mayor
énfasis en las conexiones entre Historia y Ciencia, me recordó un poco a los
doce capítulos de la serie Humanidad: la Historia de Todos Nosotros,
que también os recomiendo encarecidamente. Mirando en alguna de las webs con
información acerca de Deep Time History parece que engloban estos tres
episodios en lo que llaman “Primera Temporada”… Ignoro si realmente hay
prevista una segunda entrega de la serie, pero al menos a mí me encantaría que
así fuera. ¿Dónde hay que firmar?
Afortunadamente en los últimos años se ha hecho cada vez más evidente en el
mundo de la investigación que las Ciencias Sociales y las Ciencias Naturales no
ocupan compartimentos estancos y separados del Conocimiento, y que ambas se
comprenden mejor si se relacionan entre sí… Esto es algo que se empezó a aplicar
también en el campo de la divulgación con pioneros como Carl Sagan y su fabulosa
Cosmos,
allá por los años ochenta, y que a día de hoy es bastante más frecuente, lo que
hace que los documentales sean mucho más interesantes, hasta el punto de llegar
a apasionarnos, motivándonos de verdad a amar nuestro planeta y cuidar más de él.
En este sentido las cosas han cambiado mucho, y a mejor… lo que me lleva al enlace
musical que incluyo todas las semanas en el blog. ¿Recordáis que os dije que David
Bowie me había sacado las castañas del fuego en varias ocasiones? Pues hoy, que
hemos hablado de cambios, no será
una excepción.
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