lunes, 30 de diciembre de 2019

Ciencia por un Tubo


La semana pasada hablaba de los vídeos de Internet que veo en casa en los ratos libres entre tarea y tarea, y eso me ha dado la idea de empezar una serie de entradas sobre los canales de YouTube que más frecuento. Ya sabéis que los formatos visuales conectan bastante con mi forma de aprender, y en los últimos años la divulgación del Conocimiento en YouTube se ha vuelto cada vez mejor y más variada, lo que explica que dedique bastante tiempo a esta plataforma a lo largo de la semana. Como ya hemos hablado antes en el blog de divulgadores científicos, hoy empezaremos extendiendo este concepto al mundo digital, citando mis canales favoritos de YouTube sobre Ciencia… Pido disculpas de antemano a los que no dominéis la lengua de Shakespeare, porque bastantes de ellos son en inglés, pero es muy probable que la mayoría tengan subtítulos en español.


Veritasium en una piscina asomando la cabeza entre cientos de bolas de plástico negro


Podemos empezar por Veritasium, con vídeos no solo bien documentados sino también profesionalmente editados y visualmente muy atractivos porque su creador Derek Muller, que también ha participado en algunos programas de la televisión australiana, estudió Cine además de Física. Tenemos en segundo lugar Physics Girl con Dianna Cowern; uno de sus objetivos es el de animar especialmente a las chicas a escoger carreras de Ciencias, entrevistando a mujeres investigadoras que puedan servirles de ejemplo. Y en Vsauce Michael Stevens viene colgando desde 2010 vídeos sobre Ciencia en general, con tanto éxito que ya hay dos canales más de la misma franquicia, Vsauce2 y Vsauce3, conducidos por otras personas… En los últimos años el canal original ha subido tres temporadas de Mind Field, una serie de vídeos acerca del cerebro, algo más largos y con una producción más profesional, que inicialmente se estrenan en la plataforma de pago de YouTube y tiempo después se cuelgan en abierto.


Physics Girl posando detrás de una Cuna de Newton


En lo que respecta a canales en español, Quantum Fracture, con José Luis Crespo, está basado en vídeos sobre Física y Medio Ambiente que incluyen unas animaciones por ordenador bastante trabajadas… Aprovecho para hacer aquí un comentario que se podría aplicar no solo a este canal sino a otros muchos: A veces echo en falta vídeos atractivos y visualmente ilustrativos sobre Física clásica, sobre los fundamentos del movimiento de cuerpos, los equilibrios de fuerzas o la propagación de ondas; la mayoría de veces los divulgadores optan por lo más espectacular y se olvidan de los cimientos, yéndose directamente al tejado, a la Física cuántica o la relatividad… Otro canal en español sobre el comportamiento del ser humano, el cerebro y la consciencia es Antroporama de Patricia Tezanos, especialista en Neurociencia… Tengo que confesar que la descubrí cayendo en el clickbait más vergonzoso, con un vídeo sobre el misterioso atractivo de los pechos femeninos, pero de ahí pasé a otros de sus contenidos, también muy interesantes.


Thumbnail de Antroporama con la expresión "Cerebro Tonto"


Enumeremos ahora algunos canales más especializados en Matemáticas… 3Blue1Brown de Grant Sanderson me parece un auténtico hallazgo, con unas animaciones muy ilustrativas que más allá de lo puramente estético nos ayudan a comprender visualmente muchos conceptos geométricos o matemáticos, incluso aquellos aparentemente más difíciles… Muy recomendable. Numberphile, concebido por Brady Haran, cuenta con distintos invitados que se van alternando cada cierto tiempo, como James Grime, Neil Sloane o Hannah Fry. En español tenemos Lemniscata, que por ahora no ha subido muchos vídeos pero promete, y Derivando, con el riojano Eduardo Sáenz de Cabezón, que también presentó la última temporada de Órbita Laika en La 2.

Barriendo más para casa, para la zona de Valencia, podría citar el canal Early Universe, con entrevistas muy bien documentadas a especialistas en distintos campos de la Ciencia y la Filosofía de la Ciencia; aunque su autora Elena Denia, a la que conozco personalmente, hace ya unos meses que no lo actualiza… También está La Gata de Schrödinger, cuyo nombre auténtico es Rocío Vidal, castellonense afincada en Barcelona que tras haber estudiado periodismo se dedica a tratar temas de escepticismo y lucha contra las pseudociencias. Rocío nos visitó hace poco para presentar su libro en Escépticos en el Pub Valencia y la verdad es que demostró tener bastantes tablas en el turno de preguntas, y fue supermaja a la hora de las firmas, dedicando mucho tiempo a la gente que se quedó haciendo cola…


Diagrama de 3blue1brown con la función Z de Riemann


A continuación os cito brevemente a algunos divulgadores cuyos vídeos veo de vez en cuando pero que no me convencen tanto como los anteriores… En el caso de Date un Vlog y CdeCiencia creo que es más por la forma de locutar que por el fondo: mientras en el primero Javier Santaolalla le pone a la cosa un entusiasmo exagerado, en el segundo Martí Montferrer resulta soso, con una entonación excesivamente monótona… Tibees, el canal de Toby Hendy desde Australia, también me genera sentimientos encontrados: tiene vídeos interesantes sobre distintos modelos de examen de Física o Matemáticas (algunos muy antiguos), o sobre la experiencia de ser estudiante universitaria; pero hay otros en los que se tira diez minutos solo para explicar qué es una parábola haciendo dibujitos de montañas y árboles en una pizarra, lo cual me parece adecuado como ASMR pero no es divulgación de la Ciencia.

Enumero aquí otros canales sin una cara visible pero que hacen buena divulgación científica y del Conocimiento en general… In a Nutshell tiene unas animaciones estéticamente muy bonitas sobre Ciencia, Medicina y cerebro, pero también sobre conceptos filosóficos… Me gusta la descripción del propio canal según la cual explican los temas desde un nihilismo optimista, poniendo de manifiesto la Belleza inherente al Conocimiento; me parece una filosofía bastante acorde a la de este blog. Minute Physics es un formato creado por Henry Reich, basado en vídeos normalmente de corta duración, que a pesar de su apariencia infantil, con monigotes hechos con cuatro rayas, se mete a veces a explicar conceptos realmente complejos. Y en tercer lugar está Ted-Ed, con animaciones no solo sobre Física o Ciencias de la Salud sino también sobre Historia, Economía, Filosofía, Mitología o Literatura.


El muñequito de Minute Physics usando un telescopio para ver los planetas


Para ir terminando, algunos ejemplos de canales que se alejan un poco del típico formato de vídeos sobre Física. En Academia Play tenemos en español multitud de animaciones sobre Historia, desde la más antigua a la más reciente, en forma de esquemas-resumen que se pueden utilizar luego para repasar con vista a los exámenes del colegio… PBS Eons contiene vídeos sobre Historia natural, desde la misma aparición de la Vida sobre la faz de la Tierra hasta la más reciente evolución de los Homínidos, pasando por los dinosaurios o cualesquiera otros animales prehistóricos. Y en el canal de BBC Earth tenemos fabulosos vídeos de naturaleza, con extractos de sus series más famosas, presentadas por Sir David Attenborough, como Planet Earth, Blue Planet o Seven Worlds, One Planet.

Ya veis que buscando un poco se pueden encontrar en YouTube contenidos realmente interesantes sobre Ciencia; espero que algunas de estas recomendaciones os resulten útiles… Decidme en los comentarios si estáis de acuerdo con mi selección, si algunos de estos canales están también entre vuestros favoritos o si tenéis alguna otra sugerencia que pueda interesarme a mí o a los demás lectores. En otra ocasión, más adelante, seguiremos hablando en el blog de mis canales favoritos de YouTube en otros campos como el entretenimiento puro y duro o la divulgación musical o cinematográfica.


Anuncio de una mesa redonda con Physics Girl, Vsauce y Veritasium

martes, 24 de diciembre de 2019

Propósitos de Año Nuevo


Las Navidades no están hechas para descansar. Tienes unos pocos días de vacaciones y muchos recados atrasados que has ido apuntando en tu agenda a lo largo del año, y en algún momento de inconsciencia llegas a pensar que podrás ponerte al día con todo, pero el tiempo se pasa volando… Los últimos días antes de las vacaciones haces más horas extras que de costumbre en el trabajo para intentar dejar apañada cuanta más faena mejor, y además te llevas deberes para casa. Aprovechas los festivos para dormir un poco más y recargar baterías. Primero tachas de la lista las tareas de la casa más urgentes: pasas la aspiradora, limpias un poco, pones una lavadora y hasta remiendas un par de calcetines si encuentras un hueco. Quedas con algunos amigos y a otros no te da más que para felicitarles por WhatsApp e intercambiar un par de frases rápidas. Vas a uno o dos estrenos en pantalla grande y ves alguna película entretenida por la tele (parece que sea únicamente en estas fechas cuando se programan títulos interesantes). También acudes a algún que otro concierto y a un par de museos.

Quedas con la familia en Nochebuena y de nuevo en Navidad, e intentas planificar con qué grupo de amigos pasarás la Nochevieja. Piensas en tres o cuatro cosas que te hagan ilusión para Reyes y a su vez compras los regalos para tus familiares más próximos. Pasas a limpio la agenda del año que acaba y pones a punto la del próximo, actualizando tu lista de tareas pendientes, y todo ello salpimentado aquí y allá con canciones y vídeos cortos de YouTube para hacer la cosa algo más llevadera… Y con tanto lío en la cabeza, cuando te quieres dar cuenta ya es lunes por la noche y no tienes nada preparado (ni siquiera pensado) para el blog, de modo que decides redactar una breve disculpa en la que desarrollas la idea de lo atareado que sueles estar los días de Navidades y lo poco que te cunden las vacaciones… ¿Cuenta eso como entrada o no? En cualquier caso no os preocupéis, que la semana que viene tendréis un texto en condiciones; ahora mismo me lo apunto en mi lista de tareas navideñas.


Calendario de Adviento

lunes, 16 de diciembre de 2019

Un Paseo por el Belvedere


Ya os he comentado en el blog que hace tres años pasé una semanita de vacaciones en Florencia, con breves visitas también a Pisa y Siena, y que me encantó. Sabéis que cuando viajo estoy atento a las piezas de arte urbano con las que me voy tropezando por el camino, y aunque en este caso no había tanto donde elegir como en las zonas turísticas de Londres, Berlín o Nueva York, encontré un par de artistas con propuestas bastante interesantes… La escasez de graffiti quedó compensada por la presencia en tres puntos de la ciudad de las esculturas de bronce cromado del artista belga Jan Fabre.


Anuncio de la exposición Spiritual Guards de Jan Fabre


Algunas de las piezas de esta exposición temporal, de nombre Spiritual Guards, estaban en la Piazza della Signoria y el Palazzo Vecchio, pero a mí personalmente me impresionó más la tercera sede, en el interior y alrededores del Forte di Belvedere, en una elevación al sur del casco antiguo, al otro lado del Arno, desde la que había fantásticas vistas de Florencia y del paisaje circundante de la Toscana. La combinación de la Belleza clásica del entorno y el surrealismo onírico de las esculturas convirtió esta visita en una experiencia estéticamente muy intensa que me dejó un grato recuerdo… A continuación tenéis una selección de mis quince mejores fotos tanto de la exposición como de las piezas que me fui encontrando por las paredes de la ciudad.


Sticker con unos espermatozoides intentando entrar en la cúpula del Duomo de Florencia

Edificio del Belvedere de Florencia con una estatua de Jan Fabre en primer plano

Graffiti de Pisa con un muñequito flotando colgando de un globo rojo

Sticker de Florencia con una pareja y la leyenda 1+1=1

Escultura de Spiritual Guards de Jan Fabre en forma de calavera con tapa y bisagras

Sticker de Florencia medio arrancado y pintado encima con tiza

Sticker de Florencia con el rostro de una mujer joven con la boca cosida

Escultura de Jan Fabre metido con ropa en una bañera, en el Belvedere de Florencia

Sticker de Florencia con una calavera de vaca de color rosa

Señal de tráfico intervenida en la Via Maffia de Florencia

Escultura de Jan Fabre con un busto humano con largos cuernos, en el Belvedere de Florencia

Sticker de Florencia con unas manos haciendo la sombra chinesca de un perro

Graffiti de Florencia con un jefe indio invocando en sus manos al símbolo del Euro

Estatua de Jan Fabre de un director de orquesta dirigiendo a la ciudad de Florencia desde el Belvedere

Graffiti de la estatua de un ángel sujetando un rodillo para pintar, con una bici real por delante

martes, 10 de diciembre de 2019

Humanos (V)


En La Belleza y el Tiempo ya hemos explorado con anterioridad el tema de si la condición humana es aplicable a robots, inteligencias artificiales, replicantes o clones, llegando a la conclusión de que nos hace Humanos lo que hacemos, no lo que somos… En esta especie de apéndice a la entrada sobre los Homínidos, después de haber visto cómo los últimos doce mil años nos han traído un gran desarrollo pero también nuevos problemas, vamos a comparar a los Sapiens con el resto de especies animales actuales y a explorar qué es exactamente lo que nos hace Humanos. ¿Qué nos diferencia de chimpancés, delfines o elefantes a nivel cualitativo y no solo cuantitativamente? Si repasamos la lista de nuestras hazañas (bipedismo, herramientas, fuego, gran cerebro, lenguaje, pensamiento abstracto, autoconsciencia, cooperación…), ¿hay alguna de ellas de la que ninguna otra especie haya dado muestras a menor escala?

Centrémonos primero en las cosas en las que no somos demasiado especiales. Ya en su día el propio Darwin dijo que Hombre y animales solo difieren en grado, no en cualidades… Por ejemplo, tenemos evidencias de que los chimpancés usan herramientas: con la ayuda de pequeñas ramitas sacan a las termitas del termitero para comérselas, o usan un palo largo para comprobar si las aguas turbias son muy profundas. Los orangutanes usan hojas grandes como sombrero cuando llueve. Y otras especies más sencillas (algunos expertos dicen que hasta el 1% del total), incluyendo insectos, arañas, pulpos o peces, utilizan herramientas en mayor o menor medida. Incluso hay bonobos en cautividad que entienden lo que es el fuego y pueden manejarlo; eso sí, ayudados siempre por un humano.


Chimpancé sacando termitas de un agujero en un árbol con la ayuda de una ramita


Algunos simios superiores, entrenados adecuadamente, pueden comunicarse con nosotros; no con sonidos complejos, porque carecen de un aparato fonador con la laringe más baja como el nuestro, pero sí utilizando el lenguaje de signos o seleccionando símbolos en una pantalla, con un vocabulario que puede llegar a constar de varios cientos de palabras (Hablando de pantallas, algunos chimpancés son incluso mejores que los humanos en determinadas tareas de retentiva visual y memorización de números). Y ni siquiera necesitan la ayuda de Sapiens para tener un lenguaje: los chimpancés salvajes disponen de un amplio rango de gestos y expresiones faciales con los que se comunican entre ellos y ponen de manifiesto sus emociones.

Especialmente reseñable es el caso de la gorila Koko, nacida en el zoo de San Francisco en 1971 y fallecida el año pasado. La psicóloga animal estadounidense Penny Patterson le enseñó a hablar lengua de signos cuando tenía un año, y llegó a aprender y utilizar unos mil signos distintos. Aparte de esto, entendía unas dos mil palabras del inglés hablado solo con oírlas. Veía películas y hasta tenía sus escenas favoritas, y a lo largo de su vida tuvo varios gatos como mascotas, expresando su pena en lengua de signos cuando estos morían de viejos… Hasta qué grado Koko realmente dominaba el lenguaje y se comunicaba ha sido motivo de controversia, ya que a menudo era Patterson la que interpretaba sus signos y reacciones frente a la cámara poniendo un poco de su cosecha y completando los razonamientos; pero está claro que la gorila tenía un vocabulario propio de un niño humano de tres años.


La gorila Koko y su cuidadora Penny Patterson enseñándole un gatito


Algunos experimentos han mostrado que los simios tienen moralidad, sentido de la equidad y la justicia: a veces reparten las recompensas en partes iguales, ayudan a los demás y adoptan bebés huérfanos (Se ha visto que hasta las ratas se ayudan unas a otras aunque esto las perjudique un poco… Así que tal vez nuestros ancestros comunes los Purgatorius también lo hacían hace sesenta y seis millones de años). Los chimpancés tienen una Cultura muy básica, transmiten conocimientos y costumbres a la siguiente generación… Los macacos japoneses aprendieron hacia 1963 a meterse en las piscinas termales para combatir las bajas temperaturas del invierno nipón, y han ido transmitiendo la costumbre a las nuevas generaciones desde entonces (hasta han aprendido a cocer algunos alimentos en el agua caliente)… Volviendo a los chimpancés, estos juegan igual que los humanos, y se ríen cuando les haces cosquillas, algo de lo que ya se había percatado Darwin en su día. Y en cuanto a llorar, ¿somos los únicos que lo hacemos? Pues no, parece que otros animales como los elefantes o los gorilas lo hacen también.

Los simios superiores saben ponerse en la mente del otro, lo que significa que tienen cierta autoconsciencia… Prueba de ello es que saben reconocerse en un espejo, como la gorila Koko; esta prueba del espejo fue ideada en 1970 por Gordon Gallup Jr. y consiste en colocar una pegatina o marca en el cuerpo del animal y comprobar si al verla en el reflejo este se mueve para observarla mejor o se toca a sí mismo para intentar quitársela… Por ahora la han superado bonobos, orangutanes, delfines, orcas, elefantes, urracas y tal vez palomas. Ahí no queda la cosa: algunos monos tienen una forma muy sencilla y primitiva de comercio, y por otro lado los bonobos tienen sexo por placer (aunque no continuamente, como piensan algunos), y se han observado conductas masturbatorias en machos de ochenta especies distintas y hembras de cincuenta, así como conductas homosexuales en varios casos. Algunas de estas especies también se nos parecen en lo malo: los chimpancés pueden ser manipuladores o mentirosos si les conviene, e incluso asesinar o llevar a cabo guerras, a menor escala que nosotros, eso sí… De acuerdo con todo esto, parece que no somos tan diferentes de otros primates, quizá solo a nivel cuantitativo.


Elefante mirándose en un espejo grande colocado en medio de la selva


Veamos ahora qué tenemos de especial, empezando por nuestro cerebro… Ya dijimos que en la actualidad pesa algo menos de kilo y medio, mientras que los de los elefantes tienen unos cinco kilos y los de las ballenas unos nueve kilos, así que no se trata de una cuestión de tamaño. Todos los grandes primates tienen una gran densidad de neuronas comparados con otras especies, de modo que tampoco en eso somos únicos. Lo que sí nos hace especiales es que nuestro cerebro alcanzó un mayor tamaño porque Erectus y Sapiens empezaron a cocinar la comida, consiguiendo la misma energía sin tener que dedicar tanto tiempo a lo largo del día a tener que alimentarse… Un gorila, por ejemplo, es tres veces más grande que un humano pero su cerebro es tres veces más pequeño. Tenemos en promedio un total de 86.000 millones de neuronas, de las cuales 16.000 millones están localizadas en la corteza cerebral, más que en ninguna otra especie: esta última cifra es la que realmente nos convierte en campeones indiscutibles.

Si nos referimos al ADN, los cambios y mutaciones que nos han hecho diferentes y únicos empezaron a ocurrir hace unos 70.000 u 80.000 años (Abro un breve paréntesis para romper un mito: el porcentaje de genes que nos diferencia de los chimpancés es bastante superior al 1% que se cita erróneamente en algunas fuentes mal documentadas). Una de nuestras principales ventajas es la mayor capacidad para procesar información abstracta y simbólica en nuestra cabeza, incluso antes de que surgiera el lenguaje hablado: pensando podemos hacer referencia a algo que no está ahí en ese momento, y hablando podemos compartirlo con los demás para facilitar el trabajo en equipo. Gracias al pensamiento abstracto y el habla podemos recordar el Pasado o tomar precauciones para el Futuro; por tanto nos permiten “viajar en el Tiempo”, ya sea de forma individual o colectiva, para sopesar las consecuencias de nuestras acciones y tratar de tomar las decisiones adecuadas.


Representación de la radiografía de una calavera con el cerebro visible dentro


La habilidad de transmitir nuestros conocimientos a la siguiente generación para que esta los acumule, complete y perfeccione es lo que constituye nuestra Cultura, y el hecho de tener una infancia inusualmente larga nos permite aprender una gran cantidad de cosas antes de tener que valernos por nosotros mismos. No dependemos solo de nuestro genotipo para sobrevivir y prosperar; la Cultura nos proporciona ese fenotipo extendido del que ya hablamos en la primera entrega, ampliando nuestra gama de recursos. Es la diferencia entre la selección natural y la selección cultural, entre que el entorno nos cambie a nosotros o que nosotros cambiemos el entorno… Esta transmisión de Conocimiento, primero oral y después escrita, nos permitió elaborar herramientas y llevar a cabo técnicas que constaban de multitud de pasos y por tanto presentaban una mayor complejidad, inalcanzable por cualquier otra especie… Y el abanico de herramientas (tanto físicas como intelectuales) a nuestra disposición se ampliará hasta límites insospechados cuando empecemos a aplicar el método científico.


Diagrama en varios pasos con las complejas instrucciones para montar un mueble de Ikea


Hace dos semanas os hablé un poco de la forma de cooperar que tienen las abejas y los chimpancés… Las abejas pueden colaborar en grandes números pero cada una tiene asignadas unas tareas fijas que no pueden cambiar. Por otra parte, los chimpancés pueden adaptarse a los cambios y realizar muy distintos tipos de tareas en equipo, pero nunca con individuos a los que no conozcan directamente, lo que limita el número de colaboradores a no más de cien… Cooperar flexiblemente y a la vez en masa, con gente a la que no hemos visto nunca, es lo que nos hace a los Sapiens peculiares como especie y nos ha permitido controlar el Planeta… De hecho, nuestro altruismo incluso hacia desconocidos y nuestra capacidad para leer la mente del otro son mucho mayores que las de otros primates.

Este tipo de cooperación es posible gracias a que podemos crear relatos ficticios en nuestro cerebro, con conceptos abstractos como la religión, los derechos humanos, las grandes corporaciones, las nacionalidades, el dinero… Hemos superpuesto a nuestra realidad objetiva una segunda capa de realidad imaginaria, hecha de convenciones, que solo está en nuestras mentes… Estas son las ideas defendidas por el historiador y escritor israelí Yuval Noah Harari, que aun teniendo sus detractores se ha convertido en un auténtico best seller con su libro Sapiens y la continuación, Homo Deus.


Portada del libro Sapiens de Yuval Noah Harari


En resumen, lo que nos hace especiales es que podemos contar historias y podemos pensar en el Pasado y en el Futuro, preguntarnos a nosotros mismos de dónde venimos y a dónde vamos, e intentar averiguarlo… Hay dos maneras complementarias, igualmente lícitas y a la vez radicalmente opuestas, de buscar estas respuestas: el Arte y la Ciencia. En cuanto al primero, puede que los Neanderthales crearan sus propias representaciones artísticas, pero aún no lo sabemos con seguridad y en cualquier caso eran bastante más simples que las de Sapiens; desaparecidos nuestros primos evolutivos, actualmente somos los únicos artistas sobre la faz de la Tierra.

Por otro lado, el Hombre es el único animal que hace Ciencia; como ya he dicho en otras ocasiones, los Sapiens somos la manera que ha encontrado el Universo de pensar acerca de sí mismo… Más adelante efectuaremos en el blog otro salto temporal, más allá de la escritura, las bibliotecas y la imprenta, pasando del sílex de las primeras herramientas al silicio de los microchips, y hablaremos por orden cronológico de los avances científicos y tecnológicos ocurridos en los últimos cuatro siglos, que nos han llevado un poco más cerca de conocer nuestro lugar en el Mundo (como muestra, esta misma entrada) y de intentar desentrañar, en caso de que lo tenga, el sentido de la Vida.


Viñeta cómica acerca de un científico prehistórico que examina una sustancia viscosa con una rama

lunes, 2 de diciembre de 2019

Humanos (IV)


La semana pasada, narrando la historia del Homo Sapiens, habíamos llegado al final de la última glaciación, hace 12.000 años, lo que equivale a unas cuatrocientas generaciones. Por entonces nuestra especie da un paso de gigante en su evolución al descubrir la agricultura en distintos puntos del Planeta. De nuevo algún miembro curioso del clan será el responsable, al darse cuenta de que nuevas plantas surgen en el lugar donde meses atrás cayeron por accidente algunas semillas, probando a plantar más semillas a propósito para disponer de alimento fácil de recolectar. Poco después se iniciará un proceso de modificación genética mediante la selección de las mejores semillas, las de las plantas que dan más grano, para la siguiente cosecha. En algunos yacimientos se han encontrado hoces rudimentarias para segar pertenecientes a esta época.


Detalle de la mano de Gladiator acariciando el trigo de un campo al atardecer


En Afroeurasia este avance surgirá de forma independiente en cuatro focos distintos… Por un lado tenemos la zona de Sumeria y Mesopotamia, donde se cultiva trigo y cebada. En el norte del río Nilo los vientos que soplan hacia el interior, permitiendo su navegación en ambos sentidos dependiendo del uso de las velas, convertirán con el tiempo a Egipto en un imperio muy estable y duradero… A la zona en forma de media luna que incluye a los ríos Nilo, Tigris y Éufrates se le conoce con el nombre de Creciente Fértil. El tercer foco de desarrollo aparece en la actual zona de Afganistán e India, y el cuarto un poco más lejos, al este de China, con el cultivo de arroz.

También aparecen focos de futuras civilizaciones en América, con lo que luego serían los Aztecas y Mayas en Méjico, donde predomina el maíz, y más al sur los Incas en Perú. Como ya comentamos en otra ocasión, el hecho de que las cuatro regiones de Afroeurasia estuviesen mejor comunicadas entre sí y en latitudes similares favoreció que progresaran más rápidamente que las de América, distribuidas a lo largo de un eje norte-sur, ya que las primeras podían intercambiar ideas y productos, aplicando los descubrimientos de las otras y compartiendo cultivos y animales domésticos que funcionaban bien por tener todas climas parecidos.


Ilustración de una aldea neolítica con cabañas, animales domésticos y agricultura


También hace 12.000 años se generalizan las actividades ganaderas, y se produce la domesticación de la cabra y la oveja. Esto presenta claras ventajas, como el suministro regular y abundante de carne y tal vez el consumo de leche, pero aparecen también algunos inconvenientes: el vivir en contacto íntimo con otras especies da lugar a la aparición de nuevas enfermedades. El paso de cazadores-recolectores nómadas a agricultores-ganaderos hace que no tengamos que pasar la mayor parte del día buscando alimento, o movernos a otras zonas cuando este escasea, así que los Sapiens nos volvemos sedentarios y nos establecemos en un lugar concreto. Los excedentes de grano permiten la especialización de los individuos en una tarea determinada y por tanto se suceden los descubrimientos y avances a más velocidad.

Precisamente debido a este grano y este ganado que hay que cuidar aparece un sentido de la propiedad más marcado… Seguramente había habido luchas entre grupos de vez en cuando, tal vez por el dominio de territorios con mejor caza y más alimentos, desde el mismo amanecer de la Humanidad, pero ahora los grupos son más grandes, están más organizados y tienen un líder, y unas malas cosechas derivadas de la sequía o la pérdida de ganado a manos de una epidemia pueden empujar a una de estas tribus a saquear otros poblados de forma sistemática. Uno de cada diez esqueletos encontrados pertenecientes a esta época muestra signos de violencia, y se ha concluido a partir del análisis de los huesos que estos granjeros vivían en promedio cinco años menos que sus ancestros cazadores. Igual que ocurre con las consecuencias positivas del desarrollo, también las guerras se producirán a una escala cada vez mayor… Un gran cerebro implica una gran responsabilidad, y no está muy claro que los Sapiens seamos realmente tan sabios como nuestro nombre indica.


Relieve antiguo de un guerrero montando a caballo y a punto de disparar un arco


Aparecen las primeras ciudades, necesarias para proteger los rebaños y las reservas de grano de manera eficiente, con una jerarquización más clara de la población y un comercio cada vez más intenso. Las ciudades dan paso a los reinos y estos a su vez a los imperios: es el nacimiento de la Civilización actual. El progreso se vuelve exponencial, y construimos edificios, monumentos, palacios y fortalezas cada vez más grandes. También pensamos en el Más Allá y nos preocupamos por lo que hay después de la Muerte, con rituales de enterramiento más elaborados que darán paso a las grandes religiones organizadas.

Hace 12.000 años termina el Paleolítico (la Edad de Piedra Antigua) y comienza el Mesolítico, un periodo de transición que desemboca hace 10.000 años en el Neolítico, una Nueva Edad de Piedra caracterizada por el uso de herramientas pulimentadas. Aparecen las primeras construcciones de ladrillo, y hace 8.500 años empieza la Edad de los Metales, con la fabricación de utensilios, armas y adornos de cobre y después de bronce. Hace unos 7.500 años aparecen los tornos de alfarero, en los que se utiliza por primera vez el giro de una rueda alrededor de un eje; más adelante se ampliará su uso al transporte más fácil de cargas y personas. Hace 6.000 años se produce la domesticación del caballo y de las gallinas.


Expositor de un museo con diversos objetos prehistóricos de metal y un esqueleto de fondo


Hasta este momento el lenguaje hablado nos había ayudado a trabajar en equipo y compartir conocimientos, aumentándolos y refinándolos de generación en generación, pero esto requería una transmisión de boca a oreja y a veces la línea de maestros y aprendices quedaba truncada por accidente, produciéndose un salto hacia atrás; la memoria de los individuos es un soporte efímero ya que todos hemos de morir algún día, llevándonos tal vez nuestros secretos a la tumba. Esto cambiará sin embargo hace unos 5.500 años con la aparición en Mesopotamia de la escritura cuneiforme, realizada con un punzón sobre una tabla de arcilla fresca y usada inicialmente como sistema de contabilidad del grano y el ganado.

La escritura es un modo de comunicación exclusivo de los Sapiens que consiste en una colección de símbolos gráficos para representar conceptos generales o palabras y sonidos de un idioma (por aquel entonces, lógicamente, los distintos grupos separados geográficamente habían desarrollado idiomas diferentes hacía ya mucho). Esto permite que la información perdure más en el Tiempo que con la transmisión oral y pueda ser consultada por otras personas incluso después de la muerte del que la registró… Por tanto, los documentos escritos acerca de nuestras actividades, en distintos soportes más o menos duraderos (arcilla, papiro, pergamino, papel), se añaden a los fósiles, utensilios, construcciones y restos hallados bajo tierra en la lista de las herramientas que nos permiten descifrar nuestro propio Pasado: aquí acaba la Prehistoria y comienza la Historia propiamente dicha.


Muestra de escritura antigua en una tabla de arcilla


Llegados a este punto, dejadme hacer un par de puntualizaciones acerca de nuestro cerebro. La zona frontal, que es la que se desarrolló más en los Homo Sapiens, es la encargada de la atención a largo plazo y el pensamiento abstracto y simbólico, que nos permite reflexionar sobre el Pasado y hacer planes para el Futuro. El cerebro supone el 2% de nuestro peso y sin embargo consume el 25% de nuestra energía, quinientas de las dos mil calorías ingeridas diariamente, pero este gasto vale la pena porque nos ha proporcionado la flexibilidad y la capacidad de adaptación que nos han llevado hasta donde estamos ahora… Paradójicamente, en los últimos 10.000 ó 20.000 años nuestro cerebro ha reducido un poco su tamaño, pasando en promedio de 1500 a 1350 cm3, tal vez en proporción a un cuerpo también más pequeño (por las temperaturas más cálidas), o porque se ha hecho más eficiente, o porque parte de la información que necesitamos está ahora almacenada externamente (en tablillas, rollos o libros, y posteriormente en computadoras, o en el cerebro de otras personas con las que cooperamos).

En lo que respecta a nuestro ADN, no cabe duda de que hoy en día seguimos evolucionando; el proceso no se ha detenido y siguen dándose mutaciones beneficiosas, como la ocurrida hace entre 5.000 y 10.000 años, y que presenta un tercio de la población actual, de poder digerir la leche siendo ya adultos. Como dijimos hace un par de semanas, una pequeña parte de nuestros genes actuales procede de nuestra conviviencia con otras especies de Homínidos en los últimos 200.000 años: en concreto, los europeos y asiáticos tienen en torno a un 2% de genes Neanderthales, mientras los africanos presentan un 0%. Por otro lado, los habitantes del sudeste asiático y las islas del Pacífico tienen un porcentaje similar de material genético heredado de los Denisovanos, alcanzando en algunos casos concretos el 4% o el 6%.


Representación por ordenador de una megaciudad antigua con un gran templo


Habiendo llegado al descubrimiento de la escritura, doy por concluida esta cronología de los homínidos, no sin antes recalcar que el conocimiento que de ella tenemos es en cierto modo provisional: siempre puede aparecer una muestra más antigua que las hasta ahora conocidas de una determinada actividad o cambio entre los muchos comentados aquí, lo que nos obligaría a modificar nuestras teorías… En cuanto al descubrimiento de la agricultura con el que comenzábamos esta entrega, hizo que la población total de Sapiens, de tal vez un millón de individuos, empezase a aumentar hasta llegar a unos 170 millones hace 2.000 años. Habría que esperar a la Revolución Industrial y los dos últimos siglos para observar un aumento tan acelerado de la población, hasta los 7700 millones actuales.

Hoy en día hemos crecido tanto en número que hemos puesto en peligro o extinguido a incontables variedades de animales y plantas, y nuestro propio Futuro afronta importantes retos en relación con la escasez de alimentos y combustibles fósiles, el cambio climático y el deterioro de la Biosfera, pero este es un tema que ya hemos tratado en el blog y no toca hablar de ello ahora… La semana que viene, en la quinta y última entrega de esta entrada múltiple, nos esforzaremos por averiguar si hay algo que los Sapiens sepamos hacer que ninguna otra especie animal sepa, ni siquiera a pequeña escala; trataremos de ver por tanto qué es lo que nos hace Humanos, y si somos o no tan especiales como nos creemos.


Cartel publicitario de la serie "Humanidad: La Historia de Todos Nosotros", del Canal Historia

lunes, 25 de noviembre de 2019

Humanos (III)


Una vez vista la cronología de los demás Homínidos durante los últimos siete millones de años llega el momento de hablar con detenimiento de Homo Sapiens (“Hombre Sabio”), es decir, de nosotros. Empezamos a evolucionar como especie diferenciada hace entre 300.000 y 200.000 años, en el nordeste africano, el llamado Cuerno de África; seguramente procedemos del Homo Heidelbergensis, y antes de él del Erectus. Los Sapiens de esta época son anatómicamente muy similares a los actuales, aunque hasta hace unos 70.000 años no desarrollamos un lenguaje moderno y un pensamiento abstracto, gracias a una serie de mutaciones genéticas afortunadas. Los humanos de hace 200.000 años son de complexión más ligera que sus ancestros, con un cráneo de 1500 cm3, menos achatado y con la frente más vertical, y el arco ciliar menos sobresaliente. En esta época ni los Sapiens ni los demás Homos teníamos un impacto relevante sobre el Planeta, éramos tan solo un puñado de especies más.

Como ya he comentado, controlábamos el fuego, y con el paso del Tiempo iríamos sofisticando poco a poco nuestras técnicas. Hace 170.000 años usamos por primera vez prendas para vestir. No somos los únicos en usar herramientas y armas, pero sí los que las hemos sofisticado al máximo. Hace 165.000 años hay evidencias de que los Sapiens de Sudáfrica recogen y cocinan marisco, y hace 130.000 años hay pruebas de intercambio de productos entre distintos grupos a largas distancias en el norte del continente. De hace 100.000 años son las primeras estructuras constructivas, con unos bloques de arenisca en forma de semicírculo, en Egipto; y hacia la misma época aparecen en Israel pruebas de un ritual de enterramiento, con quince cuerpos junto a los cuales se colocó diversos objetos. También se conservan arpones para pescar y agujas para perforar de 80.000 años de edad; y una roca de 77.000 años, procedente de Sudáfrica, con una serie de marcas claramente organizadas que podrían ser una primera muestra de arte abstracto o tal vez, cosa aún más extraordinaria, algún tipo de registro de información.


Grupo de cazadores-recolectores similar al Homo Sapiens en África hace 200.000 años


Hace alrededor de 75.000 años se produce la erupción de un supervolcán en Sumatra y las cenizas en suspensión, al bloquear la luz solar, dan lugar a un invierno de diez años, con más hielo en los polos, una bajada del nivel de las aguas, un aumento del tamaño del Sáhara hasta el doble del anterior y una temporada de fuertes sequías. Estos cambios casi acaban con los Sapiens, quedando solo unos pocos miles de individuos en el litoral de África; es lo que se conoce como cuello de botella evolutivo. Todos nosotros descendemos de estos pocos supervivientes, y por eso nuestra diversidad genética incluso hoy en día es mucho menor que la de los chimpancés.

Hace 50.000 años se acelera el ritmo de las innovaciones: tenemos unas herramientas y una Cultura más sofisticadas y la habilidad de transmitir conocimientos complejos a la siguiente generación. Nuestra principal ventaja radica en la capacidad de trabajar en equipo en grandes números, incluso con desconocidos (cosa que pueden hacer por ejemplo las abejas pero no los chimpancés) y a la vez en tareas complejas y flexibles (cosa que pueden hacer los chimpancés pero no las abejas). También hay que recalcar que los hombres y mujeres de hace 50.000 años eran supervivientes natos, con cuerpos de atleta, mentes alertas y grandes conocimientos sobre su entorno, y aunque actualmente sabemos mucho más en conjunto como especie, ellos eran mejores que nosotros a nivel individual, e incluso tenían un poco más de capacidad craneal.


Mapa con las distintas migraciones de Homo Sapiens fuera de África desde hace 120.000 años


Desde hace unos 130.000 años algunos grupos de Sapiens pasan a la península arábiga y comienzan a expandirse fuera de África, como ya antes lo habían hecho otras especies del género Homo (Erectus, por ejemplo), aunque la oleada más importante se produce hace 70.000 años. Una de las posibles razones para estas migraciones serían los cambios en el clima del Planeta… A esta teoría de que todos nosotros procedemos del continente africano, la más aceptada actualmente por los expertos, se la conoce como la hipótesis Out of Africa. La cronología de las distintas fases migratorias se consigue gracias a la datación de los fósiles y utensilios encontrados y al análisis del ADN tanto antiguo como actual en los distintos puntos del Planeta (En relación con esto, otra prueba a favor de la hipótesis Out of Africa radica en que la mayor diversidad genética humana se encuentra actualmente en este continente).

Centrándonos en la oleada más relevante, hace 70.000 años los Sapiens llegan al sudoeste y después al sudeste de Asia, hace 50.000 años pasan a Australia y hace 40.000 años llegan a Europa. Recordemos que más o menos en esta época pasamos a ser la última especie humana sobre la faz de la Tierra, al extinguirse los Neanderthales y Denisovanos precisamente en las zonas a las que habíamos migrado… ¿Coincidencia? No lo creo. Hace 30.000 años llegamos a Nueva Guinea y hace 25.000 a Siberia. Hace unos 15.000 años pasamos a Norteamérica, entrando por Alaska gracias a las masas de hielo sólido que había por entonces en el estrecho de Bering. Desde allí nos desplazamos hacia el sur; 12.000 años es la edad del cráneo humano más antiguo encontrado en Sudamérica, más concretamente en Brasil. Con el paso del Tiempo hemos conseguido colonizar todos los rincones de la Tierra y sobrevivir en todos los climas, del más cálido al más frío; en la actualidad más del 80% de la tierra firme del Planeta ha sido directamente afectada por Sapiens.


Pinturas rupestres de la cueva de Chauvet, con caballos, rinocerontes y toros


Pero volvamos un poco atrás para hablar de otros aspectos… De entre hace 60.000 y 40.000 años son las pinturas más antiguas encontradas por ahora, dibujos de animales en placas de piedra descubiertas en Namibia. Posteriormente aparece el primer arte rupestre, realizado en las paredes de las cuevas; una de las muestras más antiguas se encontró en las cuevas de Chauvet, al sur de Francia, hace un cuarto de siglo, y data de hace 32.000 años. Algunas de las pinturas que se solapan en una misma pared de estas cuevas difieren hasta en 5.000 años en el Tiempo; resulta muy difícil para nosotros, en nuestro mundo actual cambiante y acelerado, hacernos a la idea de ocupaciones de un lugar tan prolongadas y periodos de Tiempo tan vastos en los que no había prácticamente ningún cambio en el entorno ni en el estilo de vida…

Hace 40.000 años, y sin salir por ejemplo de Alemania, tenemos muestras de instrumentos musicales (una flauta de marfil de tres agujeros y cinco notas) y del primer arte escultórico figurativo tanto humano (la figura tallada de una mujer, una Venus) como zoomorfo (una figura hecha de marfil de mamut que representa a un ser mitad gato mitad hombre). Todo hace pensar que por entonces los Sapiens ya tenían un pensamiento mítico, complejo. Y a esto se añade la comunicación simbólica, el expresarnos a través de nuestros objetos: collares, pendientes, tatuajes… Hace 30.000 ó 20.000 años se produce la domesticación de los primeros lobos, con individuos especialmente dóciles que se convertirían en los antepasados del perro, y hace 15.000 años se domestica el cerdo a partir del jabalí. De hace 17.000 años son los recipientes de arcilla más antiguos conocidos, aunque las primeras figuras hechas de este material tienen una edad de unos 25.000 años. Hace 14.000 años la población mundial de Sapiens ronda entre los 100.000 y los 300.000 individuos.


Escultura de pequeño tamaño de la Venus de Hohlefels, de las primeras hechas por el Hombre


Ya desde hace 100.000 años se había ido produciendo, dependiendo del lugar geográfico, una gradación en los tonos de piel de los distintos grupos de Sapiens (inicialmente todos negros, recordemos); si el clima no varía mucho, se tarda unos pocos miles de años en ajustar el color de la piel a las características de un lugar determinado. Hace 30.000 años un cambio en la inclinación del eje de rotación terrestre genera una bajada general de temperaturas, una era glacial, que dura hasta hace 15.000 años. Un tercio de la Tierra queda cubierto por el hielo, y los humanos de Europa y el norte de Asia tienen que adaptarse a vivir entre glaciares así que, como ya no necesitan la protección de la melanina contra el Sol, se van volviendo blancos y rubios poco a poco. Los primeros europeos de piel muy clara aparecen hace unos 13.000 años. Y a adaptarnos a estos cambios y sobrevivir nos ayuda no solo la genética sino también nuestra propia inteligencia: nos confeccionamos ropa con pieles y agujas de hueso para protegernos del frío.

Durante esta última glaciación había en Europa tigres dientes de sable, mamuts, rinocerontes lanudos, caballos, ciervos (y sus parientes gigantes, los megaloceros), renos, bisontes, antílopes, leones, lobos, osos de las cavernas… Hace entre 15.000 y 10.000 años se extinguen varias especies de megafauna de entre las aquí citadas (Lo que me recuerda que he de hacer una aclaración para los muy despistados: los dinosaurios se extinguieron hace 66 millones de años, cuando nosotros no éramos más que un pequeño roedor, y por tanto no pueden haber coexistido con los humanos… Cierro paréntesis). Hace 12.000 años ya no hace tanto frío y la población mundial de Sapiens es más o menos de un millón… Será entonces cuando se producirá un descubrimiento extraordinario que hará que el progreso de la Humanidad alcance un ritmo exponencial… pero de eso hablaremos la semana que viene.


Varios Homo Sapiens europeos cazando un mamut en un paisaje nevado