lunes, 25 de noviembre de 2019

Humanos (III)


Una vez vista la cronología de los demás Homínidos durante los últimos siete millones de años llega el momento de hablar con detenimiento de Homo Sapiens (“Hombre Sabio”), es decir, de nosotros. Empezamos a evolucionar como especie diferenciada hace entre 300.000 y 200.000 años, en el nordeste africano, el llamado Cuerno de África; seguramente procedemos del Homo Heidelbergensis, y antes de él del Erectus. Los Sapiens de esta época son anatómicamente muy similares a los actuales, aunque hasta hace unos 70.000 años no desarrollamos un lenguaje moderno y un pensamiento abstracto, gracias a una serie de mutaciones genéticas afortunadas. Los humanos de hace 200.000 años son de complexión más ligera que sus ancestros, con un cráneo de 1500 cm3, menos achatado y con la frente más vertical, y el arco ciliar menos sobresaliente. En esta época ni los Sapiens ni los demás Homos teníamos un impacto relevante sobre el Planeta, éramos tan solo un puñado de especies más.

Como ya he comentado, controlábamos el fuego, y con el paso del Tiempo iríamos sofisticando poco a poco nuestras técnicas. Hace 170.000 años usamos por primera vez prendas para vestir. No somos los únicos en usar herramientas y armas, pero sí los que las hemos sofisticado al máximo. Hace 165.000 años hay evidencias de que los Sapiens de Sudáfrica recogen y cocinan marisco, y hace 130.000 años hay pruebas de intercambio de productos entre distintos grupos a largas distancias en el norte del continente. De hace 100.000 años son las primeras estructuras constructivas, con unos bloques de arenisca en forma de semicírculo, en Egipto; y hacia la misma época aparecen en Israel pruebas de un ritual de enterramiento, con quince cuerpos junto a los cuales se colocó diversos objetos. También se conservan arpones para pescar y agujas para perforar de 80.000 años de edad; y una roca de 77.000 años, procedente de Sudáfrica, con una serie de marcas claramente organizadas que podrían ser una primera muestra de arte abstracto o tal vez, cosa aún más extraordinaria, algún tipo de registro de información.


Grupo de cazadores-recolectores similar al Homo Sapiens en África hace 200.000 años


Hace alrededor de 75.000 años se produce la erupción de un supervolcán en Sumatra y las cenizas en suspensión, al bloquear la luz solar, dan lugar a un invierno de diez años, con más hielo en los polos, una bajada del nivel de las aguas, un aumento del tamaño del Sáhara hasta el doble del anterior y una temporada de fuertes sequías. Estos cambios casi acaban con los Sapiens, quedando solo unos pocos miles de individuos en el litoral de África; es lo que se conoce como cuello de botella evolutivo. Todos nosotros descendemos de estos pocos supervivientes, y por eso nuestra diversidad genética incluso hoy en día es mucho menor que la de los chimpancés.

Hace 50.000 años se acelera el ritmo de las innovaciones: tenemos unas herramientas y una Cultura más sofisticadas y la habilidad de transmitir conocimientos complejos a la siguiente generación. Nuestra principal ventaja radica en la capacidad de trabajar en equipo en grandes números, incluso con desconocidos (cosa que pueden hacer por ejemplo las abejas pero no los chimpancés) y a la vez en tareas complejas y flexibles (cosa que pueden hacer los chimpancés pero no las abejas). También hay que recalcar que los hombres y mujeres de hace 50.000 años eran supervivientes natos, con cuerpos de atleta, mentes alertas y grandes conocimientos sobre su entorno, y aunque actualmente sabemos mucho más en conjunto como especie, ellos eran mejores que nosotros a nivel individual, e incluso tenían un poco más de capacidad craneal.


Mapa con las distintas migraciones de Homo Sapiens fuera de África desde hace 120.000 años


Desde hace unos 130.000 años algunos grupos de Sapiens pasan a la península arábiga y comienzan a expandirse fuera de África, como ya antes lo habían hecho otras especies del género Homo (Erectus, por ejemplo), aunque la oleada más importante se produce hace 70.000 años. Una de las posibles razones para estas migraciones serían los cambios en el clima del Planeta… A esta teoría de que todos nosotros procedemos del continente africano, la más aceptada actualmente por los expertos, se la conoce como la hipótesis Out of Africa. La cronología de las distintas fases migratorias se consigue gracias a la datación de los fósiles y utensilios encontrados y al análisis del ADN tanto antiguo como actual en los distintos puntos del Planeta (En relación con esto, otra prueba a favor de la hipótesis Out of Africa radica en que la mayor diversidad genética humana se encuentra actualmente en este continente).

Centrándonos en la oleada más relevante, hace 70.000 años los Sapiens llegan al sudoeste y después al sudeste de Asia, hace 50.000 años pasan a Australia y hace 40.000 años llegan a Europa. Recordemos que más o menos en esta época pasamos a ser la última especie humana sobre la faz de la Tierra, al extinguirse los Neanderthales y Denisovanos precisamente en las zonas a las que habíamos migrado… ¿Coincidencia? No lo creo. Hace 30.000 años llegamos a Nueva Guinea y hace 25.000 a Siberia. Hace unos 15.000 años pasamos a Norteamérica, entrando por Alaska gracias a las masas de hielo sólido que había por entonces en el estrecho de Bering. Desde allí nos desplazamos hacia el sur; 12.000 años es la edad del cráneo humano más antiguo encontrado en Sudamérica, más concretamente en Brasil. Con el paso del Tiempo hemos conseguido colonizar todos los rincones de la Tierra y sobrevivir en todos los climas, del más cálido al más frío; en la actualidad más del 80% de la tierra firme del Planeta ha sido directamente afectada por Sapiens.


Pinturas rupestres de la cueva de Chauvet, con caballos, rinocerontes y toros


Pero volvamos un poco atrás para hablar de otros aspectos… De entre hace 60.000 y 40.000 años son las pinturas más antiguas encontradas por ahora, dibujos de animales en placas de piedra descubiertas en Namibia. Posteriormente aparece el primer arte rupestre, realizado en las paredes de las cuevas; una de las muestras más antiguas se encontró en las cuevas de Chauvet, al sur de Francia, hace un cuarto de siglo, y data de hace 32.000 años. Algunas de las pinturas que se solapan en una misma pared de estas cuevas difieren hasta en 5.000 años en el Tiempo; resulta muy difícil para nosotros, en nuestro mundo actual cambiante y acelerado, hacernos a la idea de ocupaciones de un lugar tan prolongadas y periodos de Tiempo tan vastos en los que no había prácticamente ningún cambio en el entorno ni en el estilo de vida…

Hace 40.000 años, y sin salir por ejemplo de Alemania, tenemos muestras de instrumentos musicales (una flauta de marfil de tres agujeros y cinco notas) y del primer arte escultórico figurativo tanto humano (la figura tallada de una mujer, una Venus) como zoomorfo (una figura hecha de marfil de mamut que representa a un ser mitad gato mitad hombre). Todo hace pensar que por entonces los Sapiens ya tenían un pensamiento mítico, complejo. Y a esto se añade la comunicación simbólica, el expresarnos a través de nuestros objetos: collares, pendientes, tatuajes… Hace 30.000 ó 20.000 años se produce la domesticación de los primeros lobos, con individuos especialmente dóciles que se convertirían en los antepasados del perro, y hace 15.000 años se domestica el cerdo a partir del jabalí. De hace 17.000 años son los recipientes de arcilla más antiguos conocidos, aunque las primeras figuras hechas de este material tienen una edad de unos 25.000 años. Hace 14.000 años la población mundial de Sapiens ronda entre los 100.000 y los 300.000 individuos.


Escultura de pequeño tamaño de la Venus de Hohlefels, de las primeras hechas por el Hombre


Ya desde hace 100.000 años se había ido produciendo, dependiendo del lugar geográfico, una gradación en los tonos de piel de los distintos grupos de Sapiens (inicialmente todos negros, recordemos); si el clima no varía mucho, se tarda unos pocos miles de años en ajustar el color de la piel a las características de un lugar determinado. Hace 30.000 años un cambio en la inclinación del eje de rotación terrestre genera una bajada general de temperaturas, una era glacial, que dura hasta hace 15.000 años. Un tercio de la Tierra queda cubierto por el hielo, y los humanos de Europa y el norte de Asia tienen que adaptarse a vivir entre glaciares así que, como ya no necesitan la protección de la melanina contra el Sol, se van volviendo blancos y rubios poco a poco. Los primeros europeos de piel muy clara aparecen hace unos 13.000 años. Y a adaptarnos a estos cambios y sobrevivir nos ayuda no solo la genética sino también nuestra propia inteligencia: nos confeccionamos ropa con pieles y agujas de hueso para protegernos del frío.

Durante esta última glaciación había en Europa tigres dientes de sable, mamuts, rinocerontes lanudos, caballos, ciervos (y sus parientes gigantes, los megaloceros), renos, bisontes, antílopes, leones, lobos, osos de las cavernas… Hace entre 15.000 y 10.000 años se extinguen varias especies de megafauna de entre las aquí citadas (Lo que me recuerda que he de hacer una aclaración para los muy despistados: los dinosaurios se extinguieron hace 66 millones de años, cuando nosotros no éramos más que un pequeño roedor, y por tanto no pueden haber coexistido con los humanos… Cierro paréntesis). Hace 12.000 años ya no hace tanto frío y la población mundial de Sapiens es más o menos de un millón… Será entonces cuando se producirá un descubrimiento extraordinario que hará que el progreso de la Humanidad alcance un ritmo exponencial… pero de eso hablaremos la semana que viene.


Varios Homo Sapiens europeos cazando un mamut en un paisaje nevado

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