Una vez vista
la cronología de los demás Homínidos durante los últimos siete millones de años llega el momento de hablar con detenimiento de Homo Sapiens
(“Hombre Sabio”), es decir, de nosotros. Empezamos a evolucionar como especie
diferenciada hace entre 300.000 y 200.000 años, en el nordeste africano, el
llamado Cuerno de África; seguramente procedemos del Homo Heidelbergensis, y
antes de él del Erectus. Los Sapiens de esta época son anatómicamente muy
similares a los actuales, aunque hasta hace unos 70.000 años no desarrollamos
un lenguaje moderno y un pensamiento abstracto, gracias a una serie de
mutaciones genéticas afortunadas. Los humanos de hace 200.000 años son de complexión
más ligera que sus ancestros, con un cráneo de 1500 cm3, menos
achatado y con la frente más vertical, y el arco ciliar menos sobresaliente. En
esta época ni los Sapiens ni los demás Homos teníamos un impacto relevante
sobre el Planeta, éramos tan solo un puñado de especies más.
Como ya he comentado, controlábamos el fuego,
y con el paso del Tiempo iríamos sofisticando poco a poco nuestras técnicas. Hace 170.000 años usamos por
primera vez prendas para vestir. No somos los únicos en usar herramientas y
armas, pero sí los que las hemos sofisticado al máximo. Hace 165.000 años hay
evidencias de que los Sapiens de Sudáfrica recogen y cocinan marisco, y hace 130.000
años hay pruebas de intercambio de productos entre distintos grupos a largas
distancias en el norte del continente. De hace 100.000 años son las primeras
estructuras constructivas, con unos bloques de arenisca en forma de
semicírculo, en Egipto; y hacia la misma época aparecen en Israel pruebas de un
ritual de enterramiento, con quince cuerpos junto a los cuales se colocó diversos
objetos. También se conservan arpones para pescar y agujas para perforar de
80.000 años de edad; y una roca de 77.000 años, procedente de Sudáfrica, con una
serie de marcas claramente organizadas
que podrían ser una primera muestra de arte abstracto o tal vez, cosa aún más extraordinaria,
algún tipo de registro de información.
Hace alrededor de 75.000 años se produce la erupción de un supervolcán en Sumatra
y las cenizas en suspensión, al bloquear la luz solar, dan lugar a un invierno
de diez años, con más hielo en los polos, una bajada del nivel de las aguas, un
aumento del tamaño del Sáhara hasta el doble del anterior y una temporada de
fuertes sequías. Estos cambios casi acaban con los Sapiens, quedando solo unos
pocos miles de individuos en el litoral de África; es lo que se conoce como
cuello de botella evolutivo. Todos nosotros descendemos de estos pocos
supervivientes, y por eso nuestra diversidad genética incluso hoy en día es mucho
menor que la de los chimpancés.
Hace 50.000 años se acelera el ritmo de las innovaciones: tenemos unas herramientas
y una Cultura más sofisticadas y la habilidad de transmitir conocimientos
complejos a la siguiente generación. Nuestra principal ventaja radica en la
capacidad de trabajar en equipo en grandes números, incluso con desconocidos (cosa
que pueden hacer por ejemplo las abejas pero no los chimpancés) y a la vez en
tareas complejas y flexibles (cosa que pueden hacer los chimpancés pero no las
abejas). También hay que recalcar que los hombres y mujeres de hace 50.000 años
eran supervivientes natos, con
cuerpos de atleta, mentes alertas y grandes conocimientos sobre su entorno, y
aunque actualmente sabemos mucho más en conjunto como especie, ellos eran
mejores que nosotros a nivel individual, e incluso tenían un poco más de
capacidad craneal.
Desde hace unos 130.000 años algunos grupos de Sapiens pasan a la península
arábiga y comienzan a expandirse fuera de África, como ya antes lo habían hecho
otras especies del género Homo (Erectus, por ejemplo), aunque la oleada más
importante se produce hace 70.000 años. Una de las posibles razones para estas
migraciones serían los cambios en el clima del Planeta… A esta teoría de que
todos nosotros procedemos del continente africano, la más aceptada actualmente
por los expertos, se la conoce como la hipótesis Out of Africa.
La cronología de las distintas fases migratorias se consigue gracias a la
datación de los fósiles y utensilios encontrados y al análisis del ADN tanto antiguo como actual
en los distintos puntos del Planeta (En relación con esto, otra prueba a favor
de la hipótesis Out of Africa radica en que la mayor diversidad genética humana
se encuentra actualmente en este continente).
Centrándonos en
la oleada más relevante, hace 70.000 años los Sapiens llegan al sudoeste y
después al sudeste de Asia, hace 50.000 años pasan a Australia y hace 40.000 años
llegan a Europa. Recordemos que más o menos en esta época pasamos a ser la
última especie humana sobre la faz de la Tierra, al extinguirse los
Neanderthales y Denisovanos precisamente en las zonas a las que habíamos
migrado… ¿Coincidencia? No lo creo.
Hace 30.000 años llegamos a Nueva Guinea y hace 25.000 a Siberia. Hace unos 15.000
años pasamos a Norteamérica, entrando por Alaska gracias a las masas de hielo
sólido que había por entonces en el estrecho de Bering. Desde allí nos
desplazamos hacia el sur; 12.000 años es la edad del cráneo humano más antiguo
encontrado en Sudamérica, más concretamente en Brasil. Con el paso del Tiempo hemos conseguido colonizar
todos los rincones de la Tierra y
sobrevivir en todos los climas, del más cálido al más frío; en la actualidad
más del 80% de la tierra firme del Planeta ha sido directamente afectada por
Sapiens.
Pero volvamos un poco atrás para hablar de otros aspectos… De entre hace 60.000
y 40.000 años son las pinturas más antiguas encontradas por ahora, dibujos de animales
en placas de piedra descubiertas en Namibia. Posteriormente aparece el primer
arte rupestre, realizado en las paredes de las cuevas; una de las muestras más
antiguas se encontró en las cuevas de Chauvet, al sur de Francia, hace un
cuarto de siglo, y data de hace 32.000 años.
Algunas de las pinturas que se solapan en una misma pared de estas cuevas difieren
hasta en 5.000 años en el Tiempo; resulta muy difícil para nosotros, en nuestro
mundo actual cambiante y acelerado, hacernos a la idea de ocupaciones de un
lugar tan prolongadas y periodos de Tiempo tan vastos en los que no había prácticamente
ningún cambio en el entorno ni en el estilo de vida…
Hace 40.000 años, y sin salir por ejemplo de Alemania, tenemos muestras de
instrumentos musicales (una flauta de marfil de tres agujeros y cinco notas) y del
primer arte escultórico figurativo
tanto humano (la figura tallada de una mujer, una Venus) como zoomorfo (una figura
hecha de marfil de mamut que representa a un ser mitad gato mitad hombre). Todo
hace pensar que por entonces los Sapiens ya tenían un pensamiento mítico,
complejo. Y a esto se añade la comunicación simbólica, el expresarnos a través
de nuestros objetos: collares, pendientes, tatuajes… Hace 30.000 ó 20.000 años
se produce la domesticación de los primeros lobos,
con individuos especialmente dóciles que se convertirían en los antepasados del
perro, y hace 15.000 años se domestica el cerdo a partir del jabalí. De hace 17.000
años son los recipientes de arcilla más antiguos conocidos, aunque las primeras
figuras hechas de este material tienen una edad de unos 25.000 años. Hace 14.000
años la población mundial de Sapiens ronda entre los 100.000 y los 300.000
individuos.
Ya desde hace 100.000 años se había ido produciendo, dependiendo del lugar
geográfico, una gradación en los tonos de piel de los distintos grupos de
Sapiens (inicialmente todos negros, recordemos); si el clima no varía mucho, se
tarda unos pocos miles de años
en ajustar el color de la piel a las características de un lugar determinado. Hace
30.000 años un cambio en la inclinación del eje de rotación terrestre genera
una bajada general de temperaturas, una era glacial, que
dura hasta hace 15.000 años. Un tercio de la Tierra queda cubierto por el hielo,
y los humanos de Europa y el norte de Asia tienen que adaptarse a vivir entre glaciares
así que, como ya no necesitan la protección de la melanina contra el Sol, se
van volviendo blancos y rubios poco a poco. Los primeros europeos de piel muy clara aparecen
hace unos 13.000 años.
Y a adaptarnos a estos cambios y sobrevivir nos ayuda no solo la genética sino
también nuestra propia inteligencia: nos confeccionamos ropa con pieles y
agujas de hueso para protegernos del frío.
Durante esta última glaciación había en Europa tigres dientes de sable, mamuts, rinocerontes lanudos, caballos, ciervos (y sus parientes gigantes, los
megaloceros), renos, bisontes, antílopes, leones, lobos, osos de las cavernas…
Hace entre 15.000 y 10.000 años se extinguen varias especies de megafauna de
entre las aquí citadas (Lo que me recuerda que he de hacer una aclaración para
los muy despistados: los dinosaurios se extinguieron hace 66 millones de años,
cuando nosotros no éramos más que un pequeño roedor,
y por tanto no pueden haber coexistido con los humanos…
Cierro paréntesis). Hace 12.000 años ya no hace tanto frío y la población
mundial de Sapiens es más o menos de un millón… Será entonces cuando se
producirá un descubrimiento extraordinario que hará que el progreso de la
Humanidad alcance un ritmo exponencial… pero de eso hablaremos la semana que
viene.
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