martes, 27 de marzo de 2018

Se me Acumula la Faena


También esta semana me ha quedado poco rato para redactar la entrada del blog (sobre todo teniendo en cuenta que con el cambio de horario del sábado noche a las dos se han hecho las tres y hemos perdido una hora), así que he decidido explicaros precisamente en qué he ocupado el finde (gran parte del tiempo de lunes a viernes lo tengo totalmente hipotecado con las tareas del trabajo). Estoy contento, porque hacía bastante que no tenía tantos saraos juntos en tan pocos días… En un par de estos compromisos he visto a antiguos compañeros por primera vez en meses o incluso años, otro lo he compartido con habituales de mi día a día y en otro he hecho nuevas amistades.

Empiezo por la tarde-noche del jueves, con una charla sobre Matemáticas en el Pub Liverpool de Russafa, en la onda de varias iniciativas similares que vienen teniendo lugar en distintos puntos de Valencia (y otras ciudades) en los últimos años. Me pasé más que nada porque estaba cerca de mi casa; no fue de lo mejor que he visto en mi vida en cuanto a divulgación científica, pero supongo que el nivel irá mejorando y los detalles puliéndose poco a poco. Después de la conferencia tuve el placer de quedarme un rato charlando de esto y de aquello con algunos de los asistentes, que resultaron ser bastante majetes.




El viernes por la noche tuve una cena en el Aladroc para celebrar el cumpleaños, reciente maternidad y visita a Valencia de una antigua amiga del 15-M que ahora mismo está viviendo en Grenoble, en Francia. Fue una buena ocasión para verla no solo a ella, su pareja y su niña, sino también a otros compañeros de este entorno con los que ya no suelo coincidir tan a menudo. La charla fue saltando del Procés catalán al feminismo, de las pensiones a la calidad del transporte público o de la gentrificación a los límites del humor y la libertad de expresión: como veis, temas todos bastante serios… Seguramente relacionado con lo anterior está el hecho de que siempre que quedo con ellos me acaba oliendo la ropa a tabaco (intentar arreglar el Mundo genera bastante estrés, y de ahí lo de fumar), pero vale la pena el olor a cambio de ponerse al día de algunas cosas que no se cuentan en los medios de comunicación habituales. Acabé la noche, ya más en petit comité, visitando un par de garitos del barrio y bromeando con aquella otra amiga de la que ya os hablé una vez acerca de empezar ahora a beber alcohol y pasarme al Otro Lado, junto con ella y los demás.




El sábado fue un día agradable por partida doble. A mediodía estuve en el restaurante Dynasty (un chino de Campanar de los clásicos, de los de toda la vida, que hacía tiempo que no los pisaba) celebrando otro cumpleaños, esta vez de un compañero del grupo de Escépticos en el Pub. Tanto la comida como la sobremesa estuvieron salpicadas por interesantes conversaciones sobre fuentes de energía, divulgación científica, literatura, informática e inteligencia artificial, aparte de las pertinentes propuestas de futuros ponentes para las charlas mensuales en Ben’s Inn, en la Plaza de Honduras.

La charla en un bar cercano se alargó hasta tal punto que de allí me fui directamente a cenar a casa de otro amigo de los viejos tiempos, de cuando estaba en la Sociedad Tolkien Española, hace quince o veinte años (parece mentira que haya pasado ya tanto). El objetivo de la quedada era ponernos al día de nuestras cosas, pedir unas pizzas y realizar el que previsiblemente será el primero de varios visionados con el nombre de “Fanedit Movie Nights”, con versiones de películas (o series de películas) que no acabaron de quedar redondas y que han sido remontadas por fans, de manera amateur, conservando solo los trozos buenos. En esta ocasión vimos “Fear, Anger, Hate”, que condensaba las tres precuelas de Star Wars en unas más que satisfactorias dos horas y cuarto. Tanto antes como después de la peli tuvimos una conversación desenfadada y muy agradable (y toda en inglés, ya que había entre nosotros una australiana y sobre todo un finlandés que no hablaba español) acerca de la pertinencia de los Ewoks en El Retorno del Jedi, las dos últimas entregas de Matrix, la innecesariamente larga trilogía de El Hobbit o la diferencia entre corpus y canon.




Ya que hablamos de contenido audiovisual, quiero aprovechar para resumiros brevemente cuáles son los principales programas que veo en mis escasos ratos libres en casa. Mientras en lo tocante a amistades y vida social no suelo rechazar ninguna propuesta que suene interesante, en lo que respecta a ofertas de entretenimiento individual no me queda más remedio que seleccionar y descartar algunas opciones. Sigo prestando algo de atención a lo que echan por la tele, pero en cuanto a formatos diarios, últimamente me he decantado más por YouTube. Aparte de los vídeos sueltos que van apareciendo cada día y que me pueden interesar, me he llegado a aficionar hasta a tres canales que se actualizan de lunes a jueves, hasta el punto de que esos días realmente no doy abasto; por eso os contaba hace poco que no me queda tiempo para leer libros.

Mientras ceno por la noche me veo el programa de ese día de La Vida Moderna, con David Broncano, Ignatius Farray y Quequé. En principio es un programa de radio, y el audio se pasa por la SER de madrugada, pero también se cuelga en YouTube a las ocho de la tarde, incluyendo la imagen rodada en el estudio; me aficioné a verlo hace cosa de un año y me pareció un formato muy fresco y divertido. En la misma onda está La Resistencia, un Late Late Night surgido como spin-off de Late Motiv, en el canal #0 de Movistar; lo conduce también David Broncano y entre los colaboradores más asiduos están Ricardo Castella y Jorge Ponce. De este no suele darme tiempo a visionar todos los vídeos entre semana, así que selecciono los que más me llaman la atención y los termino de ver a ratos el sábado o el domingo. En mi opinión los dos programas se pasan a veces un poco de faltones, con un nivel de provocación que raya en el mal gusto, pero estas ocasiones son las menos; por lo general me parece que manejan un humor inteligente y original.




Me sabe fatal reconocer que el tiempo que le dedico ahora a Broncano (un tío gracioso, abstemio, maniático del orden y amante de la Ciencia y el pensamiento racional tenía que caerme bien por fuerza) lo he tenido que sacar de otra parte, y lamentablemente ha sido su padrino, Andreu Buenafuente, el que ha salido perjudicado en la contienda, pero es que las horas del día no dan para más… Sigo viendo vídeos sueltos de Late Motiv cuando puedo, pero la mayoría de días lo que hago es una selección de los que me interesan, que guardo en el apartado de “Ver más tarde” de mi usuario de YouTube, a la espera de tener más tiempo para visionarlos tranquilamente.

A todo esto se suman las actualizaciones de los distintos canales de análisis cinematográfico que sigo… La oferta de contenidos interesantes es tan grande que no hay más remedio que seleccionar y priorizar los mejores, y olvidarse de los demás. Y este inevitable descarte de opciones ocurre no solo con Internet sino también con las actividades presenciales… Precisamente la falta de tiempo y la incompatibilidad de horarios han hecho que en estos últimos meses me desconecte totalmente del Aula de Cine de la Universidad; es una pena, pero ya les he dicho que me seguiré pasando por alguna de las proyecciones para saludar a la gente siempre que mi agenda me lo permita.




No todos los contenidos que consumo en Internet son precisamente ligeros, algunos de ellos no podrían meterse bajo el epígrafe de “Entretenimiento”… Por ejemplo, últimamente estoy siguiendo, por gusto, un curso gratuito online del MIT sobre Electricidad y Magnetismo que también requiere sus buenas dos o tres horitas cada semana, y dentro de poco me pondré a buscar por la Red links interesantes sobre la Teoría de la Relatividad Especial… Estoy mirando la lista de enlaces del blog en la columna de la derecha y me doy cuenta de que tal vez debería dedicar un rato a actualizarla uno de estos días, porque mi lista personal de enlaces se ha ampliado mucho este último par de años, y como ya digo mis prioridades en cuanto a webs y canales se han ido refinando y cambiando, aunque más allá de los contenidos concretos los grandes temas que me interesan sigan siendo básicamente los mismos.




Ya os podréis imaginar que, con esta amplia oferta de opciones tanto en lo social como a nivel de ocio personal, hay una serie de tareas más prosaicas, léase por ejemplo las de limpieza del piso, que tengo algo más abandonadas, aunque siempre bajo control, eso sí (todavía queda pendiente hablar aquí, un poco más adelante, de mi método de limpieza preventiva). ¿Será verdad eso que dicen de que los humanos no estamos equipados para la felicidad? Incluso cuando tenemos muchas cosas chulas que hacer nos agobiamos porque no nos da tiempo a todo… Menos mal que este jueves empieza la Semana Santa y con los festivos podré ponerme al día con algunas amistades (si os apetece verme, llamad o escribid y quedamos) y salvar algunas opciones de ocio del descarte definitivo… Aprovecharé para ir preparando mi viaje del próximo verano. Y para investigar un par de documentos recientemente adquiridos con datos interesantes acerca de mi árbol genealógico. Y para ver vídeos de Andreu Buenafuente. Y para escribir entradas del blog un poco más trabajadas.



lunes, 19 de marzo de 2018

No Falla


Han sido unos días muy ajetreados y no me ha dado tiempo a preparar como toca ninguna de las entradas que tenía como opciones para hoy, así que perdonadme si repito tanto con fotos como con temática fallera; en mi defensa puedo alegar que la semana pasada hablé de las Fallas en el texto, pero hoy son las imágenes las que tienen relación con esta festividad. Como he visto que se me echaba el tiempo encima he tirado a lo seguro: esta mañana he cogido la cámara y he sacado unas cuantas fotografías al ambientillo del día de San José, que ha empezado soleado (aunque ventoso) y ha acabado nublado y pasado por agua. Aquí tenéis la selección de las veinte mejores fotos, en la que trato de reflejar también tanto las luces como las sombras de la fiesta.






















lunes, 12 de marzo de 2018

El Murmullo de las Paredes (X)


Este sábado pasé por la Plaza del Ayuntamiento y pude contemplar, a medio montar, la falla municipal que se planta todos los años fuera de concurso, y que suele ser uno de los monumentos más grandes y más bonitos. Mientras pasaba de largo unos hombres con un carrito me ofrecieron a modo de publicidad varias caretas de cartón con un dibujo bastante esquemático de la cara de un oso, formada por triángulos de colores chillones. Los distintos fragmentos de la falla, algunos ya en su sitio, otros todavía en el suelo, también mostraban este patrón multicolor a gran escala. En ese momento no caí en la cuenta, pero ya en casa me acordé de que había visto antes esa combinación cromática, en varias piezas de arte urbano en mi visita a Nueva York. En concreto una de ellas, a la que le hice una foto en la zona de Chinatown, era muy similar a la careta pero con una cabeza de perro en lugar de un oso. Me he informado en Internet y resulta que este año el Ayuntamiento le ha encargado el diseño de la falla a Okuda, un famoso graffitero cántabro, que ha aprovechado para montar también una exposición en el Museo del Carmen… Es posible que mientras pasaba el sábado por la plaza el propio artista estuviese supervisando el montaje del monumento, aunque de todos modos no lo habría reconocido si lo hubiese visto.

Me llama la atención que Okuda presuma en una entrevista del periódico de que pocas veces se habrá visto tal colorido en una falla… Se nota que este hombre no ha visto muchas fallas en su vida. Supongo que le habrán llamado por su fama mundial, pero me pregunto por qué no contratan a artistas urbanos de Valencia para proyectos así. Me consta que, al igual que muchos músicos valencianos de jazz, pop o rock se dedican en estas fechas a ganarse un dinerete extra tocando en bandas por la calle, también algunos graffiteros han formado a veces parte del mundo de las Fallas. Por ejemplo, recuerdo que Julieta XLF ha colaborado varios años en los diseños de algunos monumentos infantiles.

Pocos meses antes de las Fallas de 2015 pude conocer personalmente a uno de mis artistas urbanos favoritos, Escif. Siempre ha guardado el anonimato acerca de su identidad (y de hecho aparece unos segundos en Exit Through the Gift Shop, pintando con una máscara azul de lucha libre mejicana puesta, hasta que le detienen dos policías), así que para mí fue completamente inesperado descubrir que iba a encargarse del diseño de la falla Mossen Sorell – Corona, que suele ser bastante atrevida y experimental. El día que se presentó el proyecto para el diseño de la falla yo me pasé por allí con curiosidad, pero aunque él estaba entre la gente no se hizo de notar, ni se anunció su presencia a bombo y platillo. Afortunadamente, gracias a un amigo común que nos presentó, pude saber quién era y hablar un poco con él después de la presentación… Por supuesto, no pienso deciros aquí su nombre ni tampoco qué aspecto tiene. Lo que sí puedo compartir con vosotros, después de esta larga introducción, es la décima selección de mis fotos de arte efímero en la ciudad que cada año levanta casi mil monumentos, algunos de ellos igualmente hermosos y todos ellos igualmente efímeros.