lunes, 29 de junio de 2020

Leave the Gun, Take the Cannoli (I)

El origen de esta entrada múltiple se puede rastrear retrocediendo a las noches de tres viernes consecutivos, los pasados 8, 15 y 22 de mayo. En estas fechas la cadena DMax programó la trilogía cinematográfica de El Padrino, con lo que me animé a verlas una vez más. Son películas que no te cansas de visionar, y sigo descubriendo nuevos detalles en cada nueva ocasión, más todavía cuando hay poca diferencia de tiempo entre una y otra para poder hacer las conexiones, como en este caso. Por tanto durante las próximas tres semanas voy a hacer un análisis de estos filmes de 1972, 1974 y 1990, dirigidos por Francis Ford Coppola. Os aviso desde ahora de que va a haber spoilers a mansalva, así que si no las habéis visto aún no continuéis leyendo: haceos con ellas, disfrutadlas con tranquilidad y luego volved aquí, que no sabéis lo que os estáis perdiendo… Para que esto no se haga demasiado largo voy a suponer que conocéis el argumento y los personajes de las tres películas, así que si las habéis visto pero no las tenéis frescas podéis poneros al día con las correspondientes entradas de la Wikipedia.

Este universo cinematográfico está basado en el best seller homónimo de 1969 de Mario Puzo, que escribió el guión de los tres filmes junto con Coppola. La novela original proporcionó material para la primera película y la parte de la juventud de Vito Corleone en la segunda, que son muy fieles a la fuente… De hecho, el director afirmaba que el nombre completo de la primera peli debía ser El Padrino de Mario Puzo. La distribuidora de las tres películas fue Paramount, que tras comprar los derechos a Puzo y barajar algunos nombres de directores encargó el proyecto a Coppola, relativamente desconocido por entonces y parte de un grupo de nuevos cineastas americanos que revolucionaron el medio a finales de los 60 y principios de los 70 (Scorsese, De Palma, Lucas, Spielberg, Cimino y tantos otros). Aunque es un director muy innovador, las películas de El Padrino sin embargo son formalmente muy clásicas en comparación con otras propuestas de esa época.


Foto de Vito Corleone rodeado de su familia durante la boda de su hija Connie


Gran parte del éxito de la trilogía se debe al increíble reparto, que incluye nombres como Marlon Brando, Al Pacino, Diane Keaton, James Caan, Robert Duvall, John Cazale o Talia Shire (hermana de Coppola). En la segunda parte se añadió como el joven Vito Robert De Niro, que había hecho en la anterior una prueba para el papel de Sonny pero al final se había descolgado del proyecto. En la tercera se incorporaron Andy García y Sofia Coppola, la hija del director. Para las escenas familiares más íntimas de la trilogía el director, de ascendencia italoamericana, se inspiró en sus propios recuerdos, en lo que veía en su casa de joven… Resulta curioso que una de las formas que tuvo de ensayar con el reparto antes de rodar la primera entrega fue celebrar una comida en la que los actores y actrices debían improvisar sin salirse en ningún momento de su papel. Coppola experimentó muchas presiones durante este primer rodaje: tuvo que luchar para que los productores contratasen (y después mantuviesen) a Pacino, y él mismo estuvo a punto de ser despedido un par de veces. En la segunda parte ya tuvo más control sobre el proyecto porque la primera había tenido muy buena acogida.

La fotografía de Gordon Willis es impresionante, con atmósferas increíblemente oscuras conseguidas mediante una baja exposición, mostrando a veces solo siluetas, con las caras y los ojos de los personajes medio en sombras, como dando a entender que ocultan muchos secretos… No por nada se conocía a Willis como El Príncipe de las Tinieblas. A esto se añade un marcado tono amarillento en las imágenes, sobre todo en la segunda película. La mayoría de las escenas se rodaron en localizaciones reales, no en decorados. La banda sonora es de Nino Rota, compositor habitual de Fellini y también de la música de Rocco y sus Hermanos, que llamó especialmente la atención de Coppola. Rota trabajó desde Italia y fue el director el que se desplazó allí para verle. La primera parte no pudo ser nominada al Óscar a la mejor música porque el compositor había reciclado parte de su banda sonora para Fortunella, película de 1958. La banda sonora de la segunda parte sin embargo no tuvo problemas para ser nominada, a pesar de utilizar muchos de los temas musicales de la anterior… Cosas que pasan.


Imagen del director Francis Ford Coppola junto a una cámara de cine


La trilogía ha pasado sin duda a formar parte de la cultura popular, hasta el punto de que la gente conoce muchos de sus elementos de forma indirecta, incluso sin haber visto las películas. Si no hubiera sido por El Padrino no tendríamos otras obras maestras como Uno de los Nuestros de Scorsese o la serie de David Chase Los Soprano. Al éxito de la novela original y de las películas ayudó bastante la fascinación del público por el género de gangsters. La acción del filme original, cuya duración es de 2 horas y 55 minutos, transcurre entre 1945 y 1955, sobre todo en la ciudad de Nueva York, y en él se nos narra la historia de la Familia criminal de Don Vito Corleone y la transformación y ascenso al poder de su hijo Michael. En ambos personajes, con ciertas diferencias que comentaremos más adelante, vemos que una persona puede amar a su familia y a la vez, para garantizar la seguridad y bienestar de la misma, cometer delitos e incluso matar y ordenar la muerte de otros… Una de las preguntas que plantea el filme es si el fin justifica o no los medios.

Para que os hagáis una idea de la magnitud del fenómeno, poco antes del estreno de la primera película las escuchas policiales captaron a varios mafiosos reales discutiendo sobre quién debería interpretar al Padrino de la novela (parece que les gustaba sobre todo Paul Newman), y después del estreno varios capos declararon que les había encantado. Los críticos también la adoraron, y hasta el mismísimo Stanley Kubrick dijo que quizás era la mejor película que había visto nunca, y que el casting era perfecto. Un par de años más tarde esta primera entrega la pasaron por la tele, pocas semanas antes del estreno de la segunda, y la Compañía de Aguas de la Ciudad de Nueva York tuvo problemas de suministro porque todo el mundo tiraba de la cadena al mismo tiempo, durante los anuncios.


Logo de la película El Padrino, con una mano en la parte superior manejando los hilos


Aunque hablaremos de ella más detenidamente la semana que viene, por ahora os recuerdo que la segunda parte presenta un original montaje en dos líneas temporales paralelas, siendo a la vez secuela y precuela: una de las líneas se centra en la infancia y juventud de Vito durante las dos primeras décadas del S.XX, en Sicilia y después en el barrio neoyorkino de Little Italy, y la otra sigue la historia de su hijo Michael entre 1958 y 1960, transcurriendo sobre todo en Las Vegas y Nevada, y también en La Habana. En total son 3 horas y 22 minutos que no se hacen largos en absoluto, y en los que vamos saltando adelante y atrás en el tiempo. Inicialmente estos cambios de línea temporal eran más frecuentes, produciéndose cada 10 minutos, pero esta opción resultó algo confusa en los pases previos, así que se remontó la película a contrarreloj pocos días antes del estreno reduciendo el número de saltos, quedando fragmentos de narración de unos 20 minutos cada uno. El tercer filme, del que hablaremos sobre todo de aquí a dos semanas, dura 2 horas y 42 minutos y da un salto temporal mayor tanto dentro como fuera de la ficción, transcurriendo entre 1979 y 1980, de vuelta a Nueva York desde Las Vegas y después en Sicilia para el gran final.


Michael Corleone con su uniforme del ejército sentado junto a su novia Kay en la boda de su hermana Connie


Pasemos a hablar con más calma de algunas escenas y detalles concretos de la película original… Al principio el personaje de Michael Corleone se mantiene al margen de la acción: es un héroe condecorado de la Segunda Guerra Mundial, que acaba de terminar, y no está involucrado en los negocios criminales de su familia, ni quiere estarlo. Son las circunstancias las que le obligan a hacerlo cuando los hombres de Sollozzo atentan contra la vida de su padre y al visitarle en el hospital descubre que se ha retirado todo el personal que había para su protección… Un momento aparentemente trivial pero de gran importancia es la escena del mechero, en la que le enciende el cigarro al único hombre que está allí para ayudarle y es consciente de que conserva su pulso firme; ahí Michael se da cuenta de que sirve para eso, de que su habilidad para mantener la calma y pensar con claridad en situaciones críticas es una gran ventaja en ese mundo. Lo mejor de todo es que al parecer esta escena se improvisó sobre la marcha porque el actor que acompañaba a Al Pacino estaba realmente nervioso y le temblaban las manos.

Es excelente también la actuación de Marlon Brando, que por entonces era la única gran estrella del reparto (y famoso por ser muy difícil de manejar). Por ejemplo destaca la economía de medios con la que muestra cómo Vito se entristece cuando le cuentan que es Michael el que ha matado a Sollozzo y al capitán McCluskey para vengarle. También es fantástica la improvisación en la primera escena del filme con un gato que encontró por los estudios, y que tumbado panza arriba en su regazo parece su gato de toda la vida; bastó una sola toma para conseguir el resultado que vemos en la peli, aunque tuvieron que volver a grabar los diálogos de Brando porque no se oían bien con el ronroneo del minino. Otro ejemplo de que Coppola no tenía problema en introducir cambios sobre la marcha si funcionaban está en la escena donde Luca Brasi felicita a Don Vito por la boda de su hija: el actor que interpretaba al matón (que al parecer tenía información de primera mano acerca del mundo de la Mafia, ya me entendéis) no se equivocó a propósito, se atascó varias veces por tener que actuar delante del gran Brando, así que tres semanas más tarde rodaron la escena del exterior en la que Brasi está ensayando su discurso, dándole así la vuelta a la tortilla y convirtiendo la crisis en oportunidad.


Don Vito Corleone en la oscuridad de su despacho y con su gato en brazos


Otro de los muchos secundarios interesantes es Johnny Fontane, una especie de trasunto de Frank Sinatra que consigue un papel en una película gracias a una cabeza de caballo colocada en la cama del productor en mitad de la noche (La cabeza, por cierto, era real: la consiguieron de una industria de comida para perros). A Sinatra este paralelismo no le hizo ninguna gracia, y movió hilos antes del estreno para que se redujese el número de escenas en que aparece el personaje. Sin embargo, para cuando se planeaba rodar la tercera parte veinte años después el gran éxito de las anteriores había hecho cambiar al cantante de idea, hasta el punto de que pidió interpretar el personaje de Don Altobello (al final se encargó Eli Wallach porque el salario no era suficientemente alto para Sinatra).

Una escena que me gustaría comentar más despacio es aquella en la que Sonny Corleone manda a Clemenza y a Rocco a dar un último paseo a Paulie Gatto por su supuesta traición… Antes de hacer el trabajito, la esposa de Clemenza le encarga que compre unos cannoli para la noche: se trata de repostería típica siciliana, una especie de cañas rellenas de crema de ricotta. Después vemos a los verdugos y a la confiada víctima recorriendo en coche las calles de la ciudad hasta llegar a un descampado en las afueras. Mientras Clemenza orina entre unas cañas es Rocco el que aprieta el gatillo. La sucinta frase de Clemenza al abandonar allí mismo el coche con el cadáver, que da título a esta entrada del blog y que de hecho fue improvisada sobre la marcha, es “Deja la pistola, coge los cannoli”.

Estas seis palabras condensan magistralmente una parte muy importante del espíritu de la película y de la trilogía en su conjunto; reflejan muy bien el contraste entre lo personal y los negocios, la vida familiar y las actividades criminales, que aun así se entremezclan de forma natural para estos personajes… Es lógico por ejemplo que Vito Corleone vea la violencia como algo normal en su vida: el Padrino creció rodeado de ella en Sicilia, y toda su familia murió en 1901 a manos de Don Ciccio, así que de alguna manera tanto él como sus hijos y subordinados aprenden a convertir lo horrible en algo habitual y tolerable… Por cierto, adivinad cómo elimina Connie a Don Altobello en la tercera película: precisamente regalándole unos cannoli envenenados por su cumpleaños.


Descampado de las afueras en el que Rocco y Clemenza matan a Paulie Gatto, con la Estatua de la Libertad al fondo


La opción tomada por Coppola (y respaldada por el estudio) de mostrar la violencia de forma explícita y cruda, en escenas como la del doble asesinato en el restaurante o el acribillamiento de Sonny, se debe a precedentes como Bonnie & Clyde o Grupo Salvaje, que habían triunfado en los años previos. Cada una de las películas de la trilogía acaba con un montaje mostrando una oleada de muertes que provoca un cambio radical de la situación; en el caso del filme original se trata del conocido como bautizo de sangre, en el que Michael, convertido en el nuevo Padrino, decide eliminar a los capos de las otras familias mafiosas, lo que se nos muestra en paralelo con el bautizo del hijo de Connie (interpretado por cierto por Sofia Coppola), del que él mismo es el padrino con minúscula. Es un claro ejemplo de la frialdad con la que Michael puede mostrar dos caras totalmente opuestas: por un lado afirma durante la ceremonia que renuncia a Satán, y por otro es capaz de ordenar la muerte del propio padre de la criatura (que sí, que sí, que es un maltratador y un traidor a la Familia, pero resulta impactante de todos modos). El brutal contraste entre los dos tipos de escenas junto con el órgano de iglesia que suena de fondo aporta una gran fuerza al resultado final.

La película de 1972 nos muestra por tanto el ascenso de Michael hasta convertirse en Padrino, con la narración empezando desde el punto de vista de Vito y acabando desde el de Michael, y siendo la escena del restaurante el punto de inflexión. Inicialmente se pensó en poner después del doble asesinato un intermedio para que la gente pudiese ir al lavabo en el cine (de ahí el crescendo de la banda sonora en ese punto), pero Coppola se opuso porque pensaba que haciéndolo se perdía el impulso narrativo… Y hablando de intermedios: lo vamos a dejar aquí por ahora y la semana que viene nos centraremos en la Parte II, en la que se nos muestra de forma paralela el ascenso del joven Vito y el inicio de la caída de Michael, ganando el primero una familia mientras que el segundo la pierde.


Primer plano del rostro de Michael Corleone durante el bautizo de su sobrino


lunes, 22 de junio de 2020

El Murmullo de las Paredes (XII)

Estaba pensando que ya iba tocando una entrada basada en imágenes cuando me he dado cuenta de que, entre unas cosas y otras, llevo prácticamente un año y medio sin publicar una nueva entrega de mis mejores fotos de arte urbano en Valencia… Así que aquí tenéis la que completa una docena.


Intervención artística mediante una inscripción en un guante viejo: “This is street art… Isn’t it?”

Graffiti de temática arquitectónica en un bloque de hormigón en la zona de La Punta

Graffiti de gran tamaño en un muro de Velluters representando la cabeza de un pájaro

Graffiti de El Cabanyal representando hormigas que salen de una grieta en la pared

Polémica intervención artística que incluyó graffitis en el pasillo del claustro renacentista del Centro del Carmen

Graffiti de la zona de Zaidía que representa a un samurai blandiendo su katana

Detalle de muro con graffitis en la zona de El Carmen con tres palomas posadas sobre él

Graffiti de la calle Cañete que combina a una pareja besándose con las cúpulas de la ciudad de Valencia

Intervención artística en una tapa de alcantarilla de Russafa, con toques de distintos colores en el relieve metálico

Detalle de una exposición de PichiAvo sobre graffiti en el Centro del Carmen de Valencia

lunes, 15 de junio de 2020

Mantenimiento


La semana pasada os comenté que el primer enlace musical de La Belleza y el Tiempo (ya sabéis que incluyo al menos uno en cada entrega) fue al tema Message in a Bottle, de The Police, y que si clicas en él ahora mismo te llevará a un mensaje de error. Las cuentas de YouTube se abren y se cierran con el paso de los años, y hay vídeos concretos que se eliminan por motivos de copyright, así que desde agosto de 2012 es normal que haya bastantes enlaces de vídeo rotos, y supongo que de los otros también. Por eso ahora recurro siempre que puedo a los canales oficiales de YouTube del artista o grupo en cuestión, que son más fiables y duraderos, algo que hace años no siempre era posible… Y no solo YouTube muta con el paso del tiempo, también el interfaz de Blogger cambia de vez en cuando, y precisamente por eso no he reparado (todavía) el enlace a Message in a Bottle, por miedo a que se me descuadre la maquetación al estar la primera entrada en el formato antiguo.

Pensar en todo esto me llevó a decidir que el post de hoy lo dedicaría a explicar los cambios y mejoras que he ido añadiendo en los entresijos de La Belleza y el Tiempo, y los que están aún pendientes, para optimizar su posicionamiento en motores de búsqueda de Internet. Para ello me he basado en las notas que voy tomando en un documento de Word llamado “Tareas blog”, una especie de complemento del otro archivo del que sí os he hablado alguna vez, en el que voy anotando las ideas para el contenido de las entradas. Os pido perdón si algunos encontráis esto un poco auto-referencial y aburrido, pero es que quiero que os hagáis una idea de lo costoso que es el correcto mantenimiento de un blog. Pasemos pues sin más dilación a hablar de las distintas actualizaciones en el diseño, por orden cronológico.


Ilustración de un gráfico ascendente de visitas en Google con las siglas SEO en primer plano


El 21 de agosto de 2012 publiqué la entrada inaugural, y este formato se mantuvo hasta el 25 de agosto de 2014. Indeleble (I) es la primera entrega con el formato nuevo de Blogger (se diferencia claramente por el tipo de fuente para el texto), y por tanto a partir de aquí se pueden abrir los posts para editarlos sin peligro de que se desmaqueten; si se abren y modifican las entradas de formato antiguo, para actualizarlas sin que cambien mucho de aspecto hay que añadir un salto de línea antes y después de las imágenes, aparte de otros pequeños detalles imprevistos. El 27 de agosto de 2015 añadí en la barra lateral derecha la imagen de Nacho Gómez del simpático monstruo que se alimenta de letras, para animar a los lectores a que escribiesen más comentarios.

El 28 de junio de 2016 (como veis, suelo tener más tiempo para este tipo de cosas en los meses de verano) incluí al pie de cada entrada un botón de “Me gusta” y un gadget para compartir en Facebook, Twitter, Google+… Me da la impresión de que estos cambios no han sido de mucha utilidad. El 21 de julio de 2016, después de documentarme bastante sobre posicionamiento SEO (o cómo conseguir que tu página aparezca más arriba en las búsquedas de Google sobre un tema determinado), decidí incluir en cada entrada una descripción de búsqueda, que es lo que aparece debajo de la dirección en los resultados de Google, o al enviar el enlace a alguien por WhatsApp; y aún más importante, tomé la decisión de usar a partir de ese momento enlaces permanentes personalizados para cada entrada que incluían las palabras clave de la misma. Mis títulos son la mayoría de las veces algo crípticos y misteriosos, más poéticos que descriptivos, y por tanto si se usan por defecto para la URL del post no serán muy útiles si alguien está buscando en la Red contenidos sobre ese tema; en ese sentido es mejor usar una URL más directa y con menos metáforas… Creo que estos dos cambios funcionaron bien, ya que si se mira la gráfica de visitas por mes desde la creación del blog se aprecia (fluctuaciones aparte) un claro aumento a partir de julio de 2016, pasando de las 750 a las 1000 mensuales.


Tres de las ilustraciones de Héctor Gómez con monstruos comiendo letras para animar a los lectores a comentar en blogs


El 17 de abril de 2017, coincidiendo con la entrada doble sobre los mejores enlaces musicales de La Belleza y el Tiempo, me dediqué a reparar muchos de los enlaces rotos de YouTube, incluso algunos en las entradas de formato antiguo. Publiqué la segunda entrega al día siguiente, y a partir de ese momento empecé a nombrar los archivos jpg de las imágenes sin mayúsculas y con guiones en vez de espacios, para que no diesen problemas en otras plataformas distintas de Windows, como Linux, etc. De aquí saltamos al 8 de abril de 2019: con la desaparición de Google+ tuve que hacer un apaño con la imagen del diagrama de las etiquetas del blog, y publiqué la entrada Mapa de Etiquetas para que el vínculo de la columna derecha enlazase directamente a ella.

A partir del 30 de septiembre de 2019, y a raíz de un aviso que me dieron desde el blog Hoy Valencia, donde me habían hecho una entrevista, empecé a añadir los enlaces al texto sin activar el atributo “nofollow”. Si lo seleccionas básicamente estás especificando que la página de destino no te merece demasiada confianza, y yo lo estaba poniendo de forma sistemática tanto en los enlaces externos como en las referencias a otras entradas de La Belleza y el Tiempo… No me preguntéis por qué, no tengo ni idea de qué me hizo tomar esa decisión técnica en 2012. De todos modos, no se aprecia que este cambio haya supuesto una diferencia sustancial de visitas desde septiembre. También a partir del verano de 2019 empecé a recomendar entradas a mis amigos a través de WhatsApp, y me di cuenta de que escoger una buena primera foto para cada entrada es importante, ya que es la que se añade por defecto como thumbnail junto al título y descripción en el enlace: si algo entra más por los ojos es más probable que la gente acabe leyéndolo.


Imagen de mi tabla de doble entrada con las tareas de mantenimiento del blog, tanto realizadas como pendientes


Entre el 17 y el 18 de abril de 2020, aprovechando un fin de semana largo por las vacaciones de Pascua, le pegué un repaso importante a la lista de tareas del blog, y me confeccioné una tabla de doble entrada bastante chula para organizarme las tareas usando un código de colores, cambiando a gris las que iban quedando resueltas, marcando en amarillo las pendientes a más corto plazo, en cuanto tuviera un poco de tiempo, y en naranja o rojo las que me dejaba para más adelante… Y hablando de dejar cosas pendientes: lo primero que hice estos días fue dedicarme pacientemente a buscar en las entradas expresiones como “más adelante”, “otro día”, “pendiente” u “otra historia” y añadir lo que podríamos llamar hipervínculos al futuro, es decir, enlaces a entradas posteriores relacionadas con el tema en cuestión, prometidas en ese momento, y que en abril de 2020 ya habían sido escritas… Esto lo hice sin entrar en el bloque del formato antiguo de Blogger porque no tenía tiempo de corregir además el cambio de maquetación.

También a partir de estos días incluí en mi lista de tareas para la redacción y maquetación de cada entrada el añadir el Título y el Alt Text (una breve descripción) de cada una de las imágenes insertadas, ya que al parecer los algoritmos de posicionamiento de los buscadores valoran positivamente este tipo de detalles, y además si una persona invidente está traduciendo a sonidos el texto de la entrada también podrá tener una descripción auditiva de lo que contienen las imágenes. Mirando la gráfica de las estadísticas del blog no está claro si con estos cambios en las imágenes ha habido un aumento significativo de visitas, ya que aún es muy pronto y las fluctuaciones de mes a mes son grandes, pero tengo la impresión de que sí ha habido una cierta mejoría… Hace cosa de año y medio hubo varios picos extraños de visitas, todas muy de golpe y desde el mismo país, que no parecían deberse a lectores reales, pero ahora las estadísticas diarias sí muestran un goteo continuo más natural, desde distintos países, que no es típico de un bot. Sin haber llegado aún a mediados de mes, las visitas de junio superan holgadamente el millar, lo cual no está nada mal… Siempre digo que me tendría que instalar un software para disponer de unas estadísticas más detalladas y activar filtros anti-bots (abriendo una cuenta en Google Analytics, o Universal Analytics, o lo que sea que haya que hacer), pero nunca tengo tiempo para ponerme a ello.


Ejemplo de una página de gráficas y estadísticas sacada de Google Analytics


El 22 de mayo de 2020 me planteé la posibilidad de añadir un título más informativo en hipervínculos dentro del texto con una URL poco descriptiva, por un doble motivo: por un lado, para que los lectores supieran rápidamente de qué van solo poniendo el ratón encima del enlace, sin necesidad de clicar; y por otro para mí, por tener algo de información si a la larga se elimina el video o se rompe el hipervínculo y tengo que restaurarlo con un contenido similar. Hice algunas pruebas con enlaces de la entrada 405, La Hora de las Brujas, y parece que los de YouTube siguen funcionando bien cuando se escribe simplemente un título después del código alfanumérico de la URL, dejando un espacio en blanco en medio… Sin embargo, es posible que a la larga haya algún cambio en la programación de YouTube y esto deje de funcionar, al no ser un método muy estándar. En cuanto a otras URL’s con códigos numéricos poco informativos, unas pocas funcionan añadiendo un espacio y el título a continuación, pero el resto dan Error 404 al añadirlo e intentar acceder… Como era un poco arriesgado, por ahora he aplazado la decisión de si empezar a hacerlo o no, aunque tres o cuatro de las pruebas que funcionaron se han quedado tal cual.

¿Qué otras tareas pendientes quedan? Hay bastante faena que hacer en cuanto a corregir detalles en las entradas antiguas… Por ejemplo, habría que ir añadiendo el Título y el Alt Text a las imágenes; esto es un trabajazo, pero por ahora sí quiero hacerlo al menos con las entradas de selecciones de fotos mías especialmente buenas, en la onda de las colecciones de “Postales” de distintos países tomadas en mis vacaciones, por ejemplo. También debería deseleccionar el atributo “nofollow” de los enlaces del texto, o al menos por ahora de los enlaces internos, los que llevan a otros posts del blog, ya que ahí sí me estoy tirando piedras sobre mi propio tejado. Y es imprescindible, más tarde o más temprano, ya que no supone mucha pérdida de tiempo, añadir una descripción de búsqueda para las entradas que no la tienen, empezando desde julio de 2016 hacia el pasado, e incluso yendo más allá de septiembre de 2014, con los posts del formato antiguo de Blogger… Las URL’s de las entradas más antiguas que hayan quedado poco informativas desgraciadamente ya no se pueden cambiar.


Imagen de la lista de tareas que sigo cada vez que publico una nueva entrada en La Belleza y el Tiempo


Por si todo esto fuese poco, hace unas semanas me llegó un aviso diciendo que a finales de julio volverá a cambiar la interfaz de Blogger, y algunos usuarios de la versión beta del nuevo interfaz, que ya se puede probar, han avisado de que por ejemplo hay muchos problemas para subir las imágenes… Veremos si los desarrolladores lo arreglan todo a tiempo. Ante esta nueva situación se me plantean tres preguntas. La primera es: ¿Debería probar la versión beta antes de que sea obligatorio cambiar, para poder reportar cualquier problema que me surja, o sigo utilizando el entorno actual mientras funcione? La segunda es: ¿Llevo a cabo las tareas pendientes de mantenimiento antes del cambio, o me espero a agosto para hacerlo desde el nuevo interfaz? Es difícil decidirlo porque no sé si el cambio va a facilitar o dificultar dichas tareas, o va a resultar irrelevante… Y la tercera pregunta es: ¿Realmente siguen teniendo sentido los blogs en 2020 o estoy haciendo el canelo? Cualquier sugerencia en los comentarios con respecto a estas preguntas o que me permita mejorar el impacto del blog para que llegue a más gente será muy bienvenida… Y si alguna de las mejoras que he hecho a mi dinámica de actualización de La Belleza y el Tiempo os resulta útil como consejo para vuestro propio blog, pues me alegro mucho, oye.


Gráfica con la evolución de las visitas mensuales desde la creación de La Belleza y el Tiempo