Mensaje en una Botella

Llegará un día en que este blog muera. Un día en que las actualizaciones estén cada vez más y más espaciadas hasta desaparecer por completo. Cuando un náufrago por fin es rescatado de la isla donde se encontraba prisionero, ¿sigue echando al mar mensajes en una botella?

Creo que es en la película Tierras de Penumbra donde se dice que leemos para saber que no estamos solos. Debe ser maravilloso recibir una respuesta por parte de tus lectores confirmándote que tus ideas y anhelos son también los suyos, así que he decidido escribir para saber que no estoy solo. ¿Habrá alguien ahí fuera? ¿O irán a flotar mis botellas a la sopa de plástico triturado que hay en el centro del Pacífico?

En el caso de que mis esfuerzos en el blog dieran sus frutos y gracias a él conociese a alguien geográficamente cercano con una sensibilidad parecida a la mía, dudo mucho que prefiriese pasar tanto tiempo delante del ordenador antes que conversar en persona y en combinación con otras actividades que impliquen los cinco sentidos. Si lo prefiriese, ahora mismo estaría en Facebook o en Twitter, y no habría puesto en marcha un blog. Es innegable que Internet tiene la ventaja de poder llegar a un gran número de personas, pero con el tiempo iréis viendo que no soy un entusiasta de la Red, y por tanto tampoco creo que lo sean los que más disfruten del blog (Ya sé, ya sé que escribir en Internet para contactar con gente a la que no le vuelva loca Internet es un contrasentido tan grande como aquella genial frase de Groucho Marx: "Jamás aceptaría pertenecer a un club que admitiera como miembro a alguien como yo.").

Entonces, ¿quiere esto decir que una vez cumplida esta función el blog entrará en letargo? ¿Es ése su único cometido? Pensándolo bien, es posible que esto no ocurra, al menos no a corto o medio plazo. No sólo es un medio, sino también un fin en sí mismo; no sólo es una manera de entablar un diálogo verdadero con otras y otros, sino también conmigo mismo. No sólo es un mensaje en una botella, sino también un diario de a bordo, una puesta en orden de mis ideas, un esfuerzo consciente para intentar sublimar mis pasiones y convertirlas en poesía. Jean-Baptiste Grenouille, el protagonista de El Perfume, dedicó su vida a aprender cómo preservar en el tiempo la fragancia de las cosas para poder conservar siempre su esencia, su alma, su belleza. De manera similar, este blog será para mí un intento de destilar la esencia del Mundo, de poder concretar en palabras el porqué de las cosas, el sentido de la vida; de descubrir la fórmula secreta, seguramente sencilla y elegante, oculta detrás de todo.