Empezamos esta última parte de la entrada hablando de versiones de
canciones utilizadas en el Cine, y más concretamente de un tipo muy específico
de versión que se ha usado hasta la saciedad en los trailers de muchas
películas estos últimos años… La tendencia en cuestión se podría rastrear hasta
2010, año en que David Fincher estrenó La Red Social y el veterano montador
Mark Woollen
se encargó de crear un trailer para la película, recurriendo para ello al
innovador uso de una variante a capella de Creep
cantada por el coro femenino belga Scala & Kolacny Brothers. La buena
acogida que tuvo este trailer hizo que se pusiera de moda usar canciones pop de
los 80 o los 90, muchas veces en una versión lenta, sombría y fantasmagórica,
susurrada por una voz casi siempre femenina, y casi siempre en la segunda mitad
del trailer, más o menos a partir del minuto de duración, después de un breve
parón con fundido a negro incluido.
Ya vimos un caso de esto en el blog cuando utilicé la versión de Black Hole
Sun de Nouela para Caminando Entre las Tumbas,
pero los ejemplos son innumerables… Tenemos Everybody Wants to Rule the World de Tears for Fears susurrada
por Lorde para Dracula Untold,
o Every Breath You Take de The Police utilizada para The Woods, secuela de The Blair Witch
Project. También está el Enjoy the
Silence de Depeche Mode versionado por KI Theory para Ghost in the Shell,
I Started a Joke de los Bee Gees reinterpretado por ConfidentialMX para Suicide Squad o California
Dreaming de The Mamas and the Papas en su versión de Robot Koch para la peli San Andreas… Esta tendencia
aún dura a día de hoy: hace menos de una semana, a mitad de escribir esta
entrega, salió el trailer de Dolittle
con una versión de What a Wonderful World de Louis Armstrong, a cargo de Reuben
and The Dark, que se ajusta al cliché punto por punto.
Si bien este truco de la canción susurrada ya cansa por mera repetición,
hay otra variante de canción para trailer que me gusta bastante más… Un posible
antecedente estaría en el uso del tema The Bird and the Worm del grupo The Used
en el trailer de Furia de Titanes, también en 2010; no soy
muy aficionado a la música hardcore, pero me gustó la novedad de esta
combinación y el efecto vertiginoso que se conseguía en combinación con el
montaje de las imágenes. En esta misma onda, aunque en años más recientes, ha
habido diversas películas que han usado para anunciarse temas esta vez más
conocidos de rock, de la época clásica de los 60 y 70, ya sea versionados o
modificando el original, como el Babe I’m Gonna Leave You de Led Zeppelin
para King Arthur: Legend of the Sword,
el Smoke on the Water de Deep Purple en el reboot de Hellboy
o el War Pigs de Black Sabbath para la aún no estrenada precuela The King’s Man.
Llegados a este punto se impone una aclaración: que el uso de clásicos del
rock a toda potencia me parezca menos manido que el pop susurrado de antes y
que los trailers que lo emplean me resulten más atractivos no significa
necesariamente que la correspondiente película vaya a ser buena… De hecho todos
los trailers del párrafo anterior me parecen excelentes, pero después de leer
las correspondientes críticas no fui a ver al cine ninguno de los filmes;
ya les echaré un vistazo cuando los pongan por la tele. En muchos casos recurrir
a una melodía que suene familiar pero que a la vez presente un enfoque novedoso
es otra manera más de jugar sucio, aprovechando el tirón de la canción para
publicitar películas que a veces son pésimas… Podríamos sumar este a la lista
de otros trucos que usan las productoras para conseguir a toda costa que pagues
tu entrada de cine, entre los cuales están recurrir a otros tipos de nostalgia
mediante secuelas, remakes o reboots, o mostrar en el trailer todas las escenas
interesantes de la peli sin dejar ninguna sorpresa
para el día del estreno.
Otro trailer que me ha gustado últimamente por el uso que hace de la música
es el del biopic Bohemian Rhapsody,
que utiliza una mezcla de elementos muy reconocibles de distintas canciones de Queen
puestos todos al mismo ritmo, causando un efecto espectacular… Lo que me lleva
a un apartado completamente distinto: el de las combinaciones de distintos
temas en uno solo. Yo ya sabía que Chris Cornell era bastante aficionado a
hacer versiones de otras bandas y artistas,
pero lo que no sabía (y he descubierto investigando para la entrada) es que en
una ocasión juntó la música de One de U2
con la letra de One de Metallica resultando
de esta extraña mezcla una versión bastante chula y con personalidad propia…
Sin duda una muestra de su increíble creatividad.
Este tipo de experimentos basados en combinaciones de dos canciones distintas
son conocidos con el nombre de mash-ups,
y ahora son relativamente más fáciles de hacer gracias a las
herramientas digitales de edición de audio. Hace poco descubrí surfeando por
YouTube un canal muy interesante, de un tal Bill McClintock, que ha confeccionado
entre otras unas mezclas curiosísimas de Black Sabbath y The Who, Slipknot y las Spice Girls o Guns’n’Roses y Stevie Wonder… Os recomiendo
que les echéis un vistazo. Estos mash-ups están hechos a veces por el propio
intérprete de una de las canciones: así, por ejemplo, Madonna incorporó al
setlist de una de sus giras una combinación de la voz de su tema Music con la
base melódica de Disco Inferno, llamando Music Inferno al resultado… Hasta el mismo
George Martin, junto con su hijo Giles, hizo en 2006 una serie de mash-ups de
distintos temas de Los Beatles para un espectáculo del Cirque du Soleil
inspirado en la banda de Liverpool, entre los que destaca especialmente una
interesante mezcla de Within You Without You y Tomorrow Never Knows.
Para ir concuyendo la entrada, sigamos hablando de Los Beatles. Son muchos
los artistas conocidos que han hecho versiones de canciones de esta legendaria
banda inglesa: Phil Collins con la misma Tomorrow Never Knows; los Guns’n’Roses con Live and Let Die, bastante similar al tema
original de Paul McCartney; o los
Oasis con I Am the Walrus… Pero
tampoco podemos olvidar que los propios Beatles versionaron en su juventud a
otros músicos anteriores, como en Twist and Shout, de su disco Please Please Me de
1963, que originalmente habían interpretado los Top Notes
dos años antes.
Ya en su día compartí en el blog con vosotros mi opinión de que la Música
más interesante aparece a partir de la década de los 60, pero cuando
empiezas a investigar más resulta difícil trazar una frontera clara, ya que
también en los 50 hay contribuciones muy modernas y originales, e incluso se
puede ir más atrás… Uno de los trailers de la recientemente estrenada (y
excelente, por cierto) Joker hace uso del tema Smile,
cantado originalmente por Nat King Cole en 1954; pero en realidad la música de este
procedía de una pieza instrumental de la película Tiempos Modernos,
de 1936, que Charles Chaplin había compuesto a su vez inspirándose en Tosca, de
Puccini… Y así podríamos seguir viajando hacia el Pasado, incluso más alla de
la Música Clásica de hace dos o tres siglos,
y seguiríamos encontrando elementos cuya influencia se nota aún en nuestro
Presente.
Entonces, recapitulando, ¿qué nos dice la gran abundancia de versiones
acerca del estado de salud de la Música actual? ¿Es tal vez un reflejo del
agotamiento de las ideas, el último recurso de una panda de aprovechados que no
tienen más remedio que ir a rebufo de alguien con más talento que ellos? En
algunos casos seguro que sí, pero quiero creer que en otras ocasiones no es esto
lo que pasa: cuando se trata de artistas que además componen sus propios temas
originales, arriesgados e innovadores, las versiones pueden interpretarse como una muestra de admiración y respeto por
los compositores que les precedieron, una manera de reconocer sus propias influencias,
sus raíces… Hablamos de legado musical, de una continuidad que no supone
necesariamente estancamiento.
Ya he dicho mil veces en el blog que todo está conectado
a través del Tiempo, que nuestro Presente hunde sus raíces en un Pasado mucho más remoto
de lo que nos pensamos; y esta es una idea que hemos explorado a fondo aplicada
a muy distintos ámbitos de la Realidad, tales como la influencia de los procesos naturales en nuestra Historia,
el trazado de las ciudades,
la búsqueda del Conocimiento
y su transmisión,
la herencia genética tanto dentro de nuestra especie
como más allá,
las técnicas narrativas del Cine
y hasta otros aspectos no tan deseables como el capitalismo…
La lista de entradas es larga y seguro que me dejo algunos ejemplos más.
En el caso de la evolución de las canciones, los grandes compositores también innovan
subidos a hombros de gigantes, mirando al Pasado para seleccionar lo mejor que
nos ofrece y tomándolo como base para crear combinaciones nuevas y arriesgadas,
corrigiendo errores y puliendo detalles aquí y allá, aportando su propio sello personal… Precisamente por eso el
patrimonio musical de la Humanidad, a pesar de los altibajos de las modas a
corto plazo, sigue enriqueciéndose poco a poco, haciéndose cada vez más
complejo, interesante y hermoso, y presentando una mayor variedad de estilos… Y
la Odisea continúa;
veremos qué nuevas sorpresas nos deparan las próximas décadas a nivel musical.
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