Hace algún tiempo os dije que un día dedicaríamos una entrada del blog
exclusivamente a la música de Depeche Mode, y ese
día ha llegado. Ya he comentado antes aquí que el cuarteto (actualmente trío)
de Basildon ha sido siempre uno de mis grupos favoritos, así que comienzo con
un breve repaso a su discografía hasta llegar al momento más álgido de su
carrera. Su disco de debut es Speak & Spell (1981); como suele ser típico
de los inicios, sus temas no son demasiado buenos, ni siquiera el conocido hit
Just Can’t Get Enough. El segundo disco, A Broken Frame (1982), también es
flojo, y el siguiente, Construction Time Again (1983), empieza a tener buenas
canciones pero es también algo irregular.
Some Great Reward (1984) es para mi gusto un trabajo más sólido, marcando
el inicio de la madurez del grupo. Pero en mi opinión Black Celebration (1986) es
su primer álbum redondo, que se puede escuchar de principio a fin sin que baje
la calidad en ningún momento; sin embargo, cuando se publicó yo era aún
demasiado joven para apreciar este tipo de música y lo descubrí a toro pasado,
así que no me ha dejado el mismo impacto emocional que los tres discos
siguientes, sin duda obras maestras… Estamos hablando de la que fue su época de
mayor popularidad, con Music for the Masses (1987), Violator (1990) y Songs of Faith and Devotion (1993), de cuyos temas hablaré luego con más detalle.
El objetivo de esta entrada doble es repasar la selección de las mejores
canciones pertenecientes a los álbumes de estudio de Depeche Mode, que grabé en
uno de mis famosos cassettes (precisamente el número 101 de
mi colección) en algún momento entre el final del siglo pasado y el principio
de este, ya que contiene temas del Ultra (1997) pero no del Exciter (2001).
Esta recopilación de temas escuchada hoy en día sigue teniendo para mí tanta
vigencia y tanta fuerza como hace dos décadas. De manera consciente decidí
dejar fuera de la selección algunos de los mayores hits del grupo para dar
cabida (en los noventa minutos de la cinta TDK) a otras canciones más
desconocidas que me gustaban tanto como los himnos más mainstream.
No suelo repetir canciones en los enlaces de audio del blog, y varias de
estas ya han aparecido en entradas anteriores, pero aun así quiero dedicar una
breve reflexión a cada una de ellas con las sensaciones que me despierta o los
recuerdos que tengo asociados. Uno de los puntos fuertes de Depeche Mode
son sus letras, muy sinceras y directas, y basadas a veces en los instintos más
primarios del ser humano, pero a la vez hermosas y poéticas. Por esta razón, en
los enlaces de audio incluyo los subtítulos en castellano para que podáis
sacarles a las canciones todo su jugo. Dado este condicionante, en una o dos ocasiones
puede que la calidad de sonido del enlace no sea perfecta, pero no os
preocupéis, que en YouTube podéis disfrutarlas en todo su esplendor sonoro sin necesidad
de rebuscar mucho. Pasemos sin más a la lista.
Everything Counts: Desde el
punto de vista estrictamente musical esta canción queda bastante lejos de la
perfección, pero está entre mis favoritas por motivos sentimentales.
Seguramente debe ser el primer tema de Depeche Mode que escuché en mi vida,
durante mi preadolescencia a mediados de los ochenta, en el Jukebox de los salones recreativos Gölo, cerca de mi casa. Supongo que sería la versión original del
Construction Time Again, aunque posteriormente me marcó también la versión en
directo del 101, disco grabado en 1988, con los asistentes al concierto en el
Pasadena Rose Bowl coreando el estribillo mientras el vocalista Dave Gahan los
escucha durante lo que parece una maravillosa eternidad… Por cierto, ya
en 1983 los Depeche apuntaban maneras en lo que sería uno de sus puntos fuertes
más adelante: cambiar las notas del bajo
(es decir, los acordes) sin alterar la melodía de la voz para dar un
significado totalmente distinto al conjunto… En este caso lo podéis comprobar comparando
el primer estribillo, en 1:02, con el último, en 3:07.
I Want You Now: Esta canción
del Music for the Masses interpretada por Martin Gore es un ejemplo perfecto de
otra de las buenas cualidades del grupo, su capacidad para tratar en las letras
temas delicados como el sexo sin hipocresía ni dobles sentidos estúpidos y a la
vez de forma elegante y hermosa. En este caso los jadeos y las respiraciones
profundas ponen ritmo a una exploración de la pulsión sexual como parte
integrante de la angustia existencial inherente al ser humano, como forma de
huida ante la insoportable levedad del ser.
Sacred: También del Music for
the Masses es esta canción que toca el tema del fervor religioso, tratado por
el grupo (no sé bien si de forma literal o metafórica) en varios de sus
álbumes; baste recordar, sin ir más lejos, que uno de ellos se llama Canciones
de Fe y Devoción. Muy chula la intro, con esos coros angelicales, y otro
ejemplo más, al final de la canción, de cambio de acordes sobre la misma
melodía, siendo el resultado superior a la suma de las partes que se combinan.
Somebody: Este precioso tema
abría la cara B del Some Great Reward, con Martin Gore a la voz y un sencillo
acompañamiento de piano. La letra es un resumen perfecto de cómo debería ser
una relación sentimental; lo es hasta tal punto que ya he utilizado antes este
enlace con subtítulos en el blog, en una entrada múltiple sobre los pequeños detalles que me enamoran de una mujer.
Hay un pequeño giro al final del tema que pocos habrán notado, incluso entre
los fans del grupo: a partir del 4:05, y casi en el fade out, se escuchan muy
discretas, al fondo, las notas de Something To Do, primera canción de la cara A
del mismo disco, que trata sobre el vacío, el aburrimiento y la depresión de la vida moderna… Es un cruel contrapunto a la ternura de todo lo que hemos
escuchado antes, una especie de oscuro presagio: incluso aunque encuentres una
compañera perfecta como la de la canción, esa Conexión desaparecerá con los
años y la rutina o, lo que es peor, con la llegada de la Muerte, de la que
nadie puede escapar… Una reflexión que no podría estar más en la línea de La
Belleza y el Tiempo, y uno solo entre la multitud de detalles que convierten a
este grupo en uno de los grandes.
One Caress: Extraída del Songs
of Faith and Devotion y cantada de nuevo por Martin Gore, trata varios de los
temas de los que ya hemos hablado: la búsqueda de la sensualidad como forma de
escapar del tedio; el coqueteo con el pecado y con lo prohibido en
contraposición a una existencia vacía regida por absurdas convenciones sociales
y obsesionada por el “qué dirán”… Me encantan los arreglos de cuerdas, que si
no recuerdo mal eran algo novedoso para el grupo por aquel entonces. Otro
detalle que me viene ahora a la cabeza, sin relación con este tema en concreto,
es que mi tesitura vocal es muy parecida a la de Martin Gore y Dave Gahan, así
que se me da muy bien cantar las canciones de Depeche Mode (las de esta
selección me las sé prácticamente de memoria); tal vez esa es otra de las muchas
razones por las que me gusta este grupo.
The Landscape is Changing: Sacada
del Construction Time Again, esta canción transmite un mensaje ecologista bastante
más obvio que el de las anteriores de la selección, más típico de sus comienzos
en la primera mitad de los 80. Por supuesto, estoy de acuerdo con la idea de
que hay que cuidar del Medio Ambiente, pero me parece que la letra es bastante
simplona y carece de esa poesía y ese misterio que tienen sus composiciones
posteriores… De esta canción me gusta más la música, que ya iba mostrando
indicios de lo que serían sus siguientes discos.
Blasphemous Rumours: El tema
que cerraba el Some Great Reward tenía una letra durísima sobre lo irónico y cruel
que puede ser a veces el Destino. Cuenta la historia de una joven de dieciséis
años que, cansada de la Vida, intenta suicidarse pero fracasa. Dos
años después ha encontrado por fin la paz de espíritu y recuperado las ganas de
vivir refugiándose en la religión, con tan mala suerte que la atropella un
coche y acaba conectada a una máquina de soporte vital hasta que muere al poco
tiempo… ¡La alegría de la huerta, vamos! En cuanto a la música, ya por
la época del Some Great Reward las canciones de Depeche Mode se caracterizaban
por una gran densidad de capas sonoras y riqueza de detalles, y este tema es
una clara muestra de ello; especialmente escalofriantes son los sonidos
escogidos para representar a la cuchilla deslizándose por las muñecas de la joven
(en 0:21, con un suave rasgueo de arpa) y a la máquina de respiración
artificial (en 2:41, con la melodía infantil de una caja de música, cuyo modo
mayor contrasta con el menor del resto del tema para causar más efecto, mezclada con
borboteos y sonidos de engranajes). En el enlace tenéis la versión en directo
del 101, que es la que he podido encontrar subtitulada en castellano, pero cuya
calidad no desmerece mucho de la original.
Higher Love: Último tema del
Songs of Faith and Devotion, esta canción bien podría haber quedado fuera de la
presente selección, pero supongo que la incluí porque su duración era justo la
apropiada para completar los cuarenta y cinco minutos de la primera cara del
cassette y así poder dejar la cinta sonando en bucle continuo (mientras hacía
los deberes, por ejemplo) sin que quedaran trozos en silencio… Aun así, me
gusta bastante. Recuerdo que el vídeo de este tema interpretado en directo (era
el que usaban para empezar los conciertos del Devotional Tour, en 1993) tenía
una potencia brutal, con Dave Gahan cantando toda la canción oculto tras unas cortinas
translúcidas sobre las que se proyectaban las sombras de los componentes, y que caían al suelo con los últimos compases… En cuanto a la temática, es bastante
habitual en las canciones del grupo: se describen las sensaciones de un éxtasis
casi místico pero no se detalla si es de tipo religioso, sexual, psicotrópico o
de algún otro tipo.
And Then…: Otro de los
escasos temas de la primera época del grupo que entraron en mi selección; del Construction
Time Again, para ser más exactos. Trata sobre los problemas que la Civilización
ha traído al Mundo y sobre volver a empezar de nuevo para no cometer los mismos
errores. La letra, como en el caso de The Landscape is Changing, es bastante
obvia y simple. Aunque está bastante chulo el juego rítmico del principio, por
el que se convierte en sincopada una melodía que no lo parecía inicialmente, la
música tampoco es como para tirar cohetes; supongo que esta canción está en la
selección más que nada porque, vista en su contexto, representa una evolución
hacia delante con respecto a las demás de su álbum, un atisbo de lo que vendría
después.
In Your Room: Para cerrar la
primera cara, este temazo del Songs of Faith and Devotion, una de mis favoritas
entre las favoritas, aunque el enlace no es de la versión del álbum sino del
estupendo directo del Devotional Tour. Ya he hablado antes de esta canción en
el blog destacando su fantástica densidad de capas sonoras
y el gran cuidado puesto en la producción, pero es que toda alabanza se queda
corta; la fuerza de este sonido está a años luz de sus tímidos comienzos doce
años antes. Os recomiendo que la oigáis con unos buenos auriculares y el
volumen alto para poder apreciar la potencia de los bajos, la infinidad de
pequeños detalles y cómo los distintos sonidos van viajando de un lado a otro de tu cabeza. Por destacar algún momento concreto, la transición del 3:10 me
parece de lo mejor que he oído en mi vida, y describe de forma excelente mediante
sonidos la espiral de decadencia de la que nos habla la canción.
En cuanto a la letra, de nuevo se trata de unos versos elegantes pero
directos que nos hablan sin tapujos de la sensualidad y el erotismo, no de
forma romántica, sino desde el punto de vista de la perversión, la dominación, el instinto animal… Tanto letra como música ilustran perfectamente este
abandono a la pasión desenfrenada e irracional que experimenta el protagonista.
Escuchando este tema me vienen de golpe a la memoria la confusión y la mezcla
de emociones a flor de piel (la angustia existencial, el despertar de la carne)
de mi adolescencia… No sé si algún día publicaré en el blog una entrada sobre las
experiencias sexuales más intensas que he tenido, pero en caso de hacerlo están
claras dos cosas: una, que intentaré redactarla de forma elegante y poética y
con el máximo respeto hacia mi ex, como harían los Depeche; y dos, que la
versión del álbum de In Your Room será la que utilizaré como “banda sonora”… Lo
dejamos aquí por ahora; la semana que viene escucharemos la segunda cara de la cinta.
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