Habréis podido comprobar que mi anterior entrada se me fue de las manos.
Mientras la redactaba me planteé si no sería mejor dividirla en dos partes,
pero al final no lo hice… ¡Gran error! Habría dado para dos o incluso para tres
entregas. Después de publicarla se me fueron ocurriendo más cosas que al final
acabaron en un par de larguísimos comentarios
a la propia entrada. Estoy contento porque creo que he dicho todo lo que quería
decir sobre mis trayectos habituales en la ciudad, pero trazando itinerarios en
mapas y escribiendo comentarios se me ha echado el tiempo encima para la
entrada de esta semana; espero que me sepáis perdonar si esta es algo más
breve, para compensar.
Ya en otra ocasión os comenté que aunque estoy al tanto de los últimos estrenos
no suelo tener mucho tiempo para ir al cine…
Con las pelis que me parece que valen la pena voy confeccionando una lista para
verlas más adelante en la televisión, o por Internet en mi portátil cuando se
cuelgan con buena calidad, pero ni siquiera para eso suelo tener demasiados
ratos libres. Gracias en parte a que esta pasada semana ha habido dos festivos
y un puente en mi comunidad, y en parte a que han sido unos días sin demasiada
faena en el trabajo (lamentablemente en ese sentido lo bueno ya se ha acabado),
he podido ver una cantidad inusual de buenas películas en la última quincena.
Prácticamente todas me han gustado mucho; de hecho, tres de ellas ya las
había visto antes pero las he revisitado precisamente porque me parecían
buenas. Son películas que han tenido críticas muy positivas
y que han ganado en algunos casos premios importantes. Y sin embargo repasando
la lista me he dado cuenta de que casi todas son oscuras y pesimistas, y que contienen
momentos de violencia que, aun estando justificada por la narración, se muestra
de forma explícita y cruda, rayando en ocasiones en lo perturbador o lo
insoportable. A continuación os copio la lista completa de las más recientes,
por orden de visionado, incluyendo un enlace al tráiler o a un fragmento seleccionado de
cada una para que os hagáis una idea:
Antes de seguir, quiero dejar bien claro que soy una persona afable, pacífica,
mentalmente sana y equilibrada, sin ningún tipo de problema o trauma de la
infancia, pero he de reconocer que a pesar de la crudeza de los temas tratados
me ha gustado ver estas películas y las recomendaría encarecidamente… Es verdad
que durante los visionados he pasado momentos de nervios o de aprensión, pero
creo que es gracias a ellos que luego puedes liberar esa tensión y derramar
algunas lágrimas cuando otras escenas muestran un atisbo de redención
para los protagonistas, o cuando la historia concluye en una nota positiva.
A pesar del sufrimiento, tras los títulos de crédito no te quedas con mal
cuerpo; te sientes satisfecho, con la sensación de haber aprovechado bien esas dos
horas (Al menos es lo que me pasa a mí). Eso sí, hay un par de la lista que acaban
igual de mal que empezaron, que son directamente tragedias griegas, pero
incluso en esos casos quedé satisfecho con la increíble Belleza de las imágenes
y con la intensidad de las emociones vividas.
¿Ha sido esto producto de una mera casualidad en la elección de los títulos?
Creo que no. ¿Será que mostrar abiertamente la violencia se ha vuelto una
tendencia en el cine de los últimos años? Tal vez sí, pero pienso que la
mayoría de los viejos clásicos, aun sin ser formalmente tan explícitos, han tratado
a menudo temas duros o tristes. ¿Será que es más difícil filmar una buena
comedia que un buen thriller o un buen drama? No sé… Tal vez lo que ocurre es sencillamente
que las grandes historias
lo son porque reflejan la Verdad: que vivimos en un mundo muchas veces triste, violento
y lleno de conflictos, pero en el que siempre queda una puerta abierta a la Esperanza, por pequeña que esta sea…
Ya lo dijimos una vez en el blog: una canción triste
puede resultar irresistiblemente hermosa
gracias a la Verdad destilada que contiene acerca de la condición humana.
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