Seguimos hablando del grupo de música electrónica Depeche Mode, cuyo nombre
podría traducirse del francés, teniendo en cuenta que “depeche” significa
“despacho” en el sentido de “informe”, como “Noticias sobre Moda” o “Novedades de Moda” (de hecho,
hay una revista que se llama así). La semana pasada describimos muy brevemente
la trayectoria de los ingleses hasta su época de mayor éxito. El descontento de
Alan Wilder por no ver suficientemente reconocido su trabajo y las discusiones
durante la grabación de Songs of Faith and Devotion hicieron que finalmente
este abandonara el grupo en 1995, siendo el trío de Dave Gahan, Martin Gore y
Andrew Fletcher la formación oficial desde entonces… A esto se añadieron los
problemas de Gahan con las drogas, que le llevaron en 1996 a una sobredosis
tras la que estuvo dos minutos clínicamente muerto.
Tras el proceso de rehabilitación del vocalista se publica el álbum Ultra
(1997), que sigue teniendo muy buenas canciones (compuestas como de costumbre
por Gore) aunque ya no es redondo al 100% como los anteriores. Y lo mismo se
puede decir del Exciter (2001), también bueno pero no perfecto; más o menos
hasta esta época les seguí la pista de cerca, e incluso pegué en la pared de mi
cuarto un poster con la portada del disco. Comparando los directos del Exciter
Tour con los del Devotional Tour de 1993 se puede notar claramente que los
excesos de Gahan durante esos años hicieron mella en la calidad de su voz. A partir
de este momento mi pasión por el grupo se enfrió un poco.
Con los siguientes discos, Playing the Angel (2005) y Sounds of the
Universe (2009), me ocurre que repaso los nombres de las canciones y ya no soy
capaz de recordar la música, salvo en un par de excepciones. Cuando salió Delta Machine
(2013) compré el CD (o tal vez me lo regalaron, no recuerdo) y quería encontrar
el momento adecuado para escucharlo con calma y dedicarle toda mi atención, pero
entre pitos y flautas al final lo tuve prácticamente un año sin abrir encima de
mi mesa, lo cual es bastante sintomático. Tanto este disco como los dos
anteriores me parecen demasiado fríos, sin alma, como una vuelta a su excesiva
sencillez de principios de los ochenta, pero no por falta de medios, sino de
ganas; con un sonido algo más sofisticado, sí, pero demasiado mecánicos y
rutinarios al fin y al cabo. Su último trabajo, Spirit (2017), ya no lo he
comprado y ni siquiera lo he escuchado aún (me puse el single en YouTube un par
de veces cuando salió, pero se me olvidó seguirle la pista a la salida del
álbum al mercado); ya que estoy escribiendo esta entrada aprovecharé para oirlo
en cuanto tenga un rato (parece que tiene buenas críticas),
y ya de paso darle otra oportunidad a los tres anteriores.
Respecto a esta falta de conexión con sus últimos discos, no sé si es su
estilo musical el que ha cambiado tanto o si en realidad soy yo el que ya no tengo
suficiente tiempo para dedicarlo a su escucha, o simplemente mi vida ya no
tiene tantas emociones intensas que poder asociar a su música como cuando era
más joven… Tal vez se trate de una combinación de todo ello. En cualquier caso,
volvamos a su época dorada y sigamos con la segunda cara de mi selección de
canciones favoritas de su discografía.
En ocasiones os he dicho que gran parte de la música que oigo me gusta
independientemente de lo que se cante, pero en el caso de los Depeche las
letras me parecen también muy interesantes; incluyo por tanto, igual que la
semana pasada, enlaces con los subtítulos en castellano.
Fly on the Windscreen: Esta
es del Black Celebration, pero para incluir los subtítulos os enlazo a la versión
en directo del Devotional Tour, que también es muy buena. El mensaje es
desasosegante: Somos como moscas que chocan contra el parabrisas de un coche,
podemos morir en cualquier momento y sin previo aviso. Aparece de nuevo la combinación,
tan típica en Depeche Mode, de desesperanza y sexo, con mi parte favorita de la
canción: “Ven aquí, bésame, tócame, ahora…”. En otras palabras, la Vida es
corta y por tanto hay que aprovecharla mientras se pueda; es como una versión
más elegante del conocido dicho valenciano “Folleu, folleu, que el Món s’acaba”…
Es irónico, porque nos abandonamos al sexo para olvidarnos de que todos
desapareceremos tarde o temprano, y a veces al orgasmo femenino se le llama precisamente
“la pequeña muerte”.
The Love Thieves: Una de mis
canciones favoritas del Ultra. Todavía se notaba aquí la influencia de la época
de Alan Wilder en la producción, con un sonido atmosférico, muy rico y lleno de
pequeños detalles aquí y allá. Me encanta la selección de instrumentos y
timbres y la sensación de paz y melancolía que transmite el tema, y cada vez
que escucho los últimos compases se me ponen los pelos de punta. Recuerdo
escuchar hace veinte años este disco entero con los cascos en la cama, antes de
dormirme, y entrar en una especie de trance, de éxtasis estético potenciado por
la sensación de duermevela… Una obra maestra, sin duda.
Halo: Un temazo del Violator,
aunque no de los más conocidos. Os pongo el enlace al vídeo musical, bastante
original y artístico, como suele ser habitual en el caso de este grupo: trata
sobre un triángulo amoroso en un circo
y cuenta la historia de la payasa que vivía con el hombre forzudo pero en
realidad estaba enamorada del payaso… Musicalmente es una canción impecable,
fascinante, arrebatadora. El inteligente uso de los sintetizadores y los
samplings de violines es muy original, y la transición de 1:44 es fantástica.
Como anécdota aparte, comentar que la traducción al español de “violator” no es
“violador”
sino “infractor” o “transgresor”, pero aun así de joven me daba vergüenza dejar
este CD muy a la vista, por si mis padres veían el título y se pensaban algo
raro…
Never Let Me Down Again:
Abría el Music for the Masses, y fue uno de los hits más grandes de la banda a
finales de los ochenta. El enlace es del directo del Exciter Tour de 2001: no
es mi versión favorita, pero tampoco está nada mal y además tiene subtítulos. Ya
en otra entrada, al poco tiempo de empezar con el blog, dije que esta canción me
trae muy buenos recuerdos de la adolescencia,
cuando en un Mundo lleno de confusión los amigos eran algo tan importante, algo
seguro a lo que aferrarse: estando solo te sentías perdido pero junto con ellos
eras el rey del Universo… Y aun así el mismo título de la canción, “No Vuelvas
a Fallarme”, deja la puerta abierta a la parte negativa, a la cruda realidad
que a veces se abre paso y desbarata nuestros castillos en el aire: algunas de
estas amistades que parecían indestructibles no nos duran el resto de nuestras
vidas… Por cierto, es impresionante la imagen de miles de brazos en el público moviéndose a izquierda
y derecha al unísono, en una especie de comunión musical, hacia el final del
tema.
Stripped: Otro corte del Black
Celebration. Parece ser que, según palabras de Martin Gore, la letra no trata sobre sexo, sino sobre la vuelta a
la Naturaleza y a la sencillez, huyendo del ruido y el caos de la ciudad; se
trata de una desnudez metafórica más que literal. Es un tema sobre la verdadera
comunicación entre dos personas y sobre pensar por uno mismo, olvidando los
mensajes alienantes de la televisión y la publicidad. Este mensaje sigue muy
vigente hoy en día, ampliado a Internet y a las redes sociales digitales: con
los móviles estamos más conectados que nunca pero también más aislados, en un
continuo zapping vertiginoso pero superficial y sin sustancia alguna.
Here is the House: Igual que
Stripped, esta también es del Black Celebration. En mi selección las puse
seguidas tal y como aparecían en el disco original porque este álbum tenía
transiciones entre una canción y la siguiente,
en las que distintos ritmos y efectos sonoros (como el tic-tac de un reloj, en
este caso) se solapaban unos con otros para fundir los temas, y no quería que
el corte fuese brusco para no estropear la experiencia estética. El vídeo del enlace
incluye una sencilla animación que el grupo utilizó en una de las giras. En
cuanto a la canción, las armonías vocales son preciosas y la temática es
básicamente positiva: la letra habla de la conexión, la confianza y la complicidad
entre dos personas que están muy a gusto juntas, tanto en lo físico como en lo
intelectual y espiritual.
Waiting for the Night: Tema
perteneciente al Violator cantado prácticamente a dos voces, con Martin Gore constantemente
doblando las frases de Dave Gahan. Habla de la búsqueda de la paz y la tranquilidad
por la vía de la soledad
y el aislamiento voluntario; el protagonista celebra la llegada de la oscuridad
porque le permite olvidar sus problemas del día a día. En cuanto a la música,
destaca el uso casi exclusivo de sintetizadores, con pocos arreglos acústicos. Muy
interesantes los efectos de sonido que juegan con la propia voz, enfatizando
ciertos fonemas en los comienzos y finales de palabras, como la t que enlaza “descend” con “to my
surprise”, o la k de “everything’s dark” y “from the stark”… La Belleza está en
los pequeños detalles.
Home: Corte del Ultra, cantado
por Martin Gore. Lo incluí también en mi selección de canciones melancólicas,
de la que ya os hablé en su día. Tiene un aire optimista pero a la vez agridulce,
y de hecho Gore ha comentado alguna vez que, aunque la letra es bastante
críptica, trata sobre arreglar cuentas con uno mismo y sentirse en paz en el momento de la Muerte,
al atravesar la puerta hacia el Otro Lado… Tiene una excelente producción y una
gran densidad de capas sonoras; a destacar los preciosos arreglos de cuerdas,
con momentos concretos realmente estremecedores, como el de 4:13.
World Full of Nothing: Este
es el último tema de la selección sacado del excelente Black Celebration. Se
trata de nuevo de una letra cruda y brutalmente sincera, con una vision nada
romántica y nada idealizada de la realidad. Nos habla del descubrimiento del
sexo en combinación con la confusión de la adolescencia y la sensación de vacío
ante el Mundo; de la necesidad de aferrarse a alguien para no hundirse en la depresión.
La protagonista nos describe su soledad y la urgencia que tiene de sentirse
querida y deseada, de poder ver el Mundo a través de los ojos de otra persona.
Como hemos visto ya en otras canciones de la selección, la letra es dura pero deja
un pequeño resquicio a la Esperanza: “Aunque no es Amor, significa algo…”. La
melodía y los acordes también reflejan esta dicotomía entre lo positivo y lo
negativo, con fragmentos más alegres y otros (como en 1:21) algo más tétricos.
World in My Eyes: Precisamente
en el anterior hablábamos de ver el Mundo a través de otros ojos… Este es el primer
corte del Violator, aunque aquí he enlazado a la estupenda versión en directo del
Devotional Tour. Es de nuevo un tema sobre el sexo como algo bueno y placentero, sobre
abandonarse a la sensualidad, al imperio de los sentidos,
y olvidarse de todo lo demás por un momento.
El Mundo (entendido como “todo lo que necesitas”) está ahí, en esa habitación (paralelismo
evidente con In Your Room), con esa persona… Musicalmente es una canción estupenda,
con detalles como el alucinante efecto, reproducido hacia atrás, de 2:48, o la
repetición de la misma melodía cambiando los acordes (y por tanto el efecto a
nivel emocional) a partir del 4:20, algo que ya habíamos visto en otros temas
del grupo… Os vuelvo a recomendar que, una vez leídos los subtítulos, escuchéis
una versión de mejor calidad con los auriculares puestos para percibir la
potencia de los graves y cómo se entrelazan las distintas capas sonoras… En el
disco se acaba con un fade out, pero los Depeche siempre se han caracterizado
por currarse mucho las versiones para los directos, y la de este enlace no es
una excepción, con un final a la altura de las circunstancias.
Como suele ser costumbre, voy a tratar de terminar la entrada sacando
algunas conclusiones más generales. En el momento en que hice la selección de
canciones, hace años, pensé más en la música que en lo cantado, y lo mismo ocurrió
hace poco cuando decidí escribir esto para el blog… Sin embargo, a posteriori
me he dado cuenta (y vosotros os habréis fijado también) de que en las letras hay
varios temas clave que se repiten continuamente. Además me he dado cuenta de
que muchas de las etiquetas del blog (que os presenté de nuevo en el Mapa hace un par de semanas)
pueden asociarse de una u otra forma con la música o las letras del grupo, o
con su trayectoria artística y su manera de entender su oficio; de hecho, me
costó mucho decidir cuáles asignar a la primera parte de la entrada porque me
salían demasiadas… Así que tratemos de ver cuántas etiquetas podemos llegar a
contar (me ayudaré de las mayúsculas para que os sea más fácil seguir la
enumeración).
A lo largo de su carrera los Depeche Mode siempre han sido muy Coherentes
con ellos mismos y han tenido un sonido propio, la Libertad y la Autenticidad han
sido sus señas de identidad. Sus letras nos dibujan unas imágenes mentales Sencillas
pero a la vez muy potentes, muy poéticas. Han sido Inconformistas y en lugar de
pintar las cosas de color de rosa, como hacen muchos artistas del montón para
vender discos más fácilmente, han mostrado la realidad tal y como es,
con sus contradicciones, sus conflictos y su parte más oscura…
En sus letras hay por tanto mucha Verdad con mayúsculas; supongo que por eso
conectaron tan bien con tantos jóvenes y adolescentes en los ochenta y
principios de los noventa. Y no solo han cuidado su Música y sus textos
sino también su imagen a nivel de
Fotografía, Vídeos, presentación de los discos físicos y conciertos en directo.
Su música rezuma Belleza por los cuatro costados y sus canciones hablan de la
búsqueda de Afecto y de nuestra indefensión ante el paso inexorable del Tiempo.
En total son doce de las veinte etiquetas del Mapa, lo cual no está nada
mal… Y podrían ser trece porque vuelvo a recalcar, como hice la semana pasada,
que el contraste entre Belleza y Tiempo, que es uno de los temas principales
del Blog, lo es también del trabajo de Gore, Gahan, Fletcher y Wilder, aunque
nunca antes había sido tan consciente de ello como ahora que he escrito esto…
Seguramente esa es la razón por la que me ha gustado siempre
(tanto antes como después de empezar con el blog y poner las etiquetas en negro
sobre blanco) la música de Depeche Mode: porque está íntimamente relacionada
con muchas de las cosas que me parecen importantes en la Vida… Con esto yo creo
que ya está todo dicho. Más adelante volveremos a escuchar por aquí a los
Depeche; pero no ya los temas de los álbumes oficiales, sino las remezclas de sus maxi-singles, que
exploran las distintas combinaciones de las capas sonoras generando a partir de
cada original varias canciones completamente diferentes y en muchos casos todas
igualmente buenas.
1 comentario:
(Os copio aquí algunos comentarios que me ha mandado mi amigo Camilo Superstar)
-"Black Celebration" fue su primer álbum redondo y su mejor disco. Para mí, no han repetido algo igual de composición. Otra cosa es que el Violator ya tenga un nivel alto de producción y composición también.
-Me acuerdo perfectamente de la Juke del Golo. El Very y yo poniéndola en bucle y luego poniendo "Hey" de Julio Iglesias y a correr para que no nos increparan. Acto de terrorismo musical.
-¿Te acuerdas que hicimos una versión de "Nothing"? Era una Cara B.
-La de "Somebody" la toqué en la boda de Ralf, me lo pidió su mujer. Sigue siendo mi favorita y de vez en cuando la toco con mi teclado Midi conectado al Ipad. "A Question of Lust", "Black Celebration" o "A Question of Time" también son de mis favoritas.
-Lo que me sigue fascinando es cómo "Behind the Wheel" sale de single y encima triunfa. Es un tema anticomercial, a la par que genial.
-He de decir que, después del Violator, no he oído nada. Fui fanático.
-Ayer vi a Aníbal, de Ojete Calor, con una camiseta del 101.
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