Esta semana he tenido un poco de lío en el trabajo y me ha pillado el toro
con el blog, así que en lugar de escribir una entrada como mandan los cánones
os voy a proponer posibles temas para las próximas entregas y me gustaría que
me dijeseis en los comentarios cuáles os parecen más interesantes, para darles
preferencia. Para los momentos en que voy apurado de
tiempo, como ahora, tengo en reserva varias ideas para entradas con
fotografías, que son algo más rápidas de hacer. Puedo continuar con la serie de
Grietas en la Pared, sobre edificios antiguos de Valencia, o la de El Murmullo de las Paredes, sobre grafitti en la ciudad; y también puedo seguir con las
selecciones de fotos de mis viajes estivales, tanto en lo tocante a las calles y monumentos
de mis destinos como a su arte urbano. Además tengo previsto hacer una selección de mis mejores
imágenes de los monumentos importantes de Valencia, pero a esta quiero darle
algo más de contenido, hacerla más elaborada, así que tendrá que ser cuando disponga
de más tiempo libre.
Pasando de lo
puramente visual a lo audiovisual, había pensado hacer una selección de los mejores vídeos de David Broncano
tanto en La Resistencia como en La Vida Moderna, similar a la que hice en su
día con Andreu Buenafuente,
y también quiero intentar confeccionar una lista de películas (a ser posible de
calidad) que nos ayuden a seguir el hilo de la Gran Historia
del Universo, pasando por la Prehistoria e Historia humanas en sus distintas
etapas hasta llegar al Presente. Además tengo bocetadas una entrega sobre
canciones que han sido versionadas por otros artistas
y otra sobre un experimento de arqueología musical haciendo
uso de mis primeros cassettes grabados de la radio cuando era un niño.
Del sentido del oído podemos pasar al del olfato, con una entrada acerca
del poder evocador de los aromas y perfumes. También podemos hablar, si os
apetece, de la película de Pixar Del Revés
y de cómo representa los procesos cerebrales asociados a las emociones o a la
memoria. Entrando en el apartado de Inconformismo (es decir, de cabreo puro y
duro) puedo escribir algo sobre la gran cantidad de estupideces que llega a
hacer mucha gente cada día a mi alrededor, o sobre la infoxicación
a la que nos vemos sometidos, con tantos árboles que no nos dejan ver el
bosque.
Y frente a la cantidad de tonterías simultáneas del Hombre habría otra
posible entrada sobre la cantidad de maravillas simultáneas que nos ofrece la
Naturaleza, y que podría titularse “Todo a la Vez”…
Son estas maravillas las que de vez en cuando me distraen de mis tareas
diarias, así que podríamos hablar de esas distracciones.
Otra entrada que seguramente os haría bastante gracia trataría sobre los momentos
en que haciendo mis cosas por casa no solo hablo conmigo mismo, sino que lo
hago reciclando frases conocidas de series y películas. O puedo escribir sobre
las distintas formas que la gente tiene de enfocar la vida, asumiendo más o
menos riesgos, sobre mi elección de ir más a lo seguro y sobre si esa es o no
realmente la mejor opción.
Por supuesto, hay previstas entradas acerca de esta Valencia que me vio
nacer y a la que tanto quiero… Tengo un concepto que costará un poco desarrollar
apropiadamente pero que puede dar mucho juego: el de la ciudad como palimpsesto en el que se entretejen de forma
imperceptible múltiples detalles de distintas épocas históricas. También
podemos hablar de algunas fronteras invisibles que la dividen sin necesidad de
muros (Si conocéis el entorno de la Avenida del Oeste sabréis a qué me refiero).
Y todavía me quedan muchas historias por contar acerca de la parte más antigua
de la ciudad, en el Centro Arqueológico de l’Almoina,
haciendo una especie de recorrido virtual por el yacimiento.
Tanto en Valencia como fuera de ella transcurren las vicisitudes de mi abuela materna y su familia
durante la Guerra Civil, que os puedo relatar si os apetece; desde la comodidad
de hoy en día diríamos que es una historia de película, pero lamentablemente
para ellos era el pan nuestro de cada día. Remontándonos más hacia el Pasado,
soy consciente de que nos falta por cubrir una etapa muy importante de nuestra
Gran Historia,
la de la Prehistoria y las migraciones y avances tecnológicos de los distintos
tipos de Homínidos en los últimos millones de años, así que esa es otra opción.
Olvidándonos de nuestro Planeta, también podemos comentar cosas acerca de
distintos procesos cíclicos de ritmo superlento que se dan en nuestro Universo;
o acerca de lo que se cree (por ahora) que ocurrirá cuando el Universo llegue a su fin.
Y tratar la Muerte del Cosmos en su totalidad nos lleva a hablar de nuestra propia Muerte como individuos…
Ya en varias ocasiones os he comentado que tengo material para escribir varias
entregas sobre este tema, pero quiero tener la oportunidad de desarrollarlo con
calma para que quede bien, razón por la que lo voy posponiendo una y otra vez.
En cierto modo es una de las entradas clave dentro del armazón filosófico del
blog: al fin y al cabo es la constante y sorda amenaza de la Muerte la que nos impulsa
a disfrutar más plenamente de la Vida, es nuestra fugacidad en la inmensidad del Tiempo
la que nos hace valorar toda la Belleza que nos rodea. Así que en esa entrada
múltiple trataré de averiguar qué manera de conducirse en la Vida es la que los
permite encarar la Muerte plácidamente y en paz con nosotros mismos… Trataré de
averiguarlo hasta donde alcance, porque hay bastantes cosas que tampoco yo
tengo muy claras; para aclararlas necesitaré vuestra ayuda en los comentarios,
igual que para saber por dónde os apetece que tire el blog las próximas semanas…
Ya sabéis: leemos para saber que no estamos solos, y escribimos precisamente por la misma razón.
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