Ya sabéis que a pesar de no ser creyente me gusta visitar de vez en cuando
las iglesias y conventos de la ciudad en cuanto que lugares llenos de historia
y de arte en los que se ha preservado casi intacta una parte de nuestro pasado. Por
ejemplo, tengo entradas antiguas acerca de la Catedral de Valencia
y el Convento de Santo Domingo…
Hablando estas últimas semanas sobre la historia de Malta y sobre los Caballeros Hospitalarios de San Juan de Jerusalén,
se me ocurrió que podía colgar en el blog, en dos entregas, una selección de
mis mejores fotos sacadas en San Juan del Hospital,
una de las iglesias más bonitas y la más antigua de Valencia (anterior incluso
a la propia Catedral), levantada por esta orden religioso-militar muy poco
después de la conquista de Balansiya por parte de Jaume I.
El acceso a la iglesia se realiza por la calle Trinquete de Caballeros,
y ya en la sala de entrada se pueden contemplar pintadas en la pared izquierda varias
cruces rojas de los cruzados que datan del siglo XIII. La cruz de ocho puntas
(después llamada cruz de Malta)
está muy presente por todo el lugar, no solo en las pinturas murales sino
también en las claves de algunos arcos y en los preciosos óculos con tracería
de piedra que hay encima de las puertas de la iglesia. Entramos así al Patio Norte,
un patio interior alargado, tan cerrado y recogido que parece una zona privada
aunque el acceso es totalmente libre; una vez superada esa primera impresión de
incomodidad, esa sensación de ser un intruso, el lugar resulta muy agradable, acogedor
y tranquilo, y al no haber edificios altos a la vista casi no parece que estés
en pleno centro de la ciudad.
A mano izquierda mientras se avanza hacia el fondo del patio se puede
admirar la iglesia, de estilo gótico cisterciense
caracterizado por su sobriedad, aunque algunos de los elementos más antiguos,
como puertas y contrafuertes, son románicos. Resulta particularmente chocante una
gárgola que, justo encima de las cabezas de los visitantes, parece saludarles al
entrar con su enorme falo entre las manos… A la parte derecha está el lugar
donde en el S.XIII se encontraba el albergue, convertido hoy en día en unas
dependencias modernas. Casi al final del patio se pueden apreciar en el suelo,
si se fija uno bien, cuatro líneas paralelas de bronce que indican la
situación, unos metros más abajo, de los muros de la grada occidental del circo
donde se celebraban las carreras de cuadrigas en la época romana imperial. Los
restos de la espina central del circo están más atrás, casi a la altura de la calle,
en el Patio Sur. Justo al fondo del Patio Norte está el Museo y Sala de
Exposiciones, que tampoco es nada del otro mundo, que yo recuerde…
Girando dos veces a la izquierda se accede al interior de la iglesia
propiamente dicha… Es un espacio en penumbra, muy hermoso, un remanso de paz y
sosiego con un encanto especial, que invita a sentarse en uno de los bancos (fuera
del horario de misas) y simplemente dejar pasar el Tiempo… Cuesta creer que
este recinto se usara como sala de cine
en los años 50 y 60, hasta que el Opus Dei inició su restauración (ya sé, ya sé
que da un poco de repelús pasar frente a la estatua de Don José María Escrivá
de Balaguer, pero si visitáis el lugar con respeto y sin dar la nota nadie os llamará
la atención ni os saldrá al paso para intentar catequizaros).
Las capillas laterales albergan imágenes de vírgenes y santos, algunas de ellas bastante antiguas. Al fondo, a la derecha del ábside, hay una capilla barroca del S.XVII que francamente
no pega nada con el resto de su entorno y en la que se guarda una urna con los
restos de la Emperatriz Constanza de Grecia, que vivió en la época de la
construcción de la iglesia. A la izquierda del ábside se pueden contemplar unas
fabulosas pinturas murales de finales del S.XIII, excelentemente bien
conservadas (o restauradas), con
un colorido muy vivo para lo que suele ser habitual en este tipo de obras: sin
duda uno de los puntos de visita obligada… Y aquí lo dejamos por hoy; la semana
que viene colgaré el resto de mis fotos y explicaré un par de cosillas sobre el
Patio Sur, abierto al público más recientemente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario