Toca hoy empezar a hablar de La Resistencia
y de su presentador David Broncano,
al que ya se había mencionado un par de veces en el blog antes de esta entrada
múltiple… Aunque nació en La Coruña se crió en Orcera, localidad de Jaén. Su
carrera como humorista en radio y televisión comenzó en torno a 2008 pero
empezó a alcanzar más notoriedad a partir de 2014 con La Vida Moderna. En 2016
se incorporó como colaborador a Late Motiv con Andreu Buenafuente,
en #0 de Movistar, y su desparpajo como presentador suplente un día en que
Andreu se puso enfermo (su entrevista con Ken Follett
es legendaria, aunque más adelante se superaría a sí mismo, encargándose también de la “traducción simultánea”
con los invitados extranjeros) hizo que poco después se diera luz verde a su
propio programa, el late late night La Resistencia.
Se graba en el Teatro Arlequín, junto a la Gran Vía de Madrid, y está
producido por El Terrat, con Broncano, Ricardo Castella
y Jorge Ponce a la cabeza. Se encargan de la música en directo Castella y Marcos
Martínez, alias Grison Beatbox, y
Castella hace también de vez en cuando alguna sección al final para cuadrar el
tiempo, explicando los entresijos del programa…
Antes de continuar tengo que avisaros de que mi crónica está hecha desde la
perspectiva de un asiduo al canal de YouTube,
no de un abonado de Movistar+, así que hay partes del programa que no veo y por
tanto no puedo comentar… Por cierto, también en este caso los comentarios de
YouTube son muy ingeniosos, os recomiendo su lectura. Aprovecharé la entrada,
como hice con La Vida Moderna, para incluir los enlaces a una selección de los
vídeos más interesantes.
La primera temporada comenzó el 1 de febrero de 2018, con Antonio Resines
como padrino: fue el primer entrevistado y apareció en el primer trailer, además de haber participado
después como colaborador ocasional,
con algunos sketches realmente tronchantes en los que no deja títere con cabeza… También participó en el primer
programa otro de los padrinos, Buenafuente, y con él se pudo comprobar que los
límites del humor llegaban justo hasta la esquina de la Gran Vía, que era el
punto a donde alcanzaba el cable de la cámara
al salir del teatro. Para el final de este primer episodio se juntaron en el
escenario varios de los colaboradores e Ignatius acabó dejándose llevar por la
emoción y rompiendo la mesa,
pensando que se trataba de un único programa.
La Resistencia se emite en el canal de pago de lunes a jueves a las doce de
la noche, después de Late Motiv, y los vídeos se cuelgan en Internet una hora más
tarde (muchos de los seguidores no abonados forman el llamado Club de la Una,
que espera ansioso cada día la salida de los contenidos; yo los veo
tranquilamente un día después y sin trasnochar). La segunda temporada comenzó
el 10 de septiembre de 2018 y todavía está en emisión, aunque supongo que les
quedará ya poco para tomarse el habitual descanso estival. La primera
entrevista de esta temporada fue a Kiko Veneno.
Ya os comenté en su día que al principio Movistar+ colgaba varios vídeos de
cada programa, incluyendo casi la totalidad del mismo, pero llegó un momento a
partir del cual solo ponían en YouTube dos vídeos por día, y además recortados
con respecto a la versión íntegra que se emite, previo pago, en #0: la
entrevista, acortada a veinte minutos, y una de las secciones, acortada a cinco
minutos.
Hagamos a continuación un somero resumen de las distintas secciones y
colaboradores. Para empezar Broncano hace siempre los monólogo,
aunque en esta segunda etapa del programa ya no los suelen colgar en YouTube…
De hecho, no los hace ni en La Vida Moderna porque se reserva el material bueno
para La Resistencia. Hablando de La Vida Moderna, Quequé aparece de vez en
cuando en el late late trayendo a un invitado sorpresa
cuya identidad Broncano tiene que adivinar con una serie de pistas. También Ignatius
ha tenido apariciones esporádicas para cantar con su grupo (o lo que sea)
Petróleo, aparte de para romper tazas y otros objetos (le vendría bien
a Broncano una visita suya ahora que tiene veinte o treinta tazas sobre la
mesa).
También se ha pasado a veces por el programa, aunque menos últimamente,
Dani Rovira, y Berto Romero ha
ido tanto a ser entrevistado como
a contar sus movidas (es épica su anécdota del grupo de Whatsapp
que creó por error). Pantomima Full
proponen distintos formatos de ficción a cuál más loco
y Ernesto Sevilla se pasa a veces a regalar dinerete
o a hacer la momia fantástica. Miguel
Noguera fue primero como entrevistado
y después lo han contratado para hacer distintas performances como la del gusano o la del autómata.
En cuanto a Ingrid García-Jonsson,
no sé si considerarla colaboradora o invitada platino de la Resistencia,
pero es una payasa entrañable
y proporciona muy buenos momentos de commedia cada vez que va al programa.
Y me dejo al más interesante de los colaboradores para el final… Con Jorge
Ponce tengo sentimientos encontrados porque algunas de sus secciones están
entre mis favoritas, pero otras son tan cafres que (igual que me pasa a veces con
La Vida Moderna) se sitúan muy cerca de mis líneas rojas a nivel personal.
Empecemos con la parte negativa, con las secciones más kamikazes o los detalles
concretos que rozan en mi opinión el mal gusto…
Por ejemplo, recuerdo aquella vez que intercambiaron platós con Late Motiv y,
ante la oportunidad de disponer de un mayor presupuesto, Ponce decidió empezar
su sección saliendo de un coño gigante de atrezzo,
simulando un parto.
También está El Hormiguero Mal, que se hace a veces al final de la
entrevista y en el que Ponce intenta reproducir una versión chapucera de las
secciones que se organizan con los invitados en el programa de Pablo Motos…
Un día hicieron una variante del Culo o Codo
que se llamaba Muerto o Dormido, en
la que lógicamente la entrevistada tenía que averiguar mirando varias fotos si
era una cosa o la otra, algo que a mí me habría resultado muy embarazoso y
desagradable en su lugar (creo que ni siquiera he llegado a ver nunca el vídeo
entero). Otro día hicieron una variante distinta llamada Mago o Pederasta…
Sobran las explicaciones, os hacéis idea del nivel.
Otra sección que no acaba de gustarme es ¿Quién prefieres que se muera? Se
propone a dos personajes conocidos, Ponce da razones a favor o en contra de que
se muera uno u otro y al final el público decide con sus aplausos. Tanto Ponce
como Broncano aclaran siempre que no quieren que se muera nadie, que hablan de
un caso hipotético en el que no hubiera otra elección, pero a mí me sigue
pareciendo ofensivo, con o sin aclaraciones. Recuerdo que hubo una edición de Ignatius o Quequé y otra de Barrabás o Jesús, y una variante especial de
¿Quién prefieres que resucite? con Stephen Hawking y el perro Excalibur… En fin, me parece bastante
faltoso, no me hace gracia. Dicho todo esto, me reafirmo en lo que comenté hace
dos semanas con La Vida Moderna: si no me gustan estos vídeos me basta con no
volverlos a ver y punto, yo no soy quién para decir a nadie sobre qué puede o no hablar o hacer bromas.
Centrémonos ahora en las secciones de Jorge Ponce que más me han gustado.
Es muy amplio el abanico de temas que toca dentro del teatro, ya sea en el
escenario con Broncano o participando desde la cabina del fondo: puede pegar un
repaso a distintos foros de Internet con temáticas surrealistas,
o darle la vuelta a los típicos consejos de filosofía barata de autoayuda,
o hacer La Resistencia Kids, con esa
musiquilla taladrante de fondo y esas gorras amarillas de la visita del Papa a
Valencia, o ponernos al día de los progresos de su chiquilla.
Pero donde realmente se ve su ingenio y su capacidad de improvisación es
cuando hace las conexiones desde el exterior, en la acera de la Gran Vía, e
interactúa con los transeúntes. Puede tratarse de una nueva edición de El Concurso Subjetivo, o de una visita a la tienda de Medias Jaime, o de
jugar en las fachadas de enfrente con la linterna gorda
o bien de cruzarse de acera, pero
casi siempre quedan momentos para el recuerdo cuando Ponce sale a la calle. Sin
duda uno de mis vídeos favoritos en la Gran Vía es aquel en que le pusieron el
cable largo a la cámara y Jorge pudo por fin hacer una peregrinación (junto con
unos suricatos que fue reclutando por el camino) hasta el teatro donde se representa
el musical de El Rey León.
Lo podría dejar aquí y el pabellón de Ponce quedaría ya bien alto, pero no
me resisto a añadir el enlace al último vídeo de YouTube que he visto este
mismo fin de semana, mientras redactaba estas líneas. Corresponde al programa
del pasado jueves y en él suben al escenario a un espectador que se ha ofrecido
voluntario para que le hagan la declaración de la Renta
en directo… Dice mucho en favor de Ponce y de todo el equipo (¡putos amos!)
que puedan convertir una premisa aparentemente tan aburrida en uno de los
momentos más grandes que se han visto nunca en el programa (Spoiler: Le sale a pagar)… Y con esto terminamos por
hoy. Me dejo para la cuarta y última entrega hablar de las entrevistas de
Broncano (si es que se les puede llamar entrevistas) y de los puntos en común
entre el famoso presentador y el que aquí suscribe.
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