Siguiendo con
mi tradición de colgar en el blog fotos de cementerios, os estoy contando estas dos semanas la
impresión que me produjo la parte más antigua del de Olsany, en la ciudad de
Praga. Recuerdo claramente la agradable sensación de respirar el aire limpio y
claro de aquella mañana fría, a pesar de ser agosto. Llamaba la atención la densa
vegetación del lugar, que incluso en verano estaba fresca y verde, con la hiedra
trepando por los troncos de los árboles,
cubriendo las tumbas y también parcialmente los senderos, hasta el punto de que
en muchos sitios no podías diferenciar dónde acababan las lápidas y dónde empezaba
el camino. En las alturas los enormes árboles eran también muy frondosos; de
hecho, tomé las fotos un buen rato mientras lloviznaba y prácticamente no noté
las gotas sobre mí hasta que se agarró un poco más fuerte.
No sé si ha habido mucho reciclaje en las distintas secciones del
cementerio o si en teoría deberían quedar algunas tumbas de los orígenes, hacia
1670… Las fechas más remotas que vi en las inscripciones eran de fallecidos en
1820 ó 1830, pero en la zona más antigua era muy difícil distinguirlas por la
vegetación que las cubría; en algunos casos no se veía nada más que un saliente
de hiedra donde supuestamente estaba la lápida. Hechizado por el encanto del paraje,
no se me pasó por la cabeza mientras hacía fotos apartar la hiedra con la mano en
busca de inscripciones del siglo XVII;
y aunque no soy miedoso en mis visitas a camposantos, creo que si se me hubiera
ocurrido hacerlo en este caso concreto sí me habría dado un poco de repelús.
Tal vez debido a la lluvia estuve prácticamente solo, apenas vislumbré a lo
lejos otras cuatro o cinco personas en las tres horas que pasé allí. El lugar
tenía un toque romántico, becqueriano,
onírico, irreal, como si existiera fuera del Tiempo; solo en las zonas más
cercanas al muro oeste el remoto sonido del escaso tráfico en la calle te
recordaba que seguías en el Presente. Se me ha quedado grabada en la memoria la
luz difusa pero a la vez intensa procedente de las nubes, filtrándose a través
de las hojas de los árboles y vistiendo ese rincón del Mundo de verde y gris, con
toques de marrón por las hojas secas caídas. Más que un cementerio con árboles,
la sección antigua de Olsany parecía un bosque encantado con multitud de tumbas diseminadas aquí y allá, como los de los cuentos…
Y con esto llegamos al final de mi narración, espero que os gusten las
fotos; me doy por satisfecho si consiguen transmitiros siquiera una pequeña
fracción de las sensaciones que tuve aquella fría mañana de verano, abrumado por la Belleza del Cementerio de
Olsany… Utilizo estas últimas líneas para comentaros que ayer fue el décimo aniversario de La Belleza y el Tiempo;
los años han pasado fugaces sin que apenas nos diéramos cuenta. Comencé la
primera entrada diciendo que algún día, tarde o temprano, el blog moriría, pero
ese día no está cerca por ahora: he decidido no hacer otro parón al final de agosto
y seguiré publicando entradas durante todo el año, aunque eso sí, cada dos semanas
y sobre todo con selecciones de fotografías, menos costosas de preparar. Espero
que os alegre esta noticia y que no echéis mucho de menos los contenidos con
más texto; al fin y al cabo, entradas como la de hoy son la prueba de que a
veces una imagen vale más que mil palabras.
2 comentarios:
Uauuuu!! 10 años!!! Enhorabuena y gracias!!! Me encanta que hayas elegido esta entrada para conmemorar ese tesón que demuestras en el blog. Además, en esta entrada, has conseguido meterme totalmente en situación, me he imaginado compartiendo la visita contigo,y flipando mucho en ese lugar. Me encantan las fotos!!!! Creo que has hecho una buena edición. A por otros 10 años!!!
En este caso concreto me gustó tanto el lugar que en cuanto volví a Valencia escribí unas breves pinceladas sobre la impresión que me causó, para no olvidar ningún detalle. Así para preparar el texto de esta entrada hace poco solo tuve que poner las ideas en orden y darle un tono más literario... ¡Gracias como siempre por comentar, Susana! Me alegro de que te gusten las fotos, espero poder mantenerme a la altura de aquí en adelante. :-)
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