Todo está
relacionado entre sí no solo en el Tiempo sino también a través del Espacio:
nuestras acciones aquí y ahora tendrán consecuencias en otros puntos del
Planeta en el futuro próximo o lejano (y no nos vamos más allá de los límites
de la Tierra por acotar un poco el problema, pero está bastante claro que lo
que ocurre fuera también puede afectarnos aquí). A su vez las conexiones
temporales (de las que hablamos en las dos primeras entregas) y las conexiones
transversales al eje cronológico (de las que hablaremos a continuación) también
están ligadas entre sí, formando una inmensa e intrincada tela de araña espacio-temporal de causas y
efectos que es la que confiere gran parte de su Belleza al Mundo en que
vivimos… Y cuando decimos que todo está conectado nos referimos a que lo está
no en un sentido esotérico o espiritual, sino de una forma real, tangible y explicable científicamente.
Solo cuando nos preocupamos por comprender a fondo estas relaciones podemos
actuar en la Vida de forma totalmente coherente, lo cual nos puede beneficiar
tanto a nosotros mismos como a los demás. Hay quienes no se preocupan por
encontrar las respuestas a las
grandes preguntas y aprenden solamente acerca de unos pocos temas inconexos,
especializándose demasiado, con lo que no tienen perspectiva, no ven la imagen
de conjunto, y por tanto nunca llegan a darse cuenta de las incoherencias en
las decisiones que toman… El problema de intentar conciliar los distintos tipos
de Conocimiento que se tienen dentro de un único esquema mental con sentido me
recuerda un poco a esos grandes tablones de corcho
que cuelgan en los despachos de detectives e investigadores en películas
y series, llenos de fotos,
informes, recortes de periódico, post-its con nombres escritos y bolsas de
plástico conteniendo pistas, y tal vez también un mapa de la zona, todo ello
clavado con chinchetas que a su vez quedan unidas por hilos de lana rojos que indican
las relaciones entre los distintos elementos, tratando de atar los cabos sueltos
y encontrar algún patrón oculto entre la maraña de información…
Para rizar el rizo aún más, puede haber conexiones
no solo entre distintos puntos de la Tierra, sino también entre distintas
escalas espaciales, de modo que para descifrar las causas y efectos entre los
distintos niveles a veces tenemos que cambiar de orden de magnitud.
Empezando por la Física de lo pequeño, sabemos que la materia está hecha de
átomos
en cuyos núcleos hay neutrones y protones positivos, orbitando los electrones
negativos a su alrededor. Estas cargas de signos opuestos pueden organizarse
espacialmente de distintas formas, dando lugar así las fuerzas eléctricas a los
distintos tipos de enlace de la Química (covalente, metálico, iónico…).
Una reacción química no es más que una reorganización de enlaces y átomos,
transformándose unas moléculas en otras distintas, y obteniéndose así nuevas
sustancias y materiales con propiedades diferentes, en un proceso que a veces
libera energía y a veces la requiere. Un determinado subconjunto de estas reacciones,
las de ciertos compuestos orgánicos
formados a partir del carbono y un puñado de otros pocos elementos, suponen la
forma en que los seres vivos se defienden de los cambios en su entorno y
consiguen realizar copias similares a ellos mismos, es decir, reproducirse; se
establece así el nexo de unión entre la Química y la Biología.
Conocer cómo
funcionan la Física o la Biología a muy pequeña escala, aunque en principio
parezca algo un tanto abstracto, nos puede ser muy útil en nuestro día a día. ¿Sabíais
que cuando un objeto está caliente es porque sus átomos, en el mundo
microscópico, vibran más rápido? Cuando ponemos dos objetos a distintas
temperaturas en contacto se intercambian energía porque los átomos se están
empujando unos a otros, pasándose parte de las vibraciones. Si ponemos de por
medio una mezcla de gases como el aire, cuyos átomos y moléculas están más
separados, resulta más difícil para las vibraciones transmitirse y para la
energía disiparse: el aire atrapado es por tanto un buen aislante térmico. Los
conocimientos sobre conducción, convección y radiación
nos pueden aportar soluciones creativas a la hora de escoger nuestra ropa o
aislar bien nuestra casa,
y así mantenernos calentitos en las frías noches de invierno. Del mismo modo, y
sin cambiar de estación del año, conocer la Biología de parásitos, bacterias y
virus y su dinámica de transmisión entre unos huéspedes y otros es muy útil
para evitar el contagio de enfermedades que pueden ir desde una simple gripe o resfriado
hasta algo mucho peor.
Aunque no podamos ver ni átomos ni microbios con los ojos, sí podemos
entenderlos, o lo que es lo mismo, verlos con la mente, lo cual nunca viene mal.
Y hablando de
la mente: nuestras neuronas son el eslabón que conecta la Biología de lo
pequeño con otros campos más complejos del Saber. Nuestro cerebro, que en
principio no es más que la combinación de un gran número de pequeñas células
conectadas según patrones que aún desconocemos, es el que da lugar al
pensamiento y a los procesos estudiados por la Psicología, la Lingüística o la Filosofía.
Cuando varios individuos (varios cerebros) cooperan en una misma comunidad o
compiten por los recursos con una comunidad distinta, las relaciones entre
ellos son las que conectan también el nivel anterior de Conocimiento con el
siguiente: Sociología, Economía, Historia, Política… Civilización, en resumen.
Como ya hemos dicho en otras ocasiones, este sistema que nos hemos montado los
Homo Sapiens sobre la faz de la Tierra es de los más complejos que conocemos
hasta ahora, y su comportamiento conjunto de los más difíciles de predecir correctamente.
Pero no
olvidemos que nuestra especie no es más que una entre otras muchas en el
Planeta, si bien, eso es cierto, una que ha conseguido influir de forma
determinante (y no en un sentido positivo) a nivel de toda la Biosfera. A los
dirigentes políticos y los grandes empresarios les vendría muy bien ser conscientes,
antes de tomar decisiones, de que el Planeta entero, la combinación de
Civilización y Biosfera, es un único sistema complejísimo cuyo delicado
equilibrio podría romperse más fácilmente y más pronto de lo que creen. Todo está conectado en la Naturaleza, y ya estamos
empezando a ver las consecuencias a nivel global de nuestra codicia
en el Pasado reciente. Son muchos los fenómenos que conectan los distintos
puntos de la Tierra, al nivel de la Física y la Biología a gran escala: las corrientes oceánicas,
el clima, las migraciones animales, las redes tróficas y cadenas alimentarias…
Todos estos
flujos de materia, sólida, líquida o gaseosa, tanto viva como inerte, llevan
asociados sus correspondientes flujos de energía,
procediendo esta en su gran mayoría del Sol, nuestra estrella, y una pequeña
parte del núcleo terrestre. Un interesante resumen de la historia del Planeta
desde el punto de vista de la energía se nos presenta de forma muy didáctica en
el documental Home, del que ya os
he hablado antes en el blog, y que precisamente hace hincapié en varias
ocasiones en la idea de que todo está conectado. Si no lo habéis visto aún,
realmente os lo recomiendo: tanto las imágenes como el contenido valen la pena…
De cómo la Tierra está íntimamente ligada (y no solo gravitatoriamente) a otros
astros, como el Sol, la Luna o la densa concentración de estrellas de los
brazos espirales y el centro de nuestra galaxia, ya hablamos un poco la semana
pasada, de modo que, como decía antes, no me extenderé más en ello.
Para concluir
por hoy volvamos un poco atrás, al nivel de las Ciencias Sociales, de los
procesos en los que interactúan muchas mentes: en este escalón del
Conocimiento, junto a la Historia, la Economía o la Política, tenemos también
el trabajo en equipo requerido por la Ciencia de alto nivel,
que nos permite comprender mejor cómo funcionan tanto lo pequeño como lo grande,
tanto los átomos como las galaxias… Antes hemos visto que el funcionamiento de un
cerebro humano no tiene más que Física en su base, se reduce a infinidad de
atracciones y repulsiones eléctricas varios órdenes de magnitud más abajo, así
que cuando conseguimos comprender el Universo es como si este se estuviera
comprendiendo a sí mismo (¿Física haciendo Física? ¿Meta-Física? Esta es una de
esas ideas que te dejan la cabeza loca). Podríamos decir por tanto que los distintos
tipos de Vida inteligente
que con toda seguridad hay repartidos por la Vía Láctea y por otras galaxias son
(somos), en cierto modo, la mente del Universo.
Como ya sospechaba
desde que pasé a limpio la primera entrega, la discusión sobre las conexiones
que lo unen todo a nivel espacial me ha quedado suficientemente larga como para
partirla en dos, así que al final serán cinco entregas en total. Dejamos
pendiente para la semana próxima el análisis de los distintos tipos de
relaciones dentro de nuestra sociedad y el hablar del número de grados de
separación entre dos personas cualesquiera en dos puntos cualesquiera del globo
terráqueo (…y sí, antes de que me preguntéis os confirmo que en la mayoría de
casos se pueden contar con los dedos de una mano).
2 comentarios:
¡Hola, Kalonauta!
Había escrito una parrafada enorme que amenazaba con rebasar las dimensiones de tu entrada al blog, pero he decidido ahorrártela. Después de releer los tres artículos no puedo menos que agradecerte que, semana a semana, incentives el funcionamiento de unas neuronas que a veces temo que se estén oxidando. Si bien ninguno de los temas que tratas me es desconocido(algunos muchísimo menos menos que otros), a veces tu planteamiento hace que de pronto encuentre una puerta entre uno y otro que, incluso sin variar de perspectiva, no había visto antes. Así que no puedo menos que darte las gracias. GRACIAS.
¿¿Quééé?? ¿¿¿Cómooorrl??? ¿Ahorrarme la parrafada? ¡No me hagas esto, Noe! ¡No puedes decirme que has escrito tus reflexiones al respecto y luego dejarme con la miel en los labios! 8-0 :-/
Si tienes guardado ese texto o si no te cuesta mucho escribirlo otra vez, te ruego... No, no... Te EXIJO que lo cuelgues aquí o en su defecto me lo mandes por privado... ¡No me dejes así, con este calentón (intelectual) que se me ha quedao después de leerte! ;-P :-)
Independientemente de que comentes o no con más detalle (¡Hazlooo, insensataaa!), muchísimas gracias por tus piropos; no se merecen. Me alegro de que te esté gustando. :-)
¡Un abrazo, y a ver si coincidimos pronto!
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