lunes, 26 de junio de 2023

La Espiral Ascendente (II)

 

Hoy toca subir la segunda entrega de mi selección de fotos tomadas en abril del año pasado en la Torre de la Lonja. Este edificio, auténtica joya del gótico civil construida en la segunda mitad del siglo XV, se articula en torno a tres ejes perpendiculares: el Salón Columnario, el Consulado del Mar y el eje vertical de la Torre. Esta última sirvió en su día como calabozo donde meter a los comerciantes deshonestos o morosos, y se accede a ella desde la Sala de las Columnas, por una pequeña pero historiada puerta rodeada de una verja metálica.

La subida se hace por una preciosa escalera de caracol que carece de eje central y que lleva a dos salas situadas por encima de la antigua Capilla. Los suelos presentan azulejos de la época que están protegidos por una lámina plástica, y a través de una puerta en uno de estos espacios se puede acceder a la parte alta de la Sala Dorada, en el ala del Consulado, y contemplar más de cerca el fantástico techo procedente de la Casa de la Ciudad (el antiguo Ayuntamiento en la Plaza de la Virgen), instalado en la Lonja a principios del siglo XX.

La azotea de la Torre nos permite observar con detalle las almenas en forma de corona, y desde ella hay unas maravillosas vistas del Mercado Central, los Santos Juanes, la Compañía y en general los tejados, torres y cúpulas de la ciudad. También se puede ver desde allí la curiosa forma del tejado de la propia Lonja, que no se aprecia desde la calle… En definitiva, una muy recomendable visita a la parte más desconocida de un edificio tan hermoso que hasta duele mirarlo.












2 comentarios:

Susana Mar dijo...

Comparto contigo esa expresión...puro síndrome de Stendhal!!

Kalonauta dijo...


¡Me alegro de que te gusten! :-)