Y tras esta pausa de una semana, pasamos a comentar la Cara B del cassette
que grabé hace años con una selección de canciones de Genesis. Como en la entrega anterior, todos los enlaces serán a versiones en
directo de los temas.
Burning Rope: Esta fantástica
muestra de rock progresivo cierra la Cara A del And Then There Were Three, del
1978, tercer disco con Phil Collins como vocalista, publicado justo después de
la marcha de Steve Hackett. Para no echar de menos la percusión de la que
procedía inicialmente, Collins usaba a menudo en esta época una pandereta mientras
cantaba, y a veces subía durante los interludios instrumentales a tocar una
segunda batería, como ocurre en este caso.
Don’t Lose My Number: A la
hora de confeccionar esta selección de temas me tomé una pequeña licencia e
incluí esta canción, que no es de Genesis sino del tercer álbum de Phil Collins
en solitario, No Jacket Required, de 1985. Siempre he pensado (y tal vez otro
día os dé más ejemplos de ello) que de un grupo salen normalmente mejores
canciones, y que un artista en solitario tiende al cabo del tiempo a acomodarse
demasiado y a volverse empalagoso, a falta del sano enfrentamiento de personalidades
y consiguiente duelo de creatividad que se produce en el seno del grupo.
Efectivamente, con el tiempo los discos de Collins me fueron pareciendo cada
vez más ñoños, mientras que los de Genesis conservaban toda su frescura… Además,
como solista suele utilizar una sección de viento que está en las antípodas de
la etapa progresiva del grupo; pero bueno, esta canción en particular siempre
me ha gustado, y además el vídeo era bastante gracioso.
Con el paso de los años Collins acabaría cayendo incluso más bajo, componiendo
bandas sonoras para películas de Disney como Tarzán o Hermano Oso… ¡Quién te ha
visto y quién te ve, Phil! ¡Tú antes molabas!
Dreaming While You Sleep:
Esta canción pertenece al We Can’t Dance de 1991, último álbum de estudio con
Phil Collins y para mí personalmente más flojito que los anteriores. De todos
modos, la calidad del directo sigue siendo, como de costumbre, impecable. De
este tema en particular, tanto en el disco como en concierto, me ha gustado
siempre la potencia de los golpes de batería en las transiciones, como
representando la intensidad con la que el fantasma de la culpa atormenta para
el resto de su vida al protagonista, un conductor que se duerme al volante y
que huye tras un atropello mortal.
Tonight, Tonight, Tonight: A
continuación un tema del Invisible Touch, de 1986, un disco que marcó su
momento de mayor popularidad (y, como ya he comentado, la época en la que empezaron
a sonarme). Voy a compartir con vosotros un dato bastante curioso de mi
infancia: recuerdo que por aquel entonces me ponía una y otra vez esta canción
mientras jugaba en mi ordenador Atari a un videojuego llamado Joust
en el que el protagonista, cabalgando un avestruz, tenía que volar de
plataforma en plataforma huyendo de sus adversarios, que le perseguían montados
en águilas. Desde entonces, cada vez que la escucho no puedo evitar que me
vengan a la mente con toda nitidez las imágenes del videojuego… ¡Qué cosas!
Just a Job to Do: Perteneciente
al álbum Génesis, esta canción siempre me pareció bastante divertida y muy
marchosa. No he podido encontrar un enlace en directo, pero sí una versión
instrumental protagonizada por Daryl Stuermer,
el guitarrista de apoyo habitual del grupo. Tampoco he sido nunca muy
partidario de las versiones sinfónicas de música rock, pero en este caso el
directo obliga…
Down and Out: ¡Esto sí que sí!
Con este tema, progresivo hasta la médula, comienza el genial And Then There
Were Three… Para mí estos discos de la segunda mitad de los setenta suponen la
mejor época del grupo en cuestión de calidad, complejidad y originalidad. En
esta versión en directo no se aprecia bien la parte de la batería, así que os
pongo este otro enlace para que
os deis cuenta de la gran dificultad técnica que entraña la parte de la
percusión… Juegan mucho con el ritmo, con bloques de diez tiempos en los que la
batería está haciendo continuamente redobles a una velocidad de vértigo (no
estoy seguro, pero me da la impresión de que también utilizan un doble bombo). Yo
diría que los tiempos fuertes marcan una pauta del tipo 3+3+2+2, haciendo un
total de diez; a ver si podéis seguir el ritmo sin perder la cuenta… En una
palabra: A-lu-ci-nan-te.
The Brazilian: Para cerrar la
Cara B de la selección, he aquí el tema instrumental que cierra el Invisible
Touch, en su versión del concierto de 1987 en el Wembley Stadium, del que ya
hemos visto antes otro enlace. Podemos ver en el vídeo a Phil Collins y Chester
Thompson tocando la batería de forma simultánea, algo frecuente en los directos
de Genesis, sobre todo en las partes y temas instrumentales. En este caso ambos
combinan las cajas y platos tradicionales con algunos otros electrónicos… Quizá
sea sólo por el título, y porque algunos de los samplings de sonido de la
percusión tienen un aire futurista e industrial, pero siempre que he escuchado
este corte me ha venido a la mente la historia distópica
rodada por Terry Gilliam titulada Brazil,
estrenada un año antes de que saliera este disco. Para ir concluyendo, podemos
decir que la potencia de este tema es la prueba de que en aquella época, bien
entrados los ochenta, los Genesis todavía retenían en bastantes de sus
composiciones la garra de sus mejores tiempos de la década anterior.
Si os he de ser sincero, reconozco que con los años mi atención musical se
desvió en otras direcciones y no he estado al tanto de las etapas posteriores
del grupo, con la marcha de Phil Collins para centrarse en su carrera en
solitario y la búsqueda de un nuevo cantante, Ray Wilson, para el disco Calling
All Stations de 1997, el último de estudio que han sacado por ahora. También me
pasó más o menos desapercibido el descanso que se tomaron todos los integrantes
del grupo del 1998 al 2006, o la reunión con Collins en 2007 para hacer una nueva
gira, o el reencuentro con Steve Hackett y con Peter Gabriel el año pasado, con
motivo del estreno de un documental de la BBC
sobre la historia del grupo…
Pero aún peor que eso: Si bien los discos con Collins como cantante los
tengo más o menos todos escuchados, entre pitos y flautas todavía no he tenido
la oportunidad de ir más hacia atrás y llegar a la génesis del grupo (nunca
mejor dicho), cuando eran estudiantes de la Charterhouse School y tocaban
música folk en los sesenta, o sobre todo en la primera mitad de los setenta,
cuando Peter Gabriel se disfrazaba para cantar
y más que una interpretación hacía una performance, utilizando máscaras, poniéndose
pintura fluorescente en la cara o rapándose el pelo de forma indescriptible… Tengo
ganas de hacerme un hueco en mi agenda para escuchar alguno de los discos de
esta etapa y comprobar si son tan distintos a los de finales de esa misma década,
pero ¡son tantas las tareas pendientes, y tan poco el tiempo disponible…! A ver
si puedo utilizar la publicación de esta entrada como excusa para ponerme a
ello.
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