Haber reflexionado
sobre el Miedo estas últimas semanas me hizo acordarme de que hace ya tres años
y medio que publiqué la anterior entrada sobre mis selecciones de canciones con
un determinado estado de ánimo como denominador común. No sé si recordaréis que
las grabé en mi adolescencia y juventud, hace un par de décadas, en cassettes
vírgenes TDK que normalmente eran de 90 minutos, 45 por cara. Ya conocéis mi
selección de buen rollete,
con mis canciones alegres favoritas de aquella época, y la selección de mal rollete,
con temas que me generaban inquietud o directamente miedo (de ahí que me haya
acordado ahora).
A la tercera
de este tipo, de la que nos encargaremos hoy, la llamé en su día selección de “Canciones
Suaves”. Se trata de canciones que me despiertan una cierta sensación de
melancolía, de añoranza por los
amores perdidos del Pasado o por los que ni siquiera llegaron a hacerse
realidad. ¿Podríamos llamarlas románticas? Esa denominación me parece algo
cursi, pero sí podríamos decir que son temas tristes y a la vez muy hermosos.
Sabéis que yo me fijo más en la Música que en las letras, y en eso me basé para
hacer mi selección: suelen ser canciones en modo menor, y con un tempo habitualmente
lento, aunque hay un poco de todo; me gusta pensar que es una colección
bastante ecléctica, ya me diréis si vosotros opináis lo mismo.
Recuerdo que
grabé una primera selección en torno a 1995 ó 1996, y dos o tres años después,
al hacer una copia como regalo para una amiga, vi que había ampliado bastante mi
colección de cintas y decidí cambiar un par de canciones por otras del mismo
grupo o solista que me parecían más melancólicas y por tanto más apropiadas.
Aun siendo más reciente, ya os digo que la versión 2.0 tiene como mínimo quince
años; en esta entrada doble os describo la versión definitiva de la selección,
tal y como la hice en aquella época, y con el mismo orden… Preparando la
entrada he notado algo curioso: he oído esta cinta tantas veces
que escuchando el final de cualquiera de sus canciones puedo deciros de memoria
qué canción es la siguiente. También me he dado cuenta de que muchas de ellas
están en mi tesitura vocal, y de que en la mayoría de casos no se me da nada
mal cantarlas… Pero pasemos sin más a describir los distintos temas.
Rock with You – Michael
Jackson: Por aquella época, después de haber comprado el Bad y el Dangerous,
estaba descubriendo los discos anteriores de Michael Jackson; este tema es del Off
the Wall, de 1979. Yo aún vivía en casa de mis padres, y recuerdo haber
escuchado a menudo este álbum por las noches, en la cama, bien calentito debajo
de las sábanas, justo antes de dormirme, usando un reproductor de cassette de
mi padre, bastante grande y antiguo pero con muy buena calidad de sonido. No
solo la música es chula, también la letra es muy bonita; y el solo de 2:23
siempre me ha encantado, consigue transmitir una sensación de inocencia que lo
hace adorable, si es que ese adjetivo puede aplicarse a un solo… Y por cierto:
atentos al cambio de tono en la última estrofa.
My Friends – Red Hot Chili
Peppers: Recuerdo que este álbum de los Red Hot, el One Hot Minute de 1995, me
pareció tan bueno como el Blood Sugar Sex Magik pero a la vez (por influencia
de Dave Navarro) muy distinto, más oscuro y desesperado, lo que encajó bien con
mi confusión vital de aquella época; por entonces estaba en la Universidad y mi
fase de búsqueda de pareja, que empezó algo tarde, estaba en pleno apogeo, con
calabazas incluidas de vez en cuando… Esta canción en concreto encaja muy bien
en el espíritu del disco, tiene una Belleza triste y desgarradora. El siguiente
álbum, el Californication, me pareció algo más flojo, y a partir de ahí los Red
Hot ya no volvieron a ser los mismos, en mi opinión; se convirtieron en unos moñas,
sacando singles edulcorados y simplones uno detrás de otro, jugando a lo
seguro… Pero bueno, que nos quiten lo bailao.
Home – Depeche Mode: Al
principio era World In My Eyes, también de los Depeche, la que estaba en la
primera versión de la cinta, pero me pareció que su carácter más primitivo, directo
y sexual no pegaba con el tono de la selección, con lo que la cambié por esta,
que me sonaba más melancólica, más agridulce. Este tema pertenece al Ultra, de
1997, álbum de retorno después de que el cantante Dave Gahan estuviese dos minutos clínicamente muerto
por culpa de una sobredosis; y de hecho, según Martin Gore, Home trata sobre la
Muerte, aunque yo esto lo he descubierto investigando para el blog. Preciosa
orquestación, muy producida y con muchas capas sonoras, como a mí me gusta; por
ejemplo el acorde de los violines en 4:14 me pone los pelos de punta cada vez
que lo oigo.
Leaving Me Now – Level 42: Preciosos
acordes y cambios los de este tema sobre un hombre al que abandona la mujer
que amaba. Precisamente estos últimos días, antes de pensar siquiera en
redactar esta entrada, he estado escuchando varias veces el disco de grandes éxitos de Level 42;
me encantan sus ritmos, el bajo, las armonías y los falsetes de los coros… Tienen muchos otros temas tan
bonitos como este: Something About You, Lessons in Love, It’s Over, Children
Say, Take a Look… Altamente recomendables en mi opinión.
My Own Sunrise
– Crash Test Dummies: Esta es del A Worm’s Life, de 1996. He ido rastreando los discos que los Crash Test sacaron
después de su época de más éxito, con God Shuffled His Feet, y la verdad es que
valen la pena, y tienen bastantes temas suaves muy bonitos, como este,
repartidos por aquí y por allá… En esta canción en concreto, el parón de 2:21
con las sencillas notas del piano y la suave voz de Brad Roberts casi me hacen
llorar cada vez que la oigo; ese fragmento es el ejemplo perfecto de que a
veces menos es más. No os quepa duda de que tendremos otros cortes de Crash
Test Dummies en esta entrada doble.
The Couch – Alanis
Morrissette: Este tema está extraído del Supposed Former Infatuation Junkie,
disco de 1998; creo que en la primera versión de esta selección había uno del
disco anterior, el Jagged Little Pill de 1995 (tal vez era You Learn, no
recuerdo bien…). Me parece muy original la percusión de aires orientales que
usa aquí y el formato, muy repetitivo, como si de un mantra se tratara; de
hecho, creo que antes de grabar este disco Alanis pasó una temporada en la
India, y de ahí las influencias sonoras, supongo. No es mi favorita de la
selección, pero está bastante bien.
This is Yesterday – Manic
Street Preachers: Esta canción ya la he usado antes en el blog, y yo intento no
repetir, pero permitidme que haga aquí una excepción. En la época en que hice
la selección un buen amigo me había grabado The Holy Bible, disco de 1994 de
esta banda galesa de rock alternativo, y la verdad es que me impactó como pocos
lo han hecho en mi Vida. Durante la grabación de este álbum el guitarra y
letrista Richey James Edwards estaba sufriendo graves problemas de depresión,
alcohol, autolesiones y anorexia, hasta el punto que el 1 de febrero de 1995
desapareció sin dejar rastro
y no se ha vuelto a saber nada de él. El disco, como os podréis imaginar, es
oscuro y triste pero también una obra maestra, con unas letras trabajadísimas
de gran contenido político y llenas de verdades que duelen como puños… Todo
esto se aplica también a este tema en concreto, una amarga añoranza del Pasado,
cuando todo era más sencillo, con frases demoledoras como “No oigas una palabra
de lo que digo, escucha sólo lo que no consigo callar”
o la lamentablemente profética “¿Por qué hacer nada cuando puedes olvidarlo
todo?”. Musicalmente hablando la canción suena también triste y desgarradora
pero es increíblemente hermosa, y los rasgueos de guitarra del final me parecen
sencillamente preciosos… Me quito el sombrero.
Ordinary World – Duran Duran:
El álbum sin nombre del 1993, conocido entre los aficionados como The Wedding
Album, no es redondo como el Notorious o el Big Thing, pero tiene algunos
temazos, como este, por ejemplo. Me gusta lo denso que es el sonido y la
cantidad de pequeños detalles que se pueden captar al escucharlo atentamente y
con los cascos puestos. Los Duran Duran tienen otras muchas canciones suaves
muy interesantes aparte de esta, y de hecho veremos una segunda contribución del
grupo en la Cara B de la selección.
Snowbound – Genesis: Ya en su
día dedicamos a este grupo un par de entradas del blog,
en las que hablamos de otros temazos lentos como por ejemplo Entangled… El
corte que aquí nos ocupa (con una inquietante letra sobre el inadvertido
sufrimiento de un hombre de nieve al que desmiembran despreocupados unos niños
en su juego) pertenece al disco And Then There Were Three, de 1978. La elección
de instrumentos, con los sintetizadores simulando el sonido de órganos de
iglesia y flautas, le confiere al tema un aire inocente (lo que contrasta con
la letra) pero a la vez épico en algunos momentos.
Last Goodbye – Jeff Buckley: Recuerdo
que la primera vez que vi a Jeff fue en la MTV, en 1994, con el vídeo de Grace,
que me dejó totalmente alucinado, y poco después me compré el disco. El Last
Goodbye que incluí en la selección, aparte de ser musicalmente precioso y dejar
de manifiesto la increíble habilidad y potencia vocal de Buckley,
tiene una letra también muy hermosa pero triste, ya que habla del final de una
relación muy intensa que no funcionó. El título de “Último Adiós” resulta
doblemente doloroso, porque me hace recordar que Jeff se nos fue el 29 de mayo
de 1997: se metió en el río Mississippi para nadar un rato al anochecer, lo
atrapó la estela de un barco que pasaba y se ahogó en los remolinos.
Se marchó sin haber publicado su segundo disco, My Sweetheart the Drunk, que
posteriormente fue completado y sacado al mercado, y que contiene canciones
preciosas como Everybody Here Wants You… Tal vez recordaréis que este segundo
disco, aun siendo posterior a la selección que hoy nos ocupa, también está
ligado a mi propia historia sentimental y me trae recuerdos agridulces cada vez
que lo escucho… Pero de eso ya hablamos en su momento
y no necesito contároslo otra vez.
Untitled – Crash Test Dummies:
A la hora de hacer la selección me quedaban un par de minutos vacíos al final
de la Cara A, y quería llenarlos con algo porque muchas veces me ponía la cinta
en modo auto-reverse y la escuchaba sin parar, con lo que no quería que hubiese
ahí un tiempo muerto; así que encontré esta pieza instrumental, cortita y
bonita, para completar los 45 minutos. Precisamente antes hablábamos, con My
Own Sunrise, de lo mucho que se puede transmitir con unos sencillos acordes de
piano sobre un fondo de silencio,
y este es otro buen ejemplo de ello… Me gusta el hecho de que los acordes de la
pieza son tristes, pero los dos últimos proporcionan una conclusión serena y reposada, como dejando
atrás el dolor y las dudas, como poniendo un punto final lleno de paz… Y
hablando de finales, aquí llega el de esta primera entrega; la próxima semana le daremos la vuelta a la cinta y escucharemos la
Cara B.
4 comentarios:
Es increible lo que te gusta y lo que sabes de música.
Te propongo venir un día a la radio y nos pasamos un rato poniendo temas y hablando de ellos ¿qué me dices? solo con una condición, te tienes que hacer socio de Radio Malva jejejeje
¡Hola, Irene!
Supongo que te refieres a hablar de música en antena, ¿no? ¿Y en qué programa sería? Ya sabes que yo siempre estoy encantado de verte, y si es para hablar de música en petit comité, pues mejor aún... Si hay que hacerlo en directo para los oyentes tampoco me importaría, aunque me lo tendría que preparar un poco mejor y por tanto tendría que ser en una época en que no estuviese muy liado con el trabajo. Y en cuanto a hacerme socio, no me líes, que ya estoy yo bastante liado con otras mil cosas... ;-D :-)
¡Un abrazo fuerte, y gracias por comentar! ¡Nos vemos!
Sí se trataría de poner música y hablar de lo que tu quieras pero es un espacio que reservamos SOLO PARA SOCIAS asi que si quieres ya sabes...
Son solo 20 o 25 euros al año (como si nos fuéramos a cenar a un sitio bueno ;-)
Piénsatelo y ya me dices, me avisas por correo o por telf vale?
Besines
Ok, me lo pienso y si me decido te digo algo.
¡Besos! :-)
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