No es la primera vez que os comento que la buena Música es, en mi
opinión, una fuente inagotable de Belleza, y que la vida sin ella sería desde
luego mucho más triste; estoy seguro de que muchos de vosotros estáis de
acuerdo conmigo en este punto. Ya hace un tiempo
os conté que desde muy niño, además de pedirles a mis padres que me compraran
cassettes de música, también me confeccionaba mis propias cintas con canciones
grabadas de la radio. La edición de estos primeros cassettes, como ya podréis
suponer, era bastante burda, con las canciones cortadas por la mitad y la
frecuente intromisión de los disk-jockeys de Los 40 Principales comentando la
jugada… Posteriormente, cuando empecé a tejer una red de contactos con amigos
de gustos musicales similares a los míos, las cintas vírgenes de 90 minutos de
TDK pasaron a utilizarse para grabar íntegros los álbumes que me prestaban mis colegas
(siempre y cuando me gustaran tras escucharlos, claro está). De este modo, mi
colección fue creciendo poco a poco con el paso de los años.
Cuando el volumen de álbumes en mi poder (grabados o comprados, en
cassette o en CD) fue suficientemente amplio, el siguiente paso lógico era el
de grabar cintas con mezclas de canciones que me gustaran especialmente. La
mayoría de estas selecciones, mucho más cuidadas en su edición que las de la
época de Los 40, las hice para un artista o un grupo determinado, cogiendo no
necesariamente sus Greatest Hits, sino los temas que más conectaban conmigo;
pero también grabé unas pocas cintas en las que el denominador común no era un
grupo determinado, ni siquiera un estilo musical, sino más bien un estado de
ánimo… Esto me hace recordar esa escena de Mejor Imposible
en la que el personaje de Melvin Udall, interpretado por Jack Nicholson, tiene
que hacer un largo viaje en su coche con su vecino gay y la mujer de la que
está enamorado, y confecciona a tal efecto seis CDs de selecciones musicales
con títulos tales como “Para romper el hielo”, “Para animar el cotarro”, “Para
ir tirando” o “Billie Holiday”.
Aún no os voy a desvelar nada sobre mis otras
cintas de selecciones por estados de ánimo, pero, como ya habréis podido
deducir por el título de esta entrada, hoy os comentaré algunas cosillas sobre
mi “Mezcla de Canciones de Buen Rollete”. ¿Y qué se entiende exactamente por
Buen Rollete, en este caso? Se trata de canciones que me transmiten vitalidad,
energía, optimismo, alegría; canciones que me dan Esperanza en el Género Humano
y me animan a seguir adelante; canciones que me reconcilian con el Mundo…
canciones, en definitiva, de buen rollo.
Pasaremos a continuación a escuchar la Cara A completa y la semana que viene le
daremos la vuelta a la cinta.
Glorious Pop Song – Skunk Anansie: El disco al que pertenece esta canción es de 1996, y era relativamente reciente cuando grabé la cinta, así que os podéis hacer una idea de la de años que tiene esta selección… Skunk Anansie tiene uno de los directos más cañeros que he visto en mi vida, y aunque este tema es más suavecito tienen otros bastante más potentes; me gustan porque son un grupo sin complejos, que cogen lo que les gusta de aquí y de allá creando una mezcla de elementos muy original.
Speed Demon
– Michael Jackson: Sin duda Bad es mi disco favorito de Jackson, tiene un
montón de temazos. La parte que más me gusta de esta canción está a los 2
minutos 37 segundos del inicio: la melodía cantada se sigue repitiendo
exactamente igual, pero el acorde de fondo cambia dos veces, dándole a la misma
frase melódica tres significados completamente distintos, musicalmente hablando…
Es un recurso armónico que me encanta; ya hablaremos de esto con más detalle en
otra ocasión.
Sisters Are Doin’ It For Themselves
– Eurythmics: La versión del disco es un poquito más larga, pero en YouTube
sólo he encontrado ésta. Me gusta la batería, suena como una locomotora; y el
solo de guitarra también me parece muy bueno. A pesar de que, como ya os dije,
no considero que la letra sea el elemento más importante de una canción, en
este caso el mensaje también es chulo y optimista.
Peace in the Neighbourhood
– Paul McCartney: Aunque no he seguido muy de cerca su discografía después de
separarse Los Beatles, tengo algunos álbumes y he podido comprobar que tanto
con los Wings como en solitario McCartney ha seguido componiendo canciones muy
hermosas. Éste es otro caso en el que la letra ha sido un factor determinante
para clasificar la canción como de Buen Rollete. Además, las armonías vocales
son francamente bonitas también.
I’ll Hate You Better
– Suicidal Tendencies: Para compensar, aquí tenemos un ejemplo clarísimo de una
canción que transmite buenas vibraciones sin que la letra ni el título ni el
nombre del grupo tengan nada que ver en ello… Me encanta este disco, y en
particular este tema porque tiene un montón de armonías, disonancias y cambios
de tonalidad superchulos. Y atención al solo de guitarra en 2:10… en dos
palabras: im-presionante.
Take Care of Yourself
– Level 42: No es éste un grupo del que me atraigan todas las canciones, pero
tiene algunas realmente buenas. En particular este tema (como el anterior de la
selección) tiene muchos cambios, no te da tiempo a aburrirte de él, y eso es
algo que por lo general me gusta. Aunque no esté completo, echadle un vistazo también
al videoclip, que es muy
divertido, y creo que una de las razones por las que escuchar esta canción de
nuevo hace que asome una sonrisa a mi cara.
Sideshow – Alice Cooper: Canción que abre el fantástico álbum conceptual de 1994 con el que conocí a Alice Cooper: The Last Temptation. En paralelo al disco se publicó también un cómic en tres partes con guión de Neil Gaiman y dibujo de Michael Zulli. Este tema me parece un ejemplo muy representativo del enfoque que ha dado Cooper a toda su trayectoria musical: usar lo siniestro y lo macabro, no tomado demasiado en serio y mezclado con altas dosis de teatralidad, buscando en definitiva el entretenimiento y la diversión.
If You Love Somebody Set Them Free
– Sting: Recuerdo que de niño vi este video musical y me pareció el no va más;
era como si cada uno de los músicos tuviera un superpoder distinto: éste se
puede volver invisible, el otro puede crear un campo de fuerza a su alrededor…
Está claro que ha llovido mucho desde entonces en cuanto a efectos visuales.
Sting es otro de mis artistas preferidos, tanto en solitario como en su época
con The Police.
Everything Counts – Depeche Mode: Para acabar la
primera mitad de esta selección por todo lo alto, nada mejor que un peaso de
grupo como Depeche Mode. Para mi cinta no usé la versión original, sino el
directo de 1989 que cierra la película/documental/concierto 101,
de D. A. Pennebaker:
un experimento bastante interesante en el que no sólo se seguía el día a día
del grupo, sino también las vivencias de unos cuantos fans metidos en un
autobús de camino al concierto final de la gira en Pasadena (en una época, por
cierto, en la que los reality shows eran algo totalmente desconocido en España,
y a lo mejor también en los USA). Esta canción siempre me da muy buen rollo
porque la asocio a los días de mi adolescencia, una época de descubrimiento
continuo en la que a mis amigos y a mí se nos abrieron los ojos a nuevas formas
de Belleza, desconocidas, misteriosas y apasionantes… Nos recuerdo metidos en
los Salones Recreativos de debajo
de mi casa, jugando a los videojuegos y quedando con las chicas de nuestra
clase para ir al Arena Auditorium
el viernes por la noche, mientras en la Jukebox
sonaba esta canción una y otra vez.
4 comentarios:
Me acuerdo de mi cinta original de "The last temptation" de Alice Cooper, un gran disco con un temazo como "Stolen Prayer" y cómo no, cada vez que pinchábamos "Everything Counts" en la jukebox de los recres sin parar, además del "Hey" de Julito Iglesias para fastidiar a los jugadores presentes. El Album de Suicidal era tremendo también
¡Hombreee! ¡Nada más y nada menos que Manolo Lame, de "Cerveza y Deporte"! ¡Es estupendo verte por aquí! :-)
Efectivamente, en lo que respecta a Alice Cooper, fuiste tú el responsable de mi experiencia primera (mira, hablando de Julito Iglesias...). Definitivamente, no somos dignos. Ahora mismo Alice está empezando una gira con Marilyn Manson; a ver si hay suerte y se pasan otra vez a tocar por los Viveros. X-D
Y de Depeche Mode, ¿qué te voy a contar que tú no sepas? En este caso se juntan varios factores: las letras son muy buenas, la música es tremenda (la época que más me gusta va del 1986 al 1993), y por si fuera poco nos pilló en una etapa de nuestras vidas en la que la música y nuestras vivencias personales se retroalimentaban mutuamente: Las canciones que escuchas en la adolescencia se convierten en una parte muy importante de la banda sonora de tu vida.
¿Te has dado cuenta de que la Jukebox de la foto que sale en la Wikipedia es muy parecida a la que había en nuestros recreativos? Me atrevería a decir que es exactamente ese modelo...
¡Un abrazo, nos vemos este sábado! :-)
Me quedo con los Eurythmics. Es mi freakada. Me gustaría que nacieran ahora para que se despojaran de su ochenterismo. :)
¿Qué tal, Reina?
De los Eurythmics no tengo más que un par de discos, y algunas canciones me gustan más que otras. Ésta, desde luego, me gusta mucho. Por los singles que ha ido sacando a lo largo de los años, me parece que Annie Lennox ha tenido una carrera bastante coherente...
En cuanto a lo de nacer otra vez, ten cuidado, porque ya sabes que esto de los estilos musicales va por ciclos... A lo mejor a los "renacidos" Eurythmics les pillaba un revival de los ochenta y se volvía a repetir la historia...
¡Un beso! :-)
Publicar un comentario