lunes, 15 de agosto de 2022

El Bosque y las Tumbas (I)

 

Hace poco os hablé de mi viaje a Praga en verano de 2019, y del buen sabor de boca que me dejó la ciudad. Ya sabéis que dondequiera que voy me gusta informarme con antelación y explorar los cementerios con encanto, y Praga no fue una excepción. El cementerio del Barrio Judío era muy interesante y visualmente impactante, pero hubo otro que incluso lo superó: se trata del Cementerio de Olsany, cuyas fotos voy a publicar en dos entregas de quince cada una. Ocupa una superficie enorme, fuera de la zona turística pero no muy lejos de ella, a diez minutos en metro: la entrada principal está en la parte sur, junto a la parada de Zelivskeho.

El cementerio actual tiene una zona ortodoxa y otra para víctimas de guerra, y junto a él está el Nuevo Cementerio Judío, también bastante grande, en el que se halla la tumba de Franz Kafka. Otra lápida de visita obligada es la de Jan Palach, tristemente famoso por haberse quemado a lo bonzo en 1969, en señal de protesta por la ocupación soviética. En la zona central de Olsany hay tumbas con esculturas muy bonitas (aunque no muy monumentales), pero la parte que más me impactó, a la que pertenece esta selección de imágenes, fue la sección más antigua del cementerio, en la zona noroeste, cerca de la Capilla de San Roque: según la información disponible sus primeras tumbas datan de 1670, año en que se produjo una epidemia de peste en la ciudad.

En la zona más reciente se nota que los familiares adecentan las lápidas y les quitan las malas hierbas, y hasta instalan banquitos individuales enfrentados a las mismas para poder pasar ahí el rato, conversando con la persona amada… Sin embargo en la zona antigua, con las tumbas de las que ya ningún descendiente se acuerda, es frecuente ver cómo el paso del Tiempo ha oxidado las cruces de metal y ha rajado o torcido los bloques de piedra, con ángeles, Vírgenes y Cristos también rotos y cubiertos por el musgo y las plantas trepadoras, camuflados con el verde de su entorno… La semana que viene colgaré el resto de mis fotos y os describiré con detalle las impresiones que me causó pasear entre las tumbas centenarias.

















2 comentarios:

Susana Mar dijo...

Gran reportaje de esa sección del cementerio tan tan especial. El tanatoturismo me atrae irremediablemente. Gracias por compartirlo!!

Kalonauta dijo...

Pues hace muy poco he estado en otro cementerio con encanto y me han salido fotos bastante chulas... no tanto como las de Olsany, he de reconocerlo, pero muy bonitas. Ya lo comentaremos la próxima vez que nos veamos. ¡Gracias por visitar el blog! :-)