martes, 25 de abril de 2017

Cambios


En 1970 se impulsó desde los Estados Unidos la propuesta de celebrar cada 22 de abril el llamado Día de la Tierra, para ayudar a concienciar a la población acerca de la conservación del planeta. Con motivo de esta celebración, que hoy en día se produce a nivel mundial, el canal DMAX de Discovery emitió de un tirón el pasado sábado por la noche todos los episodios de la serie documental Deep Time History, que en español se ha traducido como Y la Historia Cambió.




Esta serie estrenada el año pasado por la plataforma de vídeos bajo demanda CuriosityStream, con tres episodios de cincuenta minutos de duración cada uno, parte de un planteamiento muy interesante: la Historia de nuestra Civilización no depende solo de las decisiones que tomamos los humanos de manera individual o colectiva, de nuestras innovaciones tecnológicas, decisiones políticas o victorias y derrotas en el campo de batalla, sino que viene también fuertemente determinada por factores dentro del ámbito de otras disciplinas del Conocimiento como la Física, la Geología, la Química o la Biología. Se trata de una manera muy amena de abordar la Historia bajo una perspectiva más amplia, sin mirarnos tanto el ombligo, descubriendo las relaciones entre el Homo Sapiens y el pasado del planeta, el Sistema Solar e incluso la Vía Láctea o el Universo conocido, en lo que se ha dado en llamar Gran Historia, concepto que no es en absoluto ajeno a los contenidos de La Belleza y el Tiempo.

Antes de hablar de lo bueno, he de recalcar que lamentablemente detecté en la traducción al español de los documentales varios errores importantes, destacando dos o tres confusiones entre millones y billones (billones ingleses, es decir, miles de millones) de años, algo doblemente imperdonable teniendo en cuenta que se trata de una serie en parte sobre la cronología del Universo y que además la cantidad correcta estaba señalada bien claramente en los subtítulos de la serie original… Señores ejecutivos de DMAX y demás cadenas que programan espacios de divulgación similares: ¿necesitan ustedes un asesor científico que repase detalles tan básicos como estos? Porque yo me ofrezco voluntario, si hace falta… Aparte de esta única pega, la verdad es que estuvo bastante bien… Muchas de las cosas que ya hemos comentado en el blog sobre este tema las vi explicadas de forma clara y visualmente atractiva, con vistosas recreaciones de época y animaciones por ordenador; y hasta aprendí algunas otras cosas muy interesantes que desconocía hasta el momento. En definitiva, disfruté como un enano, y en un par de ocasiones hasta me entró la risa floja, de lo mucho que estaba gozando.




A continuación hago una descripción bastante somera de cada episodio, empezando por el primero, que trataba sobre El Auge de la Civilización. Tras un rápido resumen de los hechos más importantes desde el Big Bang, se narraba con más detalle lo que ocurrió tras el fin de la última glaciación, hace unos diez mil años. Se hablaba de la deriva continental y de los factores que confluyeron para que el núcleo más antiguo de civilización surgiera en Mesopotamia, en la zona entre el Tigris y el Éufrates. Se destacaba el papel determinante de la aparición de la agricultura, que lo cambió todo a partir de ese momento, así como de la importancia de los cereales y de la modificación genética mediante selección de las mejores semillas; y se mencionaba a los distintos animales domesticados, el sedentarismo, la especialización en las tareas y el surgimiento de las primeras ciudades e imperios. Descubrí hechos muy interesantes, como por ejemplo que los vientos que soplan hacia el sur en el río Nilo, facilitando la navegación en ambos sentidos, son los que convirtieron a Egipto en el imperio de estabilidad más duradera de toda la Historia.

Se hablaba de los cuatro principales focos independientes de Civilización en Afroeurasia, citando, además de Sumeria/Mesopotamia y Egipto, un tercer foco en la zona de Afganistán/India y un cuarto, algo más aislado, al este de China; y se citaban también los tres focos del continente americano, con lo que luego serían los Aztecas y Mayas en Méjico y los Incas en Perú. Un detalle que me pareció interesantísimo fue el de por qué la distribución geográfica de los continentes favoreció que las civilizaciones de Afroeurasia fuesen algo más avanzadas que las de América: al estar los cuatro focos más o menos en la misma latitud, con climas similares, podían compartir los descubrimientos en cuanto a cultivos y animales domésticos y “trabajar en equipo”, ayudándose unos a otros con el intercambio de ideas y productos, mientras que en América, distribuida a lo largo de la dirección norte-sur, esto era más difícil.




El segundo episodio trataba sobre La Era de los Descubrimientos, comenzando por la Ruta de la Seda y el desencadenante del descubrimiento de América, que no fue otro que la pimienta negra. Este mecanismo de defensa vegetal, una especie de insecticida natural, era el que evitaba que la pimienta y otras plantas de especias fueran atacadas por las plagas, lo que las convertía en un buen conservante de la comida (a nosotros la pimienta no nos mata, solo nos pica porque somos demasiado grandes). Con la conquista de Constantinopla (actual Estambul) por los turcos otomanos en 1453 quedaron bloqueadas las rutas a la India, principal productor de especias, representando esta fecha según muchos estudiosos el paso de la Edad Media a la Edad Moderna (al fin y al cabo, es este hecho el que da lugar posteriormente al descubrimiento del Nuevo Mundo). Los portugueses intentaron alcanzar las Indias por el sur de África, y el documental nos explica por qué esa ruta era tan peligrosa. Se nos habla de cómo Colón fue después financiado por los Reyes Católicos, y de cómo en aquella época, en contra de los tópicos, ya se sabía que la Tierra era redonda… El detalle que Colón desconocía era que dando ese rodeo se encontrarían por el camino con otro continente desconocido en Afroeurasia.

El documental explicaba cómo los pobladores originales de América habían llegado allí hacía decenas de miles de años, pasando por Siberia y Alaska cuando hacía más frío y todavía no estaban separadas por agua. Se nos hablaba también de los productos que habían llegado a Afroeurasia a raíz del descubrimiento de Colón: maíz, tabaco, cacao… y de cómo los conquistadores llevaron al Nuevo Mundo una serie de virus contra los que los indígenas no estaban inmunizados, lo que hizo que muriera un porcentaje altísimo de estos (se estima que “altísimo” significa la mitad como mínimo). Yo sabía que los nativos americanos no habían visto nunca un caballo cuando los españoles los llevaron en sus barcos, pero ignoraba por completo que en realidad el caballo había hecho un viaje de ida y vuelta: este animal es originario de América, pero algunas manadas cruzaron por Alaska de vuelta a Afroeurasia, y después se extinguió en el Nuevo Mundo por la caza masiva, así que se fue por el oeste y volvió miles de años después por el este… ¡Qué cosas! No me quiero extender más, que me emociono, pero en este episodio se hablaba de otras muchas cosas: de la plata de Potosí, de la caña de azúcar y la esclavitud motivada en parte por la adicción al dulce en los genes de los europeos, y de cómo la colisión con Tea que dio lugar a la Luna está involucrada en todo este asunto…




En el tercer episodio se nos habla de La Revolución Industrial y la Guerra Moderna, y de cómo el uso masivo de madera para combatir el frío y para construir barcos hizo que los bosques de la Inglaterra del 1700 estuviesen prácticamente esquilmados, lo que hizo necesario encontrar una fuente de energía alternativa. Se nos explica cómo el carbón procede de los árboles fosilizados del periodo Carbonífero y se nos explica el inicio de la Revolución Industrial, con la invención de la máquina de vapor. También se nos narra cómo el hierro de nuestro planeta procede de las explosiones de supernovas en el pasado remoto, y cómo este material supuso otro gran cambio en la Guerra Civil Americana, en 1861, la que podríamos llamar la primera guerra realmente moderna de la Historia. Desconocía el relato de la batalla naval de Hampton Roads, en la que se enfrentaron el CSS Virginia y el USS Monitor, los primeros barcos acorazados de la Historia, lo que supuso el cambio de las reglas de juego a partir de ese momento… ¡Puro Steampunk, como sacado de una película de ciencia ficción!

Se nos relata cómo la Gran Hambruna Irlandesa, debida a la escasez de patatas, forzó a los futuros padres de Henry Ford a emigrar a los Estados Unidos, y cómo Ford fue el primero en poner en práctica una cadena de montaje para la producción en serie, en este caso de sus automóviles, que utilizaban un combustible derivado del petróleo, otra importante fuente de energía conocida desde principios del S.XIX. También se nos habla de las investigaciones sobre las reacciones químicas del nitrógeno y la síntesis del amoniaco del alemán Fritz Haber: por una parte Haber salvó a millones de personas de morir de hambre gracias a los fertilizantes que su trabajo hizo posible, pero sus descubrimientos también mataron a muchos en las guerras mundiales (explosivos, gas mostaza, exterminio nazi…). Queda claro pues que la Ciencia no es en sí ni buena ni mala, es una herramienta que puede ser utilizada para el progreso y también para la destrucción, y como tal conlleva una gran responsabilidad… Lo que me lleva al final del episodio, en el que se dan un par de pinceladas acerca del uranio y de cómo se formó en antiguos cataclismos cósmicos, como las colisiones de dos estrellas de neutrones, quedando depositado en el subsuelo terrestre para ser usado, ya bien entrado el siglo veinte, tanto para el bien como para el mal, generando todavía más cambios en la Historia humana.




En resumen: me encantaron los documentales. Su enfoque, con un mayor énfasis en las conexiones entre Historia y Ciencia, me recordó un poco a los doce capítulos de la serie Humanidad: la Historia de Todos Nosotros, que también os recomiendo encarecidamente. Mirando en alguna de las webs con información acerca de Deep Time History parece que engloban estos tres episodios en lo que llaman “Primera Temporada”… Ignoro si realmente hay prevista una segunda entrega de la serie, pero al menos a mí me encantaría que así fuera. ¿Dónde hay que firmar?

Afortunadamente en los últimos años se ha hecho cada vez más evidente en el mundo de la investigación que las Ciencias Sociales y las Ciencias Naturales no ocupan compartimentos estancos y separados del Conocimiento, y que ambas se comprenden mejor si se relacionan entre sí… Esto es algo que se empezó a aplicar también en el campo de la divulgación con pioneros como Carl Sagan y su fabulosa Cosmos, allá por los años ochenta, y que a día de hoy es bastante más frecuente, lo que hace que los documentales sean mucho más interesantes, hasta el punto de llegar a apasionarnos, motivándonos de verdad a amar nuestro planeta y cuidar más de él. En este sentido las cosas han cambiado mucho, y a mejor… lo que me lleva al enlace musical que incluyo todas las semanas en el blog. ¿Recordáis que os dije que David Bowie me había sacado las castañas del fuego en varias ocasiones? Pues hoy, que hemos hablado de cambios, no será una excepción.



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