lunes, 9 de noviembre de 2015

Bienvenidos al Futuro (II)


Hace una semana, y para conmemorar la reciente llegada de Marty McFly a nuestro Presente, estuvimos hablando de si es posible viajar en el Tiempo desde un punto de vista científico, y hoy nos centraremos en la trilogía de Regreso al Futuro desde el punto de vista cinematográfico (y con spoilers, así que los que no las hayáis visto quedáis avisados). Su principal responsable es Robert Zemeckis, director de otras grandes películas como ¿Quién engaño a Roger Rabbit?, Forrest Gump, Contact o Náufrago, y a punto de estrenar una nueva, El Desafío. Bob Gale y el propio Zemeckis se encargaron de escribir los guiones de las tres películas, y Steven Spielberg participó en calidad de productor ejecutivo.




Aunque estoy seguro de que la mayoría de vosotros conocéis el argumento, os hago un resumen rápido de la primera parte, estrenada en 1985: el científico Emmett “Doc” Brown le enseña a su joven amigo Marty McFly la máquina del Tiempo que acaba de inventar, y Marty viaja por accidente al Hill Valley de 1955 conociendo a Lorraine y George, sus padres adolescentes, con tan mala suerte que su madre se enamora de él. Si sus progenitores no acaban juntos y Marty impide su propio nacimiento podría crearse una paradoja que destruiría el Espacio-Tiempo en su totalidad, así que tiene que apañárselas para intentar arreglar el desbarajuste, y de paso inventar el Rock’n’Roll y el monopatín, entre otras cosas. La tecnología que permite los viajes en el Tiempo en estas películas no tiene mucho sentido desde el punto de vista científico, pero Gale y Zemeckis nunca se plantearon escribir una historia de ciencia ficción dura; es más bien un relato de aventuras en clave de comedia, con la atención puesta sobre todo en los personajes. La premisa inicial de los guionistas era ésta: ¿Y si pudieras conocer a tus padres de jóvenes, en el instituto? ¿Serías amigo suyo o te caerían mal? Esta primera película saca provecho de la repentina desaparición de la brecha generacional que propicia el viaje al Pasado.

Inicialmente la idea era que la máquina tuviese la forma de una nevera, pero se acabó cambiando por miedo a que los niños pequeños, después de ver la peli, se quedasen encerrados dentro de la suya intentando viajar en el Tiempo. Se llegó a una solución alternativa con bastante estilo, consistente en utilizar un coche de la marca DeLorean, que con su aspecto estilizado y sus puertas de apertura hacia arriba daba mucho juego porque en los años cincuenta podía ser confundido con un platillo volante. Aunque sean mentira, mola comentar algunos de los detalles técnicos de la máquina, como el famoso condensador de flujo (en España se tradujo erróneamente como fluzo); o los 1.21 gigavatios de potencia requeridos para hacerla funcionar, y proporcionados primero por plutonio, después por un relámpago (en el excelente clímax de la primera peli), más tarde por un reactor de fusión portátil y finalmente por otro relámpago, esta vez imprevisto; o los también necesarios 140 km/h conseguidos con el motor de gasolina y, en el Salvaje Oeste en la tercera parte, con los leños modificados que alimentaban la caldera del tren.




A la cabeza del reparto estaba Michael J. Fox, que como seguramente ya sabréis empezó años después una dura lucha contra la enfermedad de Parkinson. En aquella época formaba parte de la serie televisiva Enredos de Familia, con lo que tuvo que compaginar la grabación de los episodios en su horario habitual con horas extras de 18:00 a 6:00 para el rodaje de los interiores de la película, durmiendo un promedio de cinco horas al día. Las escenas de exterior se rodaron los fines de semana… ¡Menudo tute! Como coprotagonista estaba Christopher Lloyd, que para interpretar a Doc se inspiró a partes iguales en el director de orquesta Leopold Stokowski y en Albert Einstein, del que ya hablamos la semana pasada (como dato curioso, decir que Einstein murió precisamente en el año 1955). La característica manera de Doc de agacharse hacia delante al hablar con Marty, que le da un aire todavía más excéntrico, se debió a la diferencia de altura con Michael J. Fox, que es bastante bajito.

Otra integrante del reparto es Lea Thompson como Lorraine; Lea sigue estando igual de guapa treinta años después, parece como si hubiera venido en una máquina del Tiempo directamente desde 1985. También está Tom Wilson como Biff, el antagonista de George y por tanto también de Marty. Y por último, en el papel de George, Crispin Glover, que no participó en las secuelas porque sus exigencias parecieron excesivas a Zemeckis y a Gale; por eso matan a su personaje en el 1985 alternativo de la secuela. Mención aparte merecen Huey Lewis, que escribió un par de canciones para la primera película, y Alan Silvestri, que compuso las tres bandas sonoras y que actualmente anda metido en el proyecto de estrenar un musical basado en la trilogía. En un par de entrevistas Silvestri ha comentado que Zemeckis estaba preocupado por la falta de espectacularidad de algunas escenas (la primera parte, aunque no lo parezca, no tiene tantos efectos especiales como las otras dos), así que le dijo: “Escribe una música que sea emocionante para que la peli parezca más grande de lo que realmente es”… Yo creo que funcionó.




De la película original se pueden destacar varias grandes escenas, como aquella en la que Biff y sus secuaces, montados en su coche, persiguen por toda la plaza a Marty, que huye en un monopatín; o el Baile del Encantamiento Bajo el Mar, en el que Marty toca la guitarra con el grupo de Marvin Berry (el primo de Chuck Berry) intentando que sus padres se den su primer beso mientras siente que su cuerpo se va desvaneciendo poco a poco; o la increíble escena de la tormenta eléctrica en la que el Doc de 1955 tiene que sincronizar la caída de un rayo sobre la torre del reloj con el paso del DeLorean a toda velocidad para enviar a Marty de regreso al Futuro… Os invito a que compartáis conmigo en los comentarios vuestros momentos favoritos de ésta y de las otras dos partes de la trilogía. Las dos secuelas se rodaron a la vez o, como se suele decir en inglés, “back to back”, y yo he hecho algo parecido con esta entrada del blog: ya tengo escrito todo lo relativo a las secuelas, pero me lo reservo para el próximo lunes porque si lo pongo aquí se haría demasiado larga la cosa… Quedáis por tanto convocados para la conclusión, de aquí a siete días.



2 comentarios:

Rubén dijo...

Jajajajaja!
Escenas en estas pelis las hay míticas. Creo que la que más me gusta es en la que Doc de 1955 acaba de mandar a Marty a su tiempo (1985), con lo que cree solucionado el problema, pero a continuación sale otra vez el Marty de 1985, que viene de 2015 (creo) planteando el problema que se desarrollará en la segunda y tercera películas. La situación me parece muy cómica "te he mandado al futuro!!" "Pero he vuelto!" " ¿De dónde?" "Del futuro!". Algo así era....

....es un poco una de esas paradojas temporales que desarticulan el contínuo espacio tiempo y provocan la destrucción del Universo....

Aunque para paradoja algo que siempre me he preguntado. Situémonos al final de la primera película: Doc de 1985 se lleva a Marty al futuro (2015). Bien. En la segunda película Marty de 1985 se encuentra con su otro yo de 2015. ¿Cómo es esto posible? Se supone que Marty de 1985 desapareció con Doc en un Delorean que vuela (viajar hacia el futuro con estilo). Entonces ese Marty ha desaparecido. No puede crecer y convertirse en el Marty de 2015 (y cruzarse con el Marty de 1985)

Y Skynet qué?eh? Tontuna artificial! No mandes al primer Terminator. Kyle no irá a proteger a Sarah Connor y no la dejará embarazada precisamente de John Connor!!

Hala! A darle a la sesera un poco....

Kalonauta dijo...


¡Hola, Rojo! ¡Gracias por comentar!

La escena de la que hablas es el final de la segunda parte. El Doc de 1955 acaba de enviar de vuelta a 1985 al Marty que ha logrado que sus padres se enamoren, pero también andan por ahí el Doc de 1985 y el otro Marty, que quieren destruir el almanaque deportivo. Justo después de quemarlo, cae un rayo sobre el DeLorean aeroconvertido y lo manda, con Doc dentro, al 1885. Así que el segundo Marty no tiene más remedio que acudir al Doc de 1955 para que le ayude a volver a su Presente... En efecto, ese final es buenísimo. Justo después aparece sobreimpresionado el rótulo de "To be concluded" y se muestra el teaser trailer de la tercera parte... pero de esto hablaremos la semana que viene.

Hay un detalle muy curioso al respecto del accidente que manda a Doc al Salvaje Oeste: en el instante de desaparecer, el coche deja flotando en el aire dos trazas de fuego en forma de nueves invertidos (o seises al revés), y lo más curioso es que el viaje en el Tiempo se produce sin alcanzarse los 140 km/h... Algunos fans pensaban que se trataba de una intervención demoniaca desde el Más Allá, pero otros proponían otra explicación algo más verosímil: el rayo, aparte de proporcionar los 1.21 GW necesarios, había afectado el mecanismo de vuelo del coche haciéndolo girar a gran velocidad, y es esta energía cinética de rotación la que permite el salto temporal, con lo que las dos trazas curvadas no son más que el rastro de los motores de las ruedas en su rotación descontrolada... Sí, sí, ya lo sé: "es algo muy fuerte"... ;-)

En cuanto a la paradoja de los dos Martys en el Futuro, tienes razón en que es difícil de explicar. Consideremos antes dos casos más sencillos. Por ejemplo, que Doc viaje en la segunda película a 1955 y se encuentre consigo mismo más joven no supone una contradicción, porque su ausencia debido al viaje temporal afectaría en todo caso al Futuro, no al Pasado. Por otro lado, que Einstein (el perro) viaje en la primera peli un minuto hacia el Futuro y al llegar no haya otro Einstein correteando por ahí también tiene sentido, porque nunca realizó el viaje de vuelta un minuto hacia el Pasado... Ya es más difícil la cosa con Marty viajando al 2015: podríamos aducir que se encuentra consigo mismo porque de alguna manera el Universo sabe que acabará arreglando los desaguisados (acuérdate del fax de "¡Está despedido!" que se borra...) y volviendo al 1985, viviendo felizmente con Jennifer a partir de ahí hasta llegar al 2015, pero en ese caso ¿no debería estar ya todo automáticamente arreglado cuando el Marty de 1985 llegue al Futuro con el DeLorean? Es algo que da para exprimirse las neuronas, sí...

De todos modos, recordad que, como dije la semana pasada, los viajes al Pasado son bastante improbables, así que lo más lógico sería que, si Marty tuviese una verdadera máquina del Tiempo que le permitiese viajar sólo hacia el Futuro, le pasaría lo mismo que al perro pero a lo bestia: desaparecería de 1985 y durante 30 años no se le vería el pelo, y en 2015 volvería a aparecer, con el Doc y la Jennifer de 1985, pero no existiría su yo adulto ni sus hijos. Él y Jennifer podrían a partir de ahí seguir viviendo jóvenes en el Futuro y tener hijos si quisieran, pero no podrían volver atrás.

¡Espero que te guste también la última entrega, Rojo! ¡Y gracias de nuevo por contribuir al debate, que esto llevaba varias semanas bastante muerto, y siempre es una alegría para mí recibir un poco de feedback! ¡Un abrazo! :-)