Como lo prometido es deuda, aquí tenéis la segunda
parte de la selección de mis fotos con calaveras y huesos.
Aunque en esta entrada doble sólo estamos tocando el lado artístico del asunto,
os propongo que, si no lo habéis hecho nunca, os palpéis ahora mismo la cara, alrededor
de los ojos, por los pómulos y por la mandíbula, tratando de imaginar el cráneo que hay dentro de vosotros… Sólo
cuando haces un esfuerzo consciente por visualizar la forma de tu carcasa
física, y sobre todo de un elemento icónico tan potente como tu propia
calavera, te das cuenta de tu fragilidad, de tu mortalidad, de la fugacidad de
la Vida; para mí supuso una experiencia bastante perturbadora la primera vez
que lo probé. Da escalofríos pensar que tu esqueleto
perdurará en el Tiempo mucho más que el resto de tu cuerpo… Todo esto me
recuerda aquella inscripción que leí en una de las capillas que albergan a los frailes momificados, cuando fui a
visitar hace unos años la Cripta de los Capuchinos en Roma: “Como tú eres, yo fui; como yo soy, tú serás”.
En otra ocasión, más adelante, hablaremos largo y tendido acerca de la Muerte.
Catacombes, París
Túnel de Gran Vía Germanías, Valencia
Calle Mesón de Morella, Valencia
Bunhill Fields, Londres
Brick Lane, Londres
Calle Campos Crespo, Valencia
El Gesù, Roma
Calle Espada, Valencia
British Museum, Londres
Calle Denia, Valencia
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