lunes, 13 de octubre de 2025

On Va la Corda… (I)

 

Hace cosa de un mes David Estal me mandó la información relativa a un curso de la UPV sobre el Área Metropolitana de Valencia titulado On Va la Corda Va el Poal, que se compone de dos rutas guiadas de cinco horas cada una más cuatro podcasts que irán saliendo a lo largo del mes de octubre (empezando hoy mismo). La primera de las visitas era a la zona de Loriguilla, el pasado sábado 4, y junto a David figuraba también como guía José María Azkárraga, del que hablé precisamente en la entrada anterior del blog. A ambos los conozco desde hace más de una década, y ambos tienen en común el ser unos profesionales como la copa de un pino y a la vez ser muy buena gente. Ambos tocan distintos palos en la escena cultural valenciana y he coincidido con ellos en distintos tipos de actividad, aunque a David lo conocí con Desayuno con Viandantes y a José María con las visitas de la Valencia Republicana… Lo que me resultaba emocionante en este caso era tenerlos a los dos colaborando en la misma propuesta: tal y como les dije, era un extraño crossover, como ver a los Vengadores y los X-Men juntos en la misma película de Marvel.

Por supuesto, en cuanto pude, después del trabajo, intenté realizar la inscripción, pero para mi desilusión me quedé el primero de la lista de espera… Afortunadamente, hace dos semanas me comunicaron que había habido una baja y que podía asistir a las visitas guiadas, que se realizarían con un autobús contratado, con inicio y finalización junto a la parada de tranvía de La Carrasca, y en un grupo de unas 20-25 personas. La mañana del día 4 salió estupenda, con un sol radiante, y la visita me pareció fantástica: la gente era majísima, las explicaciones muy interesantes y los lugares que recorrimos fabulosos. Primero fuimos a Loriguilla y aprendimos algunas cosas sobre los pueblos de colonización, y de allí nos trasladamos en el bus a un cerro cercano desde el que se vislumbraban todos los alrededores, con la ciudad de Valencia a lo lejos, y donde David nos habló de Vilanova, un proyecto frustado de 1972 de una gran ciudad de 200.000 habitantes que se habría construido en esa zona. En el camino de subida al mirador (de dificultad media) visitamos también la Cova del Colom (cuyo acceso era prácticamente invisible junto al sendero, detrás de unos arbustos) y comimos galletas de algarroba.

Volvimos a coger el bus y nos trasladamos al tercer y último punto de la visita, el polvorín de Ribarroja, complejo militar abandonado cercano a una zona de canteras en el que Azkárraga nos habló de la Línea de Defensa Inmediata. Pudimos visitar tanto las estructuras de la superficie, con los aviones de Manises pasándonos por encima, como los estrechos túneles de las trincheras, y después exploramos el propio polvorín, un espacio también subterráneo pero bastante más amplio, con un eco estupendo. Como de costumbre hice fotos, y me quedó una selección bastante chula, tanto que he tenido que dividirla en dos partes con veinte imágenes cada una, dejándolas todas en el mismo orden en que las tomé. Para que no pase demasiado tiempo, voy a hacer de nuevo una excepción y publicaré la segunda entrega la semana que viene… Espero que os gusten estas postales enviadas desde una ciudad que nunca existió.






















lunes, 29 de septiembre de 2025

La Cápsula del Tiempo

 

En su día os hablé en el blog de los refugios antiaéreos de la Guerra Civil en la ciudad de Valencia, y os comenté que el más difícil de visitar actualmente es el del Colegio Balmes en Russafa, que se abre al público solamente una o dos veces al año. Yo conseguí verlo por fin a finales de septiembre de 2019, hace ahora justo seis años, en una de las actividades paralelas del festival Russafa Escènica. El guía de la visita fue el profesor jubilado y divulgador José María Azkárraga, del que ya os he hablado otras veces en La Belleza y el Tiempo, y con el que siempre se aprende algo nuevo y relevante de forma rigurosa pero a la vez amena.

Construido a principios de 1938, el refugio situado bajo el patio de recreo consta de dos galerías paralelas con bancos para sentarse y unidas entre sí por seis aperturas, con capacidad para albergar a mil alumnos en caso de bombardeo. Las rampas de acceso están cegadas, con lo que hay que bajar a través de una trampilla usando una escalera de mano, y en el momento de mi visita una de las galerías estaba parcialmente anegada, con un gran charco de unos centímetros de profundidad.

Una vez abajo se pueden contemplar las inscripciones originales en color azul y el sistema de ventilación, con una manivela para poder operarlo en modo manual, pero lo que más llama la atención es que desde la época de la Guerra Civil no ha sido utilizado con otros fines, como ocurre con el del Instituto Lluís Vives o el de la calle Serranos, por lo que todavía se pueden ver en el suelo o sobre los bancos corridos diversos objetos de aquella época: escombros, trozos de madera, el marco desvencijado de una puerta, los restos de un orinal oxidado y hasta un zapato podrido y roto, abandonado a su suerte. Da la sensación de que este lugar es como una cápsula del tiempo que se cerró hace ochenta y cinco años para volverse a abrir hoy… Aquí tenéis una selección de veinticinco de las fotos que tomé en la visita.



























lunes, 15 de septiembre de 2025

Selección Natural

 

Ya en varias ocasiones hemos hablado en el blog del CaixaForum Valencia, abierto hace unos pocos años y sin duda una de las propuestas culturales más interesantes de la ciudad, con exposiciones temporales de variada temática y de gran interés que se van renovando cada pocos meses, siguiendo un circuito que incluye otros CaixaForums españoles. Anteriormente he colgado aquí selecciones de fotos de tatuajes o retratos de estas exposiciones, y hoy quiero compartir con vosotros las que tomé el pasado 23 de diciembre, de obras de arte inspiradas en motivos y patrones de la Naturaleza. Espero que os gusten, aunque no tengan mucho verde que digamos…