martes, 16 de enero de 2018

Pendientes


En varias ocasiones os he comentado que nunca logro encontrar el momento para ir leyendo poco a poco un libro extenso, independientemente de que sea o no de ficción… Leo mucho al cabo del día, pero suelen ser sobre todo artículos de prensa o textos relativamente cortos en Internet. En mi caso seguir una narración con una cierta continuidad requiere de unas condiciones externas (silencio, tranquilidad, tiempo libre) que se dan muy raramente; y siendo una persona de naturaleza más visual, suelo preferir ver una película, documental o vídeo de YouTube cuando se me plantea la alternativa.

Hace ya años que entendí todo esto que ahora os cuento, así que últimamente solo compro un libro (o lo sugiero como regalo de cumpleaños, por ejemplo) cuando el tema me parece realmente interesante. Aun así, mi pila de libros escogidos y pendientes de leer va aumentando poco a poco en altura; algunos llevan años ahí esperando a que los coja y les dé salida. Me he dado cuenta de que bastantes de ellos son de divulgación científica, cosa que tampoco es de extrañar. Para la entrada de hoy he decidido hacer una lista de estos libros, en el mismo orden en el que están colocados ahora mismo en la pila, y empezando por los del fondo.




El Mundo y sus Demonios – Carl Sagan: Ya os he comentado antes en el blog que me encantó la serie Cosmos, allá por los años ochenta, y que Sagan me parece uno de los mayores divulgadores científicos de los últimos tiempos… Él ayudó a romper la frontera entre Ciencias y Humanidades y a hacernos entender que las distintas ramas del Conocimiento (astronomía, biología, historia, literatura…) están fuertemente ligadas entre sí. Este libro en concreto es una defensa del pensamiento racional y una voz de alarma contra los múltiples tipos de superstición que aún perviven en nuestro tiempo… Sigue estando pendiente escribir aquí una entrada sobre este tema.

Musicofilia – Oliver Sacks: Hemos hablado de este gran divulgador de la neurología algunas veces en el blog. Aunque tengo un par más de sus obras todavía sin leer en mis estanterías, la preferencia es para este título, que aborda la relación entre la Música y el Cerebro y explica cómo esta ayuda a conformar la propia identidad, siendo a veces parte del problema y otras parte del tratamiento.

17 Ecuaciones que Cambiaron el Mundo – Ian Stewart: No conozco mucho acerca de este matemático y divulgador, pero el libro sin duda tiene una pinta estupenda. En él se nos habla de las ecuaciones como base fundamental de las matemáticas, la Ciencia y la tecnología, y se da un repaso a algunas de las más importantes de la Historia, dividiéndolas en dos grupos: las que revelan regularidades matemáticas y las que expresan leyes de la Naturaleza.




El Corazón de las Tinieblas – Joseph Conrad: Hace unas semanas os comentaba que desde siempre me ha encantado Apocalypse Now de Francis Ford Coppola, y llevo años queriendo leer la novela corta en la que se inspira, que transcurre un siglo antes, en el Congo… Tengo que confesar que lo empecé este verano (me animé porque es cortito) y después de unas pocas páginas no me acabó de enganchar el estilo, con lo que lo volví a dejar en la pila… Esto no significa que me haya rendido por completo con él, a lo mejor simplemente me pilló en un día malo. Más adelante le volveré a dar otra oportunidad.

Brevísima Historia del Tiempo – Stephen Hawking y Leonard Mlodinow: Versión simplificada y más comprensible del libro original de 1988, habla de temas como el Big Bang y el Universo en expansión, la relatividad general o los agujeros negros y de gusano. Hace ya años escribí en el blog que había leído algunos trozos sueltos, y me avergüenza decir que ahí sigue, en la pila, muerto de risa (y mira que este es finito también…).

Abrir en Caso de Apocalipsis – Lewis Dartnell: Con el atractivo título original de The Knowledge (El Conocimiento), esta interesantísima obra se plantea el hipotético caso de que una pandemia letal, el impacto de un meteorito o una guerra nuclear arrasaran con nuestra Civilización tal y como la conocemos, y hubiera que reconstruirla desde cero. Los distintos capítulos constituyen un resumen de los conocimientos científicos y tecnológicos más importantes que hacen que todo funcione hoy en día, información que a pesar de resultar básica es ignorada por completo por la mayoría de la gente. Sin duda es uno de los tres libros que me llevaría a una isla desierta, por si acaso.




Yo, Claudio – Robert Graves: Una de las mejores novelas históricas jamás escritas según mi amigo Sergio Mars, que de libros sabe bastante (en su página de Facebook, además de hablar de sus propias novelas y relatos, también hace referencia de vez en cuando a su propia pila de lecturas pendientes, que seguro que comparada con la mía va renovando sus títulos casi a la velocidad de la luz). Siempre me ha interesado el Imperio Romano, y me gusta recurrir a fuentes bien documentadas en lo referente a la vida cotidiana de aquella época, así que estoy deseando echarle mano a esta crónica de los primeros años del Imperio, desde Augusto, y pasando por Tiberio y Calígula, hasta llegar al Emperador Claudio.

Cenital – Emilio Bueso: Creo recordar que este autor es amigo de Sergio, y hace unos años asistí a una conferencia suya (con motivo de la publicación de esta novela de ciencia-ficción) en la que expuso una serie de razonamientos muy bien hilvanados acerca de la crisis económica y el agotamiento del petróleo, algo de lo que precisamente hemos vuelto a hablar estas últimas semanas… Parece que a Emilio se le da muy bien el género de terror, así que tengo curiosidad por adentrarme en esta oscura distopía en la que la civilización se ha vuelto más primitiva y violenta tras una grave crisis energética.




Reyes de Aire y Agua – Jesús Fernández: Supongo que este libro está colocado junto al anterior en la pila porque salió publicado por Cápside, la editorial de Sergio Mars. Jesús, el autor, también es un buen amigo mío de Córdoba; tuvimos bastante contacto durante mi época en la Sociedad Tolkien Española, aunque hace tal vez cinco años que no lo veo. Se trata de una colección de relatos de fantasía feérica, cuentos de hadas como los de antes, al margen de modas o tendencias, que al poco rato de empezar a leerlos te trasladan a otra época, a un Mundo más primitivo y peligroso pero también apasionante.

Mapas del Tiempo – David Christian: Desde los inicios de La Belleza y el Tiempo hemos hablado de la Gran Historia, un compendio de la historia natural y humana desde el nacimiento del Universo hasta el momento actual, y David Christian fue uno de los principales impulsores de este concepto. Me basé principalmente en las numerosas líneas cronológicas de este libro para confeccionar el resumen (en una escala logarítmica) de la historia del Universo que publiqué en el blog hace unos años, y he ojeado trocitos sueltos de algunos capítulos, pero todavía tengo pendiente leerlo todo despacio y de cabo a rabo.




El Puente de los Asesinos – Arturo Pérez-Reverte: Las novelas del Capitán Alatriste siempre me han parecido muy entretenidas, de lectura fácil y rápida, y nunca he necesitado demasiada concentración para ir avanzando en la trama, así que hubo un tiempo en el que una parte importante de los libros que leía pertenecía a esta serie. Aun tratándose de obras de ficción, me gusta el esfuerzo que se hace por describir con detalle la vida cotidiana en la España del S.XVII (Como ya he dicho, me apetece leer también Yo, Claudio por motivos similares). De todas las que se han publicado por ahora solo me queda por leer esta séptima entrega; en la solapa se prometen al menos dos más, pero Pérez-Reverte lleva ya seis o siete años centrado en otros proyectos, como las novelas del detective Falcó.

Por Amor a la Física – Walter Lewin: Sus clases magistrales de Física en el Massachusetts Institute of Technology, colgadas en distintos sitios de la Web, son una auténtica maravilla. Este libro es un buen complemento, en el que Lewin nos desvela la Belleza de la Ciencia y su gran poder para revelar los mecanismos ocultos del Mundo que nos rodea. Son capítulos sueltos, sin mucha relación entre ellos, con lo que el libro se puede dejar y retomar meses después, así que llevo ya leída la primera mitad. Me da un poco de vergüenza reconocerlo (como otras muchas cosas en esta entrada), pero seguramente lo empecé hace ya dos o tres años…




La Valencia Desaparecida – Ángel Martínez y Andrés Giménez: Ya sabéis que me gusta mucho la Historia de la ciudad de Valencia y su evolución desde el punto de vista urbanístico, así que tenía que comprarme este libro que toma como punto de partida el blog del mismo nombre de Ángel Martínez. Se trata de una colección de fotografías antiguas de unos cien rincones de la ciudad comparadas con las correspondientes fotos actuales, tomadas justo en el mismo punto y con el mismo encuadre (algo que a veces no es nada fácil de averiguar). De su contemplación se puede deducir que la mayoría de rincones de Valencia están completamente diferentes hoy en día, después de un siglo, pero afortunadamente aún quedan algunos edificios que no han cambiado y que nos sirven de punto de referencia, de puente con la ciudad del Pasado, con lo que yo he llamado muchas veces la Valencia invisible… Tampoco la lectura de este libro requiere una continuidad, así que es uno de los dos o tres que llevo meses leyendo en paralelo y a salto de mata. Llevo ojeadas más de la mitad de las fotografías, y este sí lo he utilizado durante las últimas semanas, lo cual tampoco dice mucho en favor de mis hábitos de lectura, porque es casi todo imágenes y muy poco texto, con lo que no se diferencia mucho del continuo zapping lector que realizo diariamente en Internet. Por cierto, y en caso de que estéis interesados: estas mismas Navidades ha salido a la venta la tercera y última entrega de este interesante proyecto.




La Veu de la Ciutat – María Teresa Abad y Javier Martí: Se trata del catálogo de una exposición que se inauguró hace unos meses en el Museo de Historia de Valencia, junto al Parque de Cabecera, y que si no me equivoco se pudo visitar hasta el pasado día 7. El título completo en castellano es “La Voz de la Ciudad: Dos Siglos de Historia a través de los Bandos”, y se centra en una selección de bandos impresos en papel y publicados por el Ayuntamiento de Valencia a lo largo de los últimos doscientos años, que constituyen una valiosa fuente de información de primera mano acerca de cómo se desarrollaba la vida cotidiana (¿os suena de algo?) en la ciudad. Este libro recoge solo una parte de los bandos expuestos en el Museo, y explica con detalle el contexto de cada uno de ellos en versión bilingüe; nos lo regalaron a todos los asistentes el día de la inauguración, pero me gustó tanto que más adelante compré otro ejemplar en la librería del Ayuntamiento y se lo regalé a mi padre… También en este caso he leído ya algunos bandos sueltos, pero hablamos de nuevo de lecturas cortas, de un par de páginas cada una.

Big History – David Christian: En este libro de la editorial DK, que me trajeron los Reyes Magos hace una semana, han participado en realidad muchos autores; Christian es solo uno de los coordinadores de la obra. A pesar de ser los más recientes, ni este ni el anterior de la lista están físicamente en lo alto de la pila porque son más grandes y pesados. Es evidente que a estas alturas me he rendido a la evidencia de que los libros de texto puro y duro no están hechos para mí: este extenso resumen de la Gran Historia es muy visual, con multitud de fotografías, diagramas y líneas cronológicas y la información dosificada en forma de parrafitos más breves… seguro que le echaré mano antes que a Mapas del Tiempo.




Tengo la pila de libros pendientes en una estantería justo delante de mi mesa de trabajo, y a veces, cuando levanto la vista de mi portátil y la miro por un instante, me pasa por la cabeza la idea de que si no tuviera que escribir las entradas semanales para el blog podría sacar más tiempo para leer libros de los de verdad, con capítulos de veinte o treinta páginas cada uno; de hecho, tengo la sospecha de que la pila ha estado algo más estancada desde el verano de 2012, en el que empecé a escribir… Así que os pido que me ayudéis a hacer que todo este tiempo robado a la lectura valga la pena: comentad de vez en cuando, por favor, y decidme qué os parecen mis reflexiones en La Belleza y el Tiempo… Leemos para saber que no estamos solos, pero también escribimos por la misma razón.



2 comentarios:

Noe dijo...

Hola! Pues me apunto alguno de los que mencionas. También hace mucho que no puedo dedicarme a la lectura lúdica y eso hace que me apetezca más. La incorporación más reciente a mi lista de espera es "El Ojo desnudo" de Martínez Ron, y hacía mucho que me resistia ha hacer nuevas adquisiciones; de un tiempo para acá me he dado cuenta de que, aunque disfruto mucho con una novela bien escrita, cada vez me resulta más complicado encontrarlas "bien escritas" (y, sí, creo que Perez-Reverte tiene un estilo perfecto). Como soy un poco de ratonear, ahora me inclino por la divulgación científica (con toooodas mis limitaciones). Hay muchas cosas que no entiendo (o que luego no soy capaz de recordar después de haberlas leído, creo que mi cerebro es más bien conceptual), pero que de repente reaparecen al, no sé, explicar el mercado central. Bueno, nada, que ya he añadido algunos de tu lista a la mía. Gracias por tus aportaciones, como siempre.

Un abrazo

Kalonauta dijo...


¡Hola, Noe!

Así que eres una más en la lista de gente que no tiene tiempo para leer... Después de escribir la entrada me vino a la memoria una expresión que creo haber utilizado ya alguna vez en el blog: somos vagos frustrados... Es decir, por un lado decimos que nos gustaría tener más tiempo libre y por otro nos autoboicoteamos y nos metemos en mil compromisos (para algunos de los cuales nadie nos pone un cuchillo en el cuello, por cierto).

Le he echado un vistazo a la sinopsis de "El Ojo Desnudo" y tiene muy buena pinta... No solo habla de nuestra visión y cómo percibimos lo que nos rodea, sino también de cómo llegamos a entender aquello que nunca hemos visto directamente, con ayuda de la tecnología y del método científico (yo suelo decir que hay muchas cosas que no podemos ver con los ojos pero sí con la mente). Me parecen dos temas apasionantes, y si quieres la próxima vez que nos veamos podemos hablar de ellos, por supuesto.

Si últimamente te interesa la divulgación científica, los que yo te recomendaría de mi lista creo que serían especialmente Musicofilia (que trata sobre el cerebro humano y sus peculiaridades), Por Amor a la Física (centrado más en la teoría de fenómenos naturales explicada fácil) y Abrir en Caso de Apocalipsis (que toca también el tema de las tecnologías y las técnicas, es decir, las aplicaciones prácticas).

¡Un abrazo, y muchísimas gracias por comentar! ¡Nos vemos!