lunes, 14 de julio de 2014

Ciento Volando

Podría ser que este blog muriese hoy mismo. Los tutoriales que leí antes de poner en marcha La Belleza y el Tiempo recomendaban tener preparada desde el principio una lista con al menos cien ideas distintas para entradas. El Tiempo se me ha pasado volando desde que empecé, hace ya dos veranos, y aunque entradas propiamente dichas hay unas pocas menos, con la de la semana pasada se cumplen cien entregas, así que moralmente podría considerarme liberado de mi compromiso, si quisiera. Ahora entiendo cómo se debe sentir el columnista de un periódico, o el párroco de una iglesia pensando en su sermón para el próximo domingo, o el guionista de una serie cuando se le acaba el plazo para presentar un episodio…
A veces no me resulta fácil decidir el contenido de la siguiente entrada de forma que la sucesión de temas no se haga repetitiva; y una vez decidido, me lleva mucho tiempo redactar la entrada con un mínimo de calidad, lo cual afecta en ocasiones a mi vida social. Además, me consta que mis visitas a los museos de la ciudad, mis paseos por el casco antiguo o el número de libros leídos han disminuido en los últimos dos años: como ya os comenté en otra ocasión, me da miedo estar viviendo para escribir. No soy el único con este dilema, tengo buenos amigos y amigas con blogs de excelente calidad que con el paso del Tiempo han decidido centrar su atención en otros proyectos, disminuyendo el ritmo de publicación de entradas, y no les culpo por ello. No os negaré que me ha pasado por la cabeza un par de veces la idea de aprovechar la entrega nº 100 como excusa para librarme de la obligación (autoimpuesta) de publicar todos los lunes, reduciendo la frecuencia por ejemplo a la mitad.
 
 
Pero tranquilos, que por ahora el blog seguirá siendo semanal, aunque quizás habréis notado que en el último año he hecho algunas concesiones para hacerme más llevadera mi tarea. A pesar de que en su día dije que más de tres entregas para la misma entrada eran demasiadas, posteriormente he llegado en unas pocas ocasiones hasta cinco, en los casos en los que he considerado que había la suficiente cantidad de datos interesantes sobre el tema, aun a riesgo de que los lectores poco interesados en ese tema en particular se aburrieran como ostras durante más de un mes. Posiblemente también hayáis notado que añadí sobre la marcha la etiqueta de Imagen, la que hace veinte (me gustan los múltiplos de cinco porque también son números redondos), para referirme a lo relacionado con la fotografía o con lo visual, y últimamente he hecho uso de ella (procurando no abusar) cuando he ido apurado con los plazos, aunque intento que las entradas basadas en selecciones de mis fotos tengan siempre algo más de contenido, y al final acabo dedicándoles casi tanto tiempo como a una entrada normal.
Echando un vistazo a la lista de etiquetas en la columna de la derecha podréis haceros una idea de cuáles han sido los temas más recurrentes a lo largo de estos dos años. Como cabía esperar por mera coherencia con el título del blog, la Belleza y el Tiempo son los dos conceptos que aparecen más a menudo, seguidos por el Inconformismo, o crítica de la sociedad actual, y el Cine, del que hablamos sin ir más lejos en la anterior entrada (íntimamente ligada, como veréis, a la de hoy). Les siguen las etiquetas de Historia y Valencia, a menudo relacionadas entre sí, y después la de Ciencia. A continuación está la Sencillez, que se solapa a veces con el Inconformismo, y el Afecto en sus múltiples formas. Terminamos la lista de los temas frecuentes con la Imagen, la Música y el Conocimiento, etiqueta esta última que tendrá pronto nuevas contribuciones, como merece por su importancia. El número de entradas de las restantes etiquetas no es muy alto, pero sin duda irá subiendo, aunque sea poco a poco, con el paso de los meses… tiempo al Tiempo.
 
 
Espero que estas primeras cien entregas de La Belleza y el Tiempo os hayan ayudado a reconocer y a valorar un poco más la poesía de lo real, el encanto de lo sencillo, los destellos de verdad y autenticidad ocultos en todo lo que nos rodea a diario… pero pensemos en el futuro. ¿Hacia dónde va el blog? ¿Qué parte de los contenidos tengo pensados de antemano? ¿Estarán dichos contenidos a la altura de lo ya escrito? Para responder a estas preguntas vamos a recurrir a comparar La Belleza y el Tiempo con una de las series de televisión o sagas cinematográficas de las que hablamos hace una semana.
Al igual que algunas de esas series o sagas, el blog tiene, efectivamente, una biblia. No es más que un sencillo documento de Word en el que archivo de manera ordenada todas mis notas, algunas telegráficamente y otras de forma más elaborada. Son ideas sobre cualquiera de los temas que me interesan, que se me ocurren viendo la tele, leyendo libros o artículos en Internet, hablando con amigos o simplemente andando por la calle (siempre llevo papel y un boli pequeño en el bolsillo para que no se me olvide nada). También guardo en este documento los enlaces interesantes a webs y a vídeos o canciones de YouTube, agrupando los contenidos por etiquetas, y me dejo anotadas breves referencias a las ideas que ya he usado en las entradas publicadas. Todos los conceptos y relaciones que me parecen importantes, tanto si ya he hablado de ellos en el blog como si no, se sintetizan en el Mapa de etiquetas que podéis encontrar en la columna de la derecha, Mapa que publiqué desde el primer día para que vierais que había un trabajo previo de planificación y que los contenidos tendrían cierta coherencia interna. Por tanto, podríamos pensar en cada etiqueta como uno de los cajones de mis archivos mentales, y en las correspondientes notas del documento de Word como los papeles de ese cajón, clasificados y ordenados por medio de separadores.
 
 
Me gusta pensar que, salvando las distancias, La Belleza y el Tiempo utiliza recursos narrativos similares a los de Babylon 5 en televisión o El Señor de los Anillos en cine… En primer lugar, muchas de las entregas son como pequeñas historias presentadas en un contexto mucho más amplio y ambicioso. Las entradas no hacen más que glosar y explicar los elementos del Mapa; algunas abarcan una parte muy pequeña de éste, tal vez un ejemplo particular de una idea concreta relacionada con una sola etiqueta, mientras que otras comprenden varios de los conceptos más importantes del Mapa y las relaciones entre ellos. Por otra parte, al tener en mi biblia una parte de los contenidos planificada de antemano, yo también voy dando pistas de lo que vendrá y hago a veces referencias a entradas del blog que, aun estando ya en mis notas y borradores, no se publicarán hasta meses (quién sabe si años) después. Muchas de las entradas se relacionan entre sí o son continuación lógica unas de otras, así que podría decirse que tengo varios arcos argumentales en marcha.
¿Cambiaría, después de todo este tiempo escribiendo y dándole vueltas a los conceptos, alguna parte del Mapa de etiquetas? Creo que no. Aparte del detalle de haber añadido la etiqueta de Imagen, el paso de los meses no ha hecho sino reforzar mi convicción en la mayoría de mis afirmaciones. ¿Lo tengo todo pensado de antemano? Todo no, por supuesto, aunque algunas cosas sí. Una de las razones por las que escribo el blog es la de sacar algunas conclusiones sencillas a partir del Mapa acerca de cómo actuar en la Vida, y en ese sentido se podría decir que el blog es un work in progress. Aunque mis opiniones acerca de lo más básico no han cambiado, sí he aprendido a verbalizar mejor algunas de las ideas, y además han aparecido nuevos matices, que surgían una y otra vez mientras reflexionaba el contenido de las entradas… Han tomado mayor relevancia en mi esquema mental, por ejemplo, los conceptos de Equilibrio y de Interconexión, que dan lugar a la máxima “Todos-Mejor-Siempre” en contraposición al “Yo-Más-Ahora”; no es la primera ni la segunda vez que hablamos de esto, y sin duda seguiremos dándole vueltas en sucesivas entregas.
 
 
¿Tengo pensado un final para La Belleza y el Tiempo? No, pero hay dos o tres ideas para entradas que podrían servir como excelente colofón; por ahora, mientras tenga otras cosas relevantes que contar, éstas me las reservo. ¿Falta mucho o poco para este hipotético final? Como ya os comenté, en el pasado he tenido miedo a veces de quedarme sin ideas y que bajara el nivel de calidad del blog; antes que estirarlo como un chicle y que se empiece a parecer a series como Expediente X, prefiero acabar con él por todo lo alto… Aun así, tengo la impresión de que me queda cuerda para rato.
Antes os he dicho que mis notas para el blog, mis archivos de ideas, consisten en un simple documento de Word… Pues bien: en este momento tengo unas cincuenta y ocho páginas de notas, a tamaño Calibri 11 y con márgenes estrechos. Una parte de estas páginas consiste en entradas a medio hacer, esperando tan sólo a tomar forma; de algunas hasta sé ya el título. Sé que antes o después, algún lunes por la tarde, aparecerán en el blog las entradas tituladas Mapas del Tiempo, La Ventana Indiscreta, La Sexta Extinción, Amor a Segunda Vista… y además sé que ésas en particular van a ser buenas. Y constantemente surgen en mi cabeza, en forma de una frase corta y simple, muchos temas interesantes que tocar en el blog de los que ni siquiera llego a apuntar una palabra en mis notas. En resumen, hay material para publicar al menos otras cien historias como las que habéis leído hasta ahora, siempre y cuando disponga del tiempo necesario… Ganas no me faltan, porque, como digo siempre, escribir es una forma de conocerme mejor a mí mismo y al Mundo en general; aunque tendré que hacer un esfuerzo por recordar que el objetivo es escribir para Vivir y no al contrario. Mientras me queden botellas, tengo aún muchos mensajes para lanzar al Mar.
 
 

3 comentarios:

Hope dijo...

Estoy segura de que afortunadamente te queda cuerda para rato, no lo dudo... Y enhorabuena por el número 100, pero no solamente por el número porque la cantidad sin calidad, no merece la pena, pero en este caso tenemos los dos! y gracias por estar ahí y compartir tus reflexiones y tu conocimiento con nosotros. Llevo un poco de retraso con la lectura del blog, porque tengo menos acceso a la red que antes, pero poco a poco iré disfrutando de la lectura pendiente. Un abrazo.

Ernesto dijo...

Como dice Hope, te queda mucha cuerda amigo, y felicidades por tu 100 entradas.
Me alucina (y me da mucha envidia) tu forma de trabajar, como vas ordenando y organizando (en esa biblia)las ideas, sugerencias y ocurrencias para futuras entregas de "La Belleza y el Tiempo", eso es un Don colega, te lo dice alguien que carece de el.
En cuanto al tema del tiempo, ¿tendré tiempo, no lo tendré, a que dedico el tiempo libre?... En fin, creo que el tiempo (y la carencia de este) no es más que una trampa mental, no se en tu caso, pero yo dedico horas y horas y huevear sin ton ni son, me imagino que le pasa a mucha gente, aunque no tenga conciencia de ello. Entiendo que se te haga difícil mantener una entrega semanal del blog, sobre todo cuando parece que no hay nadie al otro lado (por la falta de comentarios), pero no te dejes engañar, que no se comente una entrada no significa que no se lea, o que no tenga interés... Somos así de perros, recibimos con agrado tu regalo semanal, pero no somos capaces de teclear un triste "gracias" y así reconocer ese trabajo y esa entrega tuya, y bueno, ¿merece la pena? yo creo que sí. De alguna forma a mí me pasa lo mismo, con la lista de Russafa o con RadioFlautas, te preguntas ¿le llega a alguien lo que hago? y aunque no tenga respuesta a esa pregunta, siempre queda la posibilidad de que SI, de que esa convocatoria que has compartido haya movilizado a 1 o 2 personas, que esa entrevista que has realizado haya servido para dar a conocer ese colectivo, o que esa entrada de tu blog nos haya hecho reflexionar un rato (aunque tu no tengas constancia de ello) y eso, te digo yo que sí merece la pena. También es una especie de terapia eso de hacer lo que uno cree y siente que debe hacer independientemente del reconocimiento externo que tenga, le hace sentir a uno bien.
Lo dicho... que no decaiga ;)
Un abrazote

Kalonauta dijo...


¡Gracias a los dos!

Hope, no tengas prisa por leer las entradas, que están escritas para que tarden bastante en caducar... Aprovecha para salir a tomar el aire y a que te acompañen los animalitos en tus paseos, cual si fueras una princesa Disney... Ya tendrás tiempo de leer cuando llegue el frío y se te congelen los mocos en la nariz nada más traspasar el umbral de la puerta. X-D ;-)

Ernesto, gracias por tus reflexiones. En cuanto a la administración del tiempo, es verdad que a veces se me pasa el día en un suspiro y no sé cómo ha sido... Creo que el objetivo, independientemente de que se te pase el tiempo más rápido o más despacio, o de que hagas más o menos cosas, es simplemente hacer las cosas que te gustan, y punto.

Lo de la falta de feedback es un tema que ya hemos comentado muchas veces aquí. Entiendo que todos vamos siempre acelerados, queriendo hacer mil tareas, y cuesta bastante dedicar un rato a comentar algo que no sea un escueto "Me gusta"... De todos modos, ya me voy convenciendo de que efectivamente hay un grupo de seguidores silenciosos pero habituales de La Belleza y el Tiempo... Vuestros comentarios y muestras de apoyo, aunque estén a veces más espaciados en el tiempo de lo que yo quisiera, son el 50% de la razón de ser del blog, y por tanto hacen que esto valga la pena. ¡Gracias a todos y todas!

Y como de bien nacidos es ser agradecidos, Ernesto, quiero aprovechar para agradecerte tus mensajes a la lista de Russafa, y para hacerte saber que, aunque haya muchas actividades a las que al final no puedo ir por una u otra razón, siempre leo tus mails con interés, teniendo mi agenda a mano... Ayer mismo, sin ir más lejos, tomé nota de lo del sábado a las 10 de la mañana en el Solar Corona, para intentar pasarme... Si vas a estar, seguramente nos veremos allí.

¡Un abrazo, Ernesto! ¡Un abrazo, Hope! :-)