El blog Hoy Valencia, página de
noticias y actualidad colaboradora del Tablón de Anuncios, está haciendo últimamente una serie de entrevistas
a distintos blogueros del ámbito valenciano, y esta semana me ha tocado el
turno a mí. Me preguntan sobre el pasado, presente y futuro de La Belleza y el
Tiempo, sus inicios, su temática, algunas anécdotas y los objetivos cumplidos y
por cumplir… Si queréis saber algo más sobre mí
y sobre el blog aquí tenéis el enlace a la entrevista;
espero que os resulte interesante.
lunes, 30 de septiembre de 2019
lunes, 23 de septiembre de 2019
Sigue Soñando
Hoy quiero hablaros de Sigue Soñando
(o Dream On, en su título
original), serie de HBO creada por Marta Kauffman y David Crane (posteriormente
responsables de Friends) que se emitió de 1990 a 1996. La sit-com trata sobre
las conquistas, aventuras y desventuras tanto sentimentales como profesionales de
un editor neoyorquino treintañero divorciado; y si en Friends se hablaba bastante
de sexo, en Sigue Soñando realmente se veía: fue una de las primeras comedias
de situación con tacos, escenas subidas de tono
y hasta alguna teta de vez en cuando
(al ser un canal de pago se podían permitir un poco de erotismo light sin
censura).
En España la pasaron en abierto por Canal Plus, pero tampoco creáis que la
veía habitualmente, o que tengo muchos recuerdos de ella… De lo que sí me
acuerdo y lo que más me gustaba era que, debido a que la madre del protagonista
lo había aparcado todo el día frente a la tele
desde muy pequeño, se intercalaban a menudo en los episodios escenas cortas de series y películas de los 50 y 60 que
ayudaban a describir sus emociones y reacciones en cada momento. Ya sabéis que
soy una persona muy audiovisual y que el Cine es una parte importante de mi
Vida… Pues bien: al igual que el protagonista de la serie, a veces intercalo en
mi hilo de pensamientos frases de películas
(entonación y timbre del doblador incluidos) que le aportan algo más de chispa
a mi vida interior, y hoy voy a enumerarlas en el blog. No es que sean muchas,
pero puedo aseguraros que las aquí mencionadas las utilizo bastante; de hecho,
algunos de los enlaces de vídeo correspondientes ya los he usado antes en La
Belleza y el Tiempo porque forman parte de mis propios códigos narrativos
internos.
Por ejemplo, cuando estoy con algún conocido pesado que no para de hablarme
de sus cosas, creyendo ser el centro del Universo y buscando que le hagan
casito, me viene a la cabeza, mientras asiento sin prestar mucha atención, la
frase de Martin Prince en aquel episodio de Los Simpsons en que está haciendo
su presentación en la escuela y todos están entretenidos con el perro de Bart: ¡Mi geoda debiera ser admirada! En
otras ocasiones, si alguien me está explicando algo complicado o utiliza una
jerga incomprensible, de forma que no me entero de nada, recuerdo el famoso
diálogo entre Groucho y Chico Marx en Una Noche en la Ópera, el de La parte contratante de la primera parte…
Yo soy bastante cuidadoso y no suele ocurrirme, pero si se me derrama algún líquido en la cocina, se sale
el agua de la ducha mojando el suelo del baño, se me cae algún objeto de forma
aparatosa o en general se monta algún pequeño desastre en mi casa o en el
trabajo, trato de quitarle hierro al asunto pensando en la frase del Doctor
Venkman tras tirar del mantel de la mesa, mientras los Cazafantasmas ponen
patas arriba el salón del Hotel Sedgewick en cumplimiento de su misión: ¡Las flores no se han caído!
Tampoco me ocurre a menudo, pero cuando una mujer me impresiona de verdad,
ya sea por cantar como los ángeles en un karaoke, por su agudo sentido del
humor, por su adorable forma de ser o por una combinación de distintos factores, me
acuerdo de esas escenas de Wayne’s World en las que el personaje de Mike Myers queda hechizado tras ver a
Cassandra en el escenario (la vista se le llena de estrellitas y escucha en su cabeza una canción romántica) y poco después, al oírla hablar
en la tienda de música sobre la Fender Stratocaster, rompe la cuarta pared y confiesa
al público: ¡Esta titi me psicotiza!
En las películas el chico y la chica terminan siempre juntos, pero la Vida
real es bastante más cruel y suele ocurrir que la mujer que me gusta acaba
saliendo con otro tío menos inteligente, sensible y gracioso que yo, pero más joven, más guapo y mejor trajeado…
Cuando soy testigo directo o me entero por otras personas de una de estas derrotas
sentimentales me pongo por un segundo en la piel del afortunado ganador, acordándome
de aquella escena de La Loca Historia del Mundo que transcurría en la corte de
Versalles, en la que quedaba claro que Es bueno ser Rey…
Y ya que hablamos de las películas de Mel Brooks… Si la Vida me da alguna pequeña alegría sensorial,
aunque no sea necesariamente de carácter sexual,
como por ejemplo una agradable ducha caliente en una fría noche de invierno, o
una ducha de agua fresca en verano, o una cama suave y blandita después de un
día de trabajo especialmente duro, me vienen a la cabeza los versos que cantaba
la prometida del Joven Doctor Frankenstein tras ser asaltada por el monstruo: Oooh, dulce misterio de la Viiidaaa, al fin te he encontraaadooo…
También del Jovencito Frankenstein es otra frase que me repito a menudo
cuando se me juntan varios problemas y me pregunto cuál será la próxima piedra
que el Destino ponga en mi camino: para recordarme a mí mismo que hay gente con
más derecho a quejarse que yo, recurro a la escena en la que Igor intenta
animar al Doctor alegando que Podría ser peor, podría llover
(tras lo cual se pone a diluviar, por supuesto). Para terminar, y en una nota algo
más optimista, cuando esos problemillas del día a día me dan un respiro y
los sencillos placeres rutinarios me hacen olvidarme por un momento
de mi larga soledad
y de la gente irracional que me rodea, pienso en lo que Boromir le decía a su
hermano Faramir en la versión extendida de Las Dos Torres, tras la reconquista
de Osgiliath: Recuerda este día, porque hoy la Vida es buena.
Puede que se me haya olvidado alguna, pero estas son básicamente las frases
de películas que recuerdo ahora mismo (¿Os pasa a vosotros algo parecido? ¿Cuáles
son vuestros memes mentales
más recurrentes? Me encantaría que lo compartieseis conmigo en los comentarios…).
Viéndolas todas juntas llego a la conclusión de que las uso sobre todo cuando
me ocurren cosas negativas, como para añadir un toque de humor y así poder desdramatizar
un poco el asunto… Ser capaz de bromear sobre tus problemas es un indicador de
que aún te quedan esperanzas de resolverlos, o al menos minimizarlos y acostumbrarte
a vivir con ellos… Y el uso de frases sacadas de la ficción me parece,
pensándolo a posteriori, una herramienta excelente: ya una vez vimos en el blog
que la ficción y las historias nos animan a ver las cosas como deberían ser
frente a como son en la realidad, una realidad que no tenemos por qué aceptar y
que a veces puede y debe cambiarse a mejor. Por mi parte, yo sigo intentando
mantenerme en ese difícil punto de equilibrio que combina el inconformismo
respecto al Presente con el optimismo de cara al Futuro… Al fin y al cabo,
soñar es gratis.
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Afecto,
Autenticidad,
Cerebro,
Cine,
Inconformismo
lunes, 16 de septiembre de 2019
Caminando entre las Tumbas (III)
Hace ya cinco años os enseñé una selección de mis fotografías tomadas en el
Cementerio General de Valencia,
dividida en dos partes… El pasado julio asistí a una de las rutas del Museo del Silencio con Rafa Solaz como guía y saqué
algunas fotos más, así que he decidido colgar una tercera entrega, compuesta
sobre todo de pequeños detalles…
Espero que os guste.
lunes, 9 de septiembre de 2019
Diecisiete Generaciones (II)
Antes de entrar en detalles sobre los antepasados más antiguos añadidos a
mis registros, dejadme que os cuente algunas cosas sobre la conquista de las Canarias.
Las islas de Lanzarote, Fuerteventura y El Hierro, con una población indígena
más reducida, fueron sometidas por contingentes normandos a principios del
siglo XV, entre 1402 y 1405, y posteriormente pasaron a formar parte de la
Corona de Castilla. La Palma y Tenerife,
más ricas y pobladas, fueron las dos últimas islas en ser conquistadas, justo
después de Gran Canaria, por iniciativa de los Reyes Católicos y con tropas
comandadas por Alonso Fernández de Lugo, que más tarde ocuparía el
puesto de gobernador.
La Palma fue algo más fácil de controlar, entre 1492 y 1493, pero los
intentos con Tenerife duraban ya desde 1464, aunque la campaña de Fernández de
Lugo tuvo lugar de 1494 a 1496. Los cuatro menceyes (o jefes territoriales) del
sur y el este tinerfeños se mostraron más neutrales y colaboradores (los
llamados bandos de paces), mientras que los cinco menceyes del norte (los
bandos de guerra) se resistieron a la ocupación castellana; los guanches emboscados en los barrancos resultaron
un hueso duro de roer, y les ocasionaron varias derrotas. Acabado el conflicto,
una parte de la población aborigen
(la que presentó más resistencia, supongo) fue vendida como esclava, aunque la
mayoría se integró en la nueva sociedad formada tras la conquista.
¿Y por qué os cuento todo esto?, os preguntaréis… La semana pasada me había
quedado subiendo generación tras generación en la web de Parentescos de
Fernando de Castilla, pero ¿hasta dónde llegué? Los miembros de la generación
más antigua tienen fechas de nacimiento aproximadas de 1475 y de 1500. Empezando por la línea paterna tenemos a Pedro de Fuentes,
y es curioso, porque para llegar hasta él hay que subir cuatro
ciclos seguidos de Pedros Fuentes y Juanes Fuentes, hasta un total de ocho
generaciones (parece que los abuelos tiraban mucho a la hora de elegir nombre
para los recién nacidos). Don Pedro fue uno de los participantes en la conquista
de La Palma y Tenerife, siendo peón (al parecer era soldado de a caballo) de la
compañía del capitán Bartolomé de Estupiñán, de acuerdo con las menciones que
de él hacen Antonio de Viana en el canto undécimo del poema épico Las Antigüedades de las Islas Afortunadas
y fray Juan de Abreu Galindo en su Historia de la Conquista de las Siete Islas Canarias…
circunstancia esta que, sin embargo, no ha podido probarse documentalmente, al
menos hasta ahora.
Lo que sí está más claro es que Pedro de Fuentes obtuvo
por parte del adelantado de Canarias data de repartimiento de tierras en
Velhoco, actualmente una pequeña localidad de unos quinientos habitantes en la
isla de La Palma, a las afueras de Santa Cruz… El segundo individuo de esta
generación, que sin duda me llamó la atención por distintos motivos, es Juan Gómez “El Viejo”, que también obtuvo repartimientos en La Palma; y la tercera es
María Bohorques, esposa de El Viejo (Otra curiosidad: sus nombres recuerdan un
poco a los de Juan y Ángela María, de la undécima generación, en Tenerife). De
esta última generación pero un poco más jóvenes, nacidos en torno a 1500, tenemos
a Diego Guerra (que al parecer murió en Flandes, en la actual zona de Bélgica y
Holanda) y a su mujer Francisca Peña.
No es que pertenecer a una fuerza invasora y colonizadora sea algo de lo
que sentirse muy orgulloso, pero hay que reconocer que resulta emocionante descubrir
detalles de este tipo en un antepasado tan lejano… Si Pedro
o Juan participaron en la conquista de las islas y en el reparto de tierras, eso
significa que probablemente no nacieron en Canarias, pero en la web de Fernando
de Castilla no se especifica su procedencia. Y, por supuesto, tiene narices que
uno de los tres antepasados míos conocidos más antiguos se llame precisamente
Juan Gómez “El Viejo”… ¿Tal vez el Destino me está queriendo enviar el mensaje
de que voy a envejecer casi sin darme cuenta si sigo perdiendo el tiempo
con estas cosas en lugar de salir algo más a la calle?
En fin… Una vez procesados y añadidos los nuevos
datos, mi archivo familiar del Personal Ancestral File consta ya de 724
personas, cuando tras las investigaciones sobre mis antepasados de Malta eran
632. En cuanto a los ascendientes directos, ya conozco 24 por parte de padre y
97 por parte de madre; queda claro que en Canarias la gente es más aficionada a la genealogía que en Cuenca. En lo que
respecta a la pregunta del
millón, no hace falta que monte demasiado teatro para responderla porque ya os
he hecho con el título de la entrada un spoiler como una casa: mientras que con
mis ancestros de Los Silos o de Malta llegué a once generaciones en mi árbol, con
los conquistadores y colonos de La Palma he alcanzado un total de diecisiete
generaciones. A mala idea podría objetarse, tras hacer un sencillo cálculo matemático, que solo
conozco los nombres de 5 de los 65536
(o menos, ya que probablemente hay alguno repetido) ancestros que tengo en esta
última generación, pero yo opino que no está nada mal, que es mucho más de lo
que la mayoría puede decir; pienso que hay que ver siempre el vaso medio lleno.
Al ser consciente de que estas personas normales y corrientes de mi familia
nacieron medio milenio antes que yo, y que aun así sus
nombres han conseguido llegar hasta mí, a la época actual, me hace sentir ese
vértigo del que ya he hablado muchas veces, el que te asalta al asomarte a los
abismos del Tiempo con los ojos bien abiertos, al comprender que no somos más que un capítulo muy corto de
una historia muy, muy larga que en su mayor parte desconocemos… Como ya
hice en su día con el S.XVII, he recabado información acerca de la cronología
de finales del S.XV, en torno a 1475 y en adelante,
que es cuando se supone que nacieron y vivieron… Se trata de una época apasionante
de transición, a caballo entre el final de la Edad Media y el inicio del
Renacimiento. La imprenta acababa de inventarse y era la época de los
incunables,
los primeros libros con tiradas de muchos ejemplares… Antes de 1492 no conocíamos América y todavía había
pobladores musulmanes en la zona de Granada
y judíos en la Península Ibérica.
En 1469 se produce el matrimonio entre Fernando II de Aragón e Isabel I de
Castilla, unificándose un territorio que empieza a parecerse algo a la España
de hoy. En 1475 nace César Borgia, hijo del Papa Alejandro VI;
esta es también la época de la dinastía de los Médici en Florencia, donde vive además
el diplomático y escritor Nicolás Maquiavelo. Ricardo III de Inglaterra,
último monarca de la dinastía de los Plantagenet, muere en 1485, y el príncipe
de Valaquia Vlad III el Empalador, origen del mito de Drácula,
abandona el reino de los vivos en el año 1476. En 1481 tiene lugar el primer
auto de fe de la Inquisición Española, con el dominico Tomás de Torquemada
a la cabeza. Mis antepasados Pedro, Juan y María son coetáneos de exploradores
como Cristóbal Colón, Américo
Vespucio o Vasco de Gama… pero también del artista Miguel Ángel Buonarroti,
el humanista Erasmo de Rotterdam,
el astrónomo Nicolás Copérnico
o el polímata Leonardo da Vinci.
Como podéis ver, una época llena de luces y de sombras, de todo menos aburrida…
Otra de las preguntas a las que teníamos que responder era si hay miembros de
la realeza incluidos en mi árbol familiar… Que Don Fernando de Castilla,
descendiente de reyes, fuese regidor de La Palma en el S.XVI
nos hace sospechar que la conexión no debe ser muy lejana, pero es difícil
averiguar cuál es su grado de parentesco con Felipe y Felipa, y por tanto
conmigo. La web tiene una herramienta que te permite calcular la relación entre
dos personas cualesquiera de la base de datos, pero solo hasta un máximo de
seis generaciones de distancia. Después de algunas pruebas rápidas con resultados negativos,
me da la impresión de que la conexión entre los antiguos reyes y mis
antepasados, aunque existe, no es muy directa, tal vez a través de varios
enlaces matrimoniales… Es otra de las tareas que queda pendiente para otra ocasión.
Me he estado documentando sobre este tema y he
hecho un par de descubrimientos bastante asombrosos… Está claro que los árboles
genealógicos de los distintos individuos vivos hoy en día no son independientes entre
sí, pero resulta que están mucho más interconectados de lo que podríamos pensar. Haciendo un par de
simplificaciones y obviando el aumento de la población y la menor permeabilidad
entre clases sociales y regiones geográficas, una compleja serie de razonamientos
matemáticos ha llevado a los especialistas a deducir que el ancestro común más reciente de toda la
población europea actual vivió hace unos ochocientos años; y la llamada
generación de ancestros idénticos, la generación más reciente que está incluida
al completo en el árbol genealógico de cada europeo actual (exceptuando
de ella a aquellos individuos cuya línea genética se extinguió en algún punto del camino)
vivió hace unos mil trescientos años, lo que significa que, al estar por
ejemplo el Emperador Carlomagno incluido en esa generación, básicamente todos
los europeos (los 740 millones actuales) descendemos de Carlomagno
y por tanto sí tenemos sangre real… Así que ¡misterio resuelto!
Modelos matemáticos más complejos que tienen en cuenta el aumento de la
población y las dinámicas entre las distintas regiones del Mundo, más o menos
aisladas entre sí dependiendo del caso, han llegado a la conclusión de que el ancestro común más
reciente de toda la Humanidad, el padre de todos,
vivió hace no más de tres milenios (probablemente en el este asiático,
aunque no estamos seguros); y que todos los individuos vivos otros pocos
milenios más atrás forman parte de la familia de o bien toda la Humanidad actual
(ancestros comunes) o bien nadie (líneas extintas). En otras palabras: nuestros
árboles genealógicos se entremezclan en un Pasado bastante más reciente de lo
que podríamos pensar, y nuestros antepasados de hace unos siete mil años son
exactamente los mismos para todos nosotros,
para los 7700 millones, independientemente de cuál sea nuestra etnia, lengua,
continente o país… En resumen, que todos formamos parte de una única gran
Familia.
Termino aquí por ahora… Dejo pendiente para más adelante encargar por Internet un
análisis de mi propio ADN y comentar los resultados que reciba acerca de mi
ascendencia genética; cuando hablemos no ya de personas con nombres y apellidos
sino de genes y mutaciones concretas, transmitidos a través de las distintas
ramas del árbol genealógico, podremos rastrearlos mucho más atrás en el Tiempo,
retrocediendo no solo tres siglos o medio milenio, sino tal vez cientos de
miles de años.
lunes, 2 de septiembre de 2019
Diecisiete Generaciones (I)
Tal vez recordaréis que hace tiempo os hablé de mis investigaciones acerca
de mi árbol genealógico, y de cómo gracias a un golpe de suerte llegué mucho
más lejos de lo que inicialmente había pensado, hasta la undécima generación
contándome a mí como la primera. Se trataba de mis nonabuelos Juan Díaz-Llanos
y Ángela María Andrade, cuyo matrimonio tuvo lugar en Los Silos, en Tenerife,
el 17 de agosto de 1671,
y que por tanto nacerían en torno a mediados de ese siglo. Y hace unos meses os
conté cómo mi madre encontró en la Red un árbol genealógico que nos proporcionó
información sobre nuestros antepasados de Malta, que emigraron a España en la
segunda mitad del S.XVIII, con datos que se remontaban a Domenico Galea y
Grazia Portelli, nacidos alrededor de 1620 y casados en 1642, seguramente en la
localidad de Naxxar. Fue muy emocionante descubrir esta parte de la historia
familiar, pero a pesar de esas tres décadas de diferencia el número de
generaciones en mi base de datos seguía siendo de once.
Mientras escribía aquella entrada doble sobre los Galea intenté ponerme al
día e hice búsquedas rápidas en Google de los nombres de mis ancestros directos,
más concretamente el nombre y dos apellidos, en su variante más normal y con
comillas. Ya había introducido a todos mis bisabuelos y tatarabuelos, y a los
trastatarabuelos de la rama materna con dos apellidos disponibles, sin obtener
ningún resultado interesante… Y de pronto, al pasar a la generación siguiente, se
produjo otro de esos golpes de suerte que te dejan sin habla: encontré el
enlace a la Tabla de Parentescos de Don Fernando de Castilla,
regidor de La Palma en el S.XVI y trastataranieto (o sea, hijo de un tataranieto)
de Don Pedro I El Cruel, Rey de Castilla y León. Esta base de datos es un
proyecto fruto de veinte años de investigación y de la cooperación de decenas
de genealogistas; supongo que eligieron al tal Fernando
como persona de referencia porque conectaba con un número especialmente alto de
bases de datos más pequeñas en distintos formatos, que se fueron unificando poco
a poco.
La última vez que la consulté (porque sigue creciendo día a día) esta web
incluía un total de 102.127 personas (el 10% de ellos vivos en la actualidad),
43.523 familias y 338 fuentes distintas, remontándose (grado de
fiabilidad aparte) hasta algunas genealogías míticas y bíblicas del Antiguo
Testamento, allá por la época del Rey David
de los judíos… La base de datos es
bastante user-friendly y muy versátil, y se puede consultar en distintos
formatos: individuo, familia, grupo, antepasados, descendientes… Los miembros de mi árbol familiar que encontré en
la web eran Felipe y Felipa,
del Puerto de la Cruz en
Tenerife; son los padres de mi trastatarabuela Micaela Díaz-Llanos Fuentes, de
la que ya os hablé en su día, y que sin embargo no aparecía en la base de
datos.
En la rama de Felipe Díaz-Llanos Pérez
había varias personas que también figuraban en mi archivo familiar del Personal
Ancestral File. La web me ayudó a completar algunos datos que me faltaban de
estas personas en común, y por otra parte hay otras personas de las
generaciones más antiguas (hasta llegar a los antes mencionados Juan y Ángela)
que yo tengo y que no aparecen en la web (Me pregunto si en esta base de datos
podrá participar cualquiera, y hasta qué punto habrá que documentar las fuentes de la información
para subirla…). También había un par de pequeñas discrepancias, en un nombre de
pila y en la manera de escribir el apellido Albero/Albelo, pero lo más
importante de esta rama es que me ayudó a confirmar sin ningún tipo de duda que
la genealogía de la web estaba conectada con mi propia base de datos personal,
lo que me vino muy bien porque la rama de Felipa Fuentes Fuentes
incluía una cantidad abrumadoramente alta de ascendientes que yo no conocía
hasta entonces.
Después de dedicar un tiempo a pensar en el asunto, y para no
volverme loco con la ingente cantidad de información contenida en la web, decidí
añadir al Personal Ancestral File solo a mis antepasados directos, sus hermanos
(que ya vimos que a veces pueden resultar muy útiles) y sus cuñados.
Para
asegurarme de que no me saltaba ninguna información importante, diseñé la
siguiente secuencia de registro de datos de la web en el PAF:
0. Partir
del individuo más bajo (en este caso Micaela Díaz-Llanos Fuentes, aunque no
aparezca en la web)
1. Rellenar los datos del padre (incluyendo las posibles notas y fuentes) y de su matrimonio
2. Rellenar los datos de la madre
3. Datos de los hermanos del padre y la madre, y de los cónyuges de estos (de los sobrinos en principio no)
4. Subir al padre como nuevo individuo de referencia y repetir el bucle que comprende los pasos 1 al 4
5. Cuando la rama del padre esté transferida por completo al PAF o ya no tenga más información para avanzar, pasar a la madre como nuevo individuo de referencia y repetir el bucle 1-4
6. Cuando la rama de la madre esté transferida por completo o ya no tenga más información, buscar hacia abajo una nueva referencia y continuar aplicando el algoritmo hasta que no queden individuos
1. Rellenar los datos del padre (incluyendo las posibles notas y fuentes) y de su matrimonio
2. Rellenar los datos de la madre
3. Datos de los hermanos del padre y la madre, y de los cónyuges de estos (de los sobrinos en principio no)
4. Subir al padre como nuevo individuo de referencia y repetir el bucle que comprende los pasos 1 al 4
5. Cuando la rama del padre esté transferida por completo al PAF o ya no tenga más información para avanzar, pasar a la madre como nuevo individuo de referencia y repetir el bucle 1-4
6. Cuando la rama de la madre esté transferida por completo o ya no tenga más información, buscar hacia abajo una nueva referencia y continuar aplicando el algoritmo hasta que no queden individuos
Una vez metidos en el PAF fue más fácil hacerse una visión de conjunto de
los nuevos datos añadidos. Las
tres generaciones siguientes (siguientes narrativamente, es decir, anteriores cronológicamente)
partiendo de Felipa Fuentes Fuentes, que ya he comentado que no tenía, estaban prácticamente completas,
y luego había una rama del árbol que subía bastantes generaciones más (tantas
que mareaba un poco pensarlo). Parte de su familia paterna procedía
originariamente de Toledo o de Jerez de la Frontera. Su familia materna, que es
la que se remonta bastante hacia arriba, sí vivió en las Canarias. Un tío de Felipa llamado Nicolás de Tolentino Fuentes tomó parte
en la defensa de Santa Cruz de Tenerife durante el ataque de la escuadra del Almirante Nelson en 1797,
victoria esta que impidió que las Canarias pasaran a ser británicas.
Una fuente citada frecuentemente en la información de mis ancestros en la
web era el Nobiliario de Canarias, de Don Francisco Fernández de Bethencourt,
obra en cuatro tomos editada en La Laguna en 1952 por J. Régulo, aunque su
primera publicación data del 1878. Se citaba especialmente la página 731 del tomo tercero, así que
empecé a tener curiosidad sobre si se podría acceder en Internet a la fuente
original de todos estos datos… Encontré y me
descargué un Nobiliario de Canarias en siete tomos (supongo que la edición original)
en formato PDF, pero tras hacer un par de búsquedas cuidadosas, de los
apellidos Llanos y Machado, comprobé que no aparecía ningún familiar mío conocido
en ninguno de los tomos, y desde entonces no he tenido tiempo de hacer más indagaciones,
dejando este asunto, como tantos otros relativos a mi árbol genealógico, en
stand-by.
Entre los
lugares de nacimiento, matrimonio o fallecimiento de los ancestros de Felipa que saqué de la web de
Fernando de Castilla se repetían con frecuencia
localidades de la isla de Tenerife como Santa Cruz, La Orotava, Tegueste, San
Cristóbal de la Laguna, Icod de los Vinos o Buenavista, pero en las últimas tres
generaciones aparecía varias veces citada la isla de La Palma… La próxima
semana, en la conclusión de esta entrada doble, os explicaré la razón detrás de
este cambio de isla, os contaré cosas acerca de los ancestros más antiguos
incorporados a mi archivo, desarrollaremos los motivos por los que el título de
la entrada es el que es y trataremos de averiguar si corre (aunque sea en un porcentaje
muy pequeño) sangre azul por mis venas, bien de Pedro el Cruel o de cualquier otro rey del Pasado remoto.
lunes, 26 de agosto de 2019
Ver Para Creer (II)
En la primera parte de esta entrada doble vimos cómo durante las últimas cuatro décadas se ha estado perfeccionando la creación de personajes y entornos realistas generados por ordenador para las películas… Sin embargo, los seres humanos normales y corrientes son mucho más difíciles de simular de forma convincente, tanto en sus movimientos como en su aspecto… Y esto es especialmente cierto con las caras, porque estamos acostumbrados a verlas a todas horas, mucho más que con paisajes y edificios, coches y naves espaciales, fuego y agua, animales y plantas extintos o actuales, o personajes y criaturas fantásticas. Tan importante es la información que extraemos de las expresiones faciales de los demás que hasta tenemos neuronas entrenadas para responder ante la presencia de una cara en nuestro campo visual, aunque sea por el rabillo del ojo.
Por tanto hay
determinados detalles que no podemos explicar con palabras pero que nos hacen
darnos cuenta de que la cara que vemos no es real, pequeños movimientos y gestos que a nivel subconsciente
echamos en falta o encontramos raros… Incluso en ausencia total de movimiento, es muy difícil simular la
interacción de la luz ambiente con las distintas capas de la piel humana. Cuando
una cara artificial se parece mucho a una real pero sigue habiendo algo que
falla, esto nos produce una cierta sensación de rechazo e incomodidad: se dice
entonces que cae dentro del llamado Valle Inquietante. Ya os he comentado otras veces que soy buen fisonomista y tengo
el ojo bien entrenado, así que suelo detectar fácilmente caras digitales que a
otras personas les parecen verdaderas, me resulta más fácil en general
reconocer cuándo algo está hecho por ordenador; pero he de reconocer que
últimamente incluso a mí me está resultando una tarea difícil en ocasiones.
En el caso de
actores rejuvenecidos digitalmente,
tanto la Sean Young de Blade Runner 2049
como el Schwarzenegger de Terminator Genisys tienen detallitos que siguen
pareciendo raros, pero hay ejemplos como los de Kurt Russell o Michael Douglas
en las últimas películas de Marvel que están francamente bien hechos. Hasta
Scorsese se ha subido al carro y se ha atrevido a rejuvenecer a Robert De Niro
para The Irishman, su
largometraje de inminente estreno en Netflix. Y en ocasiones se ha ido un paso
más allá, no solo rejuveneciendo sino directamente resucitando
a un actor fallecido, con otro de rasgos parecidos haciendo la captura de
movimientos para la referencia, como en el caso del gran Peter Cushing en Rogue
One (y el próximo 20 de diciembre veremos que han hecho con la pobre Carrie
Fisher).
Surgen por tanto cuestiones delicadas al respecto… ¿Estarían estos actores
y actrices fallecidos contentos con el uso de su imagen sin su consentimiento?
No sería la primera vez que viésemos a una celebridad anunciando después de
muerta productos con los que a lo mejor no estaría muy de acuerdo.
Cuando la técnica se perfeccione y se pueda aplicar a vídeos de mayor duración con
menos tiempo de renderizado, ¿llegará un momento en el que podremos ver una
película poniendo digitalmente a los personajes las caras de las estrellas de
Cine que escojamos a la carta? Y la cosa se pone aún más peliaguda cuando hablamos de vídeos pornográficos…
Llegados a este punto, conviene llamar a la calma y sacar algunas
conclusiones. Hay que tener esto siempre presente: que podamos hacer algo no
significa que debamos hacerlo, pero no ha de ser la censura la que venga de fuera,
sino la prudencia la que surja de nosotros mismos. Estos paquetes
de software que permiten reemplazar digitalmente a una persona son una
herramienta y no son malos de por sí,
puede ser malo el uso que se haga de ellos; se trata simplemente de utilizarlos
con respeto y sentido común. Volviendo
por un momento a los efectos digitales en general, el director de una película
debería usarlos sin abusar de ellos ni considerarlos un fin en sí mismo,
poniéndolos al servicio de la historia,
la evolución de los personajes y las emociones que
nos transmiten; cuando te ves cautivado por el contenido de la narración, el
continente pasa a ser algo secundario, y por eso los mejores efectos son los
que no se perciben como tales porque forman parte indisoluble de una buena
narración y se aceptan como algo natural.
¿Y qué pasa cuando abandonamos la ficción y no hablamos de personajes de
una película sino de personas del Mundo real? Porque si hay un vídeo, y solo
uno, que haya sido el detonante inicial para escribir la presente entrada doble,
es sin duda este. Se trata de un
magistral trucaje de un programador esloveno conocido como Ctrl Shift Face, en
el que el humorista Bill Hader cuenta la anécdota de cuando conoció a Tom
Cruise en el rodaje de Tropic Thunder, y cada vez que imita a Cruise su cara se
transforma también en la del famoso actor. No estamos hablando de un simple
morphing como el de Black or White: en este caso los movimientos y palabras
corresponden a Hader, mientras que la cara es la de Cruise. El vídeo es
divertidísimo, y en el canal de YouTube del programador podemos disfrutar de
otros muchos (a destacar las escenas de El Resplandor en las que Jack Nicholson es sustituido por Jim Carrey) que
son asombrosos y aterradores a partes iguales.
Este tipo de vídeos han ido apareciendo sobre todo en los dos últimos años,
y se conocen con el nombre de DeepFake,
que viene de combinar las expresiones fake (falsificación) y deep learning
(aprendizaje profundo). Se generan por medio de un algoritmo de inteligencia artificial que selecciona las
expresiones de la cara a insertar de entre una base de datos de imágenes de la
persona en cuestión; cuantas más imágenes haya disponibles (desde distintos ángulos y con expresiones diversas)
en la base de datos, más realista será el resultado. Lo interesante de la
inteligencia artificial, es decir, de entrenar a un ordenador para que pueda
tomar decisiones más o menos sencillas sin ayuda, es que combina lo mejor de
ambos mundos: la inteligencia de los humanos para la parte creativa de la tarea
(reconocer la posición y expresión de la cara original y generar la imagen
equivalente con la nueva cara) y la rapidez de las máquinas para un trabajo
largo y tedioso (repetir este proceso para los cientos o miles de fotogramas
del vídeo en cuestión).
Los vídeos de DeepFake pueden utilizarse con fines de entretenimiento pero
también con otros bastante más perversos… El humorista y director Jordan Peele
ya nos advierte de ello en un montaje en el que pone sus propias palabras
(incluyendo un par de burradas y alguna palabrota) en boca del expresidente Barack Obama… Estas herramientas de
software podrían servir para difundir imágenes de una persona (sea esta una
personalidad pública o no, ya que cada vez es más fácil encontrar infinidad de fotos en las redes sociales)
haciendo muestra de un comportamiento reprobable (infringiendo la ley, en estado de embriaguez, cometiendo
una infidelidad…), lo que dañaría gravemente su reputación; e incluso aunque
posteriormente se demostrara que son una falsificación, ya se habrían quedado
en la cabeza de la gente (la fuerza de una imagen es brutal, aunque sea una
imagen falsa). Esto podría incluso afectar el resultado de unas elecciones y
cambiar el rumbo de todo un país…
Y del mismo modo ante una imagen o vídeo real siempre cabrá la duda de si es
una buena falsificación, y aceptar una grabación como prueba en un juicio se
convertirá en un proceso largo y complejo; seguro que habrá peritos que sean
capaces de diferenciar un trucaje por bueno que sea, pero esta tarea resultará
cada vez más difícil.
En resumen: ya hemos dicho antes que toda herramienta puede ser usada bien
o mal, y yo añadiría que cuanto más poderosa es la herramienta, más necesaria
se hace la responsabilidad a la hora de utilizarla, algo que deberían tener en
cuenta todos los creadores de contenido audiovisual. Y yéndonos al otro
extremo, al de los espectadores o consumidores de imágenes y noticias,
recordemos que es imprescindible acudir a fuentes de información fiables
en las que se hayan contrastado los datos (incluidos los de carácter audiovisual)
antes de darles difusión y contribuir a que se extienda un bulo… Debemos tener
nuestro sentido crítico y nuestro espíritu escéptico más alertas que nunca, y
no aceptarlo todo como real sin dudar,
incluso aunque lo tengamos ante nuestros propios ojos: ha llegado un momento en
el que ya no basta con ver para creer.
Tirando más del hilo, podríamos seguir hablando sobre si todo nuestro
Universo no es más que una compleja simulación hiperrealista
(al estilo de Matrix) generada con ordenadores cuánticos superpotentes por una
civilización ultraavanzada, y acabar discutiendo sobre si tenemos o no libre albedrío; pero creo que
con esto ya vale por ahora, tal vez más adelante… Para terminar, una breve
pildorita (roja, por supuesto)
que sintetiza todo lo dicho: Disfruta, amigo lector, tanto de la realidad como
de la ficción, pero siempre diferenciando bien la una de la otra… ¡Ándate despierto y no dejes que te den gato por
liebre, no seas tarugo! Más adelante, espero que pronto, hablaremos largo y
tendido en el blog sobre Escepticismo con mayúscula.
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