lunes, 4 de febrero de 2019

Once Generaciones… Otra Vez (II)


Sin más dilación volvamos al árbol genealógico de los Galea que encontró mi madre en la web de la Asociación de Amigos de Malta: era un diagrama bastante completo que llegaba hasta principios del S.XX en las últimas generaciones y que se remontaba hasta el XVII en las más antiguas. Como dato curioso, el apellido, que originariamente se escribía “Galea”, pasaba a ser “Galia” durante tres generaciones y luego cambiaba de nuevo a la forma original. Al menos en mi familia, “Galea” se ha pronunciado siempre con el golpe de voz en la e, así que supongo que, aunque el autor no había usado ni una sola tilde en su genealogía, la forma correcta de escribir la variante sería “Galía”, a no ser que ateniéndose a las normas de la lengua original no se indicase expresamente el acento…

Un tío mío me había comentado varias veces en el Pasado que el apellido Galea era originario de la isla de Malta, pero nunca me había pasado enlaces, documentos o pruebas concretas de que una rama de nuestra familia procediese de allí… En este caso no había lugar a dudas: en una de las generaciones de este árbol aparecían Marcelino, Justo, Juan Bautista e Isabel, cuatro de los hermanos de mi bisabuela Emilia que también estaban en mi archivo. Sin embargo ni mi bisabuela ni Silvino, otro de los hermanos, aparecían en la web de los Amigos de Malta, y por otra parte la web incluía a una tal Bernarda que yo no tenía en mis datos. A pesar de estas diferencias (debidas sin duda a que el autor de la genealogía y yo habíamos recurrido a fuentes distintas o habíamos tenido distinta suerte en nuestras investigaciones) había otros muchos detalles y fechas que podían cotejarse y en los que la información de la web coincidía con la que me había transmitido en su día mi abuela materna acerca de los antepasados de su marido. Y si los datos parecían fiables para la generación de mis bisabuelos, no había motivos para pensar que no lo serían también con respecto a las generaciones anteriores.




Al parecer fue un tal Josef Galia (Josef o Félix, no está muy claro), bisabuelo de mi bisabuela Emilia, el que hizo el viaje desde Malta hasta España. Nacido en La Valeta en torno a 1751, emigró a las costas valencianas y se casó en 1786 con María Martínez, natural de Xátiva, teniendo la pareja varios hijos. Las fechas de la genealogía cuadran bastante bien con el periodo de inmigración generalizada en la segunda mitad del S.XVIII del que os hablé la semana pasada, lo cual hace que sea bastante probable (aunque no hay datos concretos que lo respalden) que Josef se dedicase al llegar aquí a la venta de telas. Si esta estirpe de los Galea habitó a partir de la llegada de Josef en lugares como Xátiva, Canals o La Pobla Llarga, las generaciones anteriores incluyen como lugar de nacimiento diversos puntos de la isla como La Valeta, Mosta o Naxxar.

Por tanto, gracias al hallazgo de mi madre ahora no solo tenemos datos concretos sobre nuestra familia de Malta, sino que podemos incluir en nuestro árbol a antepasadas con nombres tan molones como Flaminia Agius Cauchi o Lucrecia-Grazia Galafato Borg… ¿Y qué hay del número total de generaciones? El dato más antiguo de esta rama del árbol al que nos podemos remontar es el matrimonio en 1642, probablemente en Naxxar, de Domenico Galea y Grazia Portelli, nacidos ambos en torno a 1620. Contando desde mí mismo hasta esta pareja hay once generaciones, con lo que la rama de mi abuelo materno empata con la de mi abuela materna, que ya conocíamos; pero visto que Juan Díaz-Llanos y Ángela María Andrade se casaron en Tenerife el 17 de agosto de 1671, la de 1642 pasa a ser la fecha concreta más antigua de todo mi archivo, con lo que sí batimos un récord (Lo de los treinta años de diferencia para el mismo número de generaciones indica que por la rama de Malta se lo tomaron con un poco más de calma a la hora de tener descendencia). Para que os hagáis una composición de lugar, 1642 es el año en el que mueren Galileo Galilei y el Cardenal Richelieu, nace Isaac Newton y Rembrandt pinta su famoso cuadro Ronda de Noche… Toda la información de la web de los Amigos de Malta ha sido ya convenientemente incorporada a mi base de datos del Personal Ancestral File, que pasa así a tener un total de 632 personas en la familia.




De este nuevo (y emocionante) episodio de mis investigaciones se puede extraer una interesante conclusión: todos estamos conectados genéticamente y ahora, cada vez más, también estamos conectados por Internet… Vete tú a saber la cantidad de gente que habrá compartido desde 2007 sus árboles genealógicos en la Red; y algunos de ellos tal vez sean parientes lejanos míos con antepasados en común, así que puede que haya datos jugosos sobre mis ancestros que estén a tan solo una búsqueda en Google de mi propio archivo… Se podría pensar que para encontrar estos datos lo único que hay que hacer es teclear uno por uno los nombres completos de mis antepasados directos, echar un vistazo a los resultados y ver si hay otro golpe de suerte, pero la cosa es más complicada de lo que parece.

En primer lugar, si tecleas el nombre sin comillas los resultados se pueden referir a esa combinación concreta de nombre y apellidos o a cualquiera de ellos por separado, lo que hace que la búsqueda sea demasiado vaga y con multitud de resultados descartables que te hacen perder tiempo… Pero usar las comillas para acotar un poco también tiene sus pegas. Si no incluyes el nombre de pila de tu antepasado la cosa sigue siendo algo vaga y el número de pistas falsas entre los resultados será grande, pero si lo incluyes debes tomarte el tiempo necesario para cubrir todas las posibles variantes: que se trate del nombre más usual o del nombre completo (yo mismo consto con un nombre sencillo en mi DNI y uno compuesto en el Libro de Familia), que se haya usado la variante más formal o el hipocorístico (como por ejemplo en el caso de Francisco y Paco), o incluso que haya algunos nombres que sean dudosos (acordaos de Josef/Félix, mi antepasado maltés inmigrante).




También los apellidos, que en teoría deberían tener menos variantes que el nombre, pueden hacer que aumente el número de búsquedas necesarias. En primer lugar está el uso de apellidos compuestos en algunos casos (como ejemplos en mi propia familia tenemos Díaz-Llanos, o Rodríguez de la Sierra), a lo que en las generaciones más antiguas se une el posible uso de conectores arcaicos (“Ángela María de Andrade y Hernández” en vez de “Ángela María Andrade Hernández”), y también puede ocurrir que algunos apellidos se escriban de distinta forma según la generación o la zona geográfica (ejemplos: Galea/Galia, Luiz/Luis…). Todos los problemas con las variantes en la búsqueda de Google podrían intentar minimizarse con el uso de las comillas solo para los dos apellidos, incluyendo el nombre en otras comillas aparte, o el uso del comodín * o la función AROUND, pero ya os digo que tendría que reflexionar más sobre el asunto para encontrar el punto óptimo de equilibrio, el método con mayor probabilidad de conseguir información interesante en la menor cantidad de tiempo posible.

Además, hay que plantearse seriamente si bastaría con mis antepasados directos o convendría también buscar a sus hermanos. Tengamos en cuenta que si ahora mismo teclease con comillas el nombre completo de mi bisabuela Emilia en vez del de su hermano Marcelino no me saldría nada, ya que ella no constaba en el árbol genealógico de los Galea que encontró mi madre. Y estoy recordando también que el descubrimiento de mis antepasados canarios, por la rama materno-materna, también lo hice en su día gracias a Elia, esta tía lejana de la que os hablaba, que era nieta de un hermano de mi bisabuela Micaela… Teniendo en cuenta todo esto, y visto el gran número de combinaciones que puede llegar a haber incluso para una sola persona, realizar una búsqueda exhaustiva de datos en Internet requiere mucho tiempo, organización y paciencia y no es tarea sencilla, como ya os digo.




Aun así, poco antes de publicar esta entrega en el blog me he animado a hacer unas cuantas búsquedas rápidas (sin cubrir todas las opciones, tecleando para mis ancestros directos el nombre y los dos apellidos en su forma más probable, todo entre comillas y sin preocuparme por sus hermanos) y cuando ya creía que no iba a tener suerte me he encontrado una pista que enlaza mi árbol genealógico con otra base de datos de casi cien mil individuos, que se remonta en algunas ramas hasta el inicio de la era cristiana y que entronca con la mismísima realeza de Castilla… Tras un vistazo rápido me ha parecido que la conexión entre los reyes de antaño y mis antepasados es bastante indirecta, seguramente a través de múltiples enlaces matrimoniales, pero puede que me equivoque… Ahora mismo no tengo tiempo para analizar esta enorme genealogía como es debido, pero en cuanto pueda hacerlo con más calma os mantendré informados. Una cosa sí parece bastante probable: cuando haya procesado los nuevos datos y los haya añadido a mi archivo el número de generaciones de mi árbol llegará a la docena y seguramente la rebasará con creces.



lunes, 28 de enero de 2019

Once Generaciones… Otra Vez (I)


Algunos recordaréis la ocasión en que os hablé de mis pesquisas para completar mi árbol genealógico hasta donde me fue posible, partiendo de los datos que me dieron mis dos abuelas. Os conté cómo encontré, tras una investigación digna del mejor detective privado, la conexión con unas viejas notas que me pasó una tía lejana de Tenerife y que me llevaron hasta mis parientes más antiguos conocidos, Juan Díaz-Llanos y Ángela María Andrade, que se casaron en un lugar de la isla llamado Los Silos en el S.XVII, y que representan la undécima generación de mi árbol genealógico, contándome a mí mismo como la primera… Esta investigación la llevé a cabo hace ya unos doce años, en una época en la que disponía de más tiempo libre, y cuanto más retrocedes hacia el Pasado más te cuesta seguir retrocediendo, así que llegó un momento en que dejé mis pesquisas en stand-by.

Seguro que las cosas han cambiado desde entonces y hay muchas novedades en las páginas web sobre Genealogía… Y supongo que también el procedimiento para investigar será diferente: cuando yo lo hice, salvo muy contadas excepciones, mandaba cartas por correo postal ordinario a los registros y cementerios y ellos me enviaban a casa las partidas de nacimiento fotocopiadas, mientras que hoy en día seguramente puedes hacer las consultas por e-mail y te pasan los documentos escaneados en un adjunto, lo que agiliza bastante el proceso (También es posible que el funcionario de turno esté muy entretenido con el Whatsapp y no le apetezca responder a tu petición, lo cual dificulta el proceso… Una cosa por la otra).




En cuanto al software que utilicé (y sigo utilizando) para organizar la información, el Personal Ancestral File, no saca versiones actualizadas desde 2002, así que supongo que la mayoría de la gente ya no lo usa. En la web de FamilySearch en la que antes te glosaban sus virtudes hoy te informan de que está obsoleto y te dan varias posibles alternativas. Parece que actualmente la cosa funciona más en un entorno online en el que los datos genealógicos se suben directamente a la Red en lugar de tenerlos en un fichero en tu ordenador.

Y hay novedades bastante más impactantes… Hace poco, hablando de la actriz Aubrey Plaza, os comenté de pasada que desde hace unos pocos años puedes encargar un test de ADN por cien o doscientos euros: basta con hacerse un perfil en la correspondiente web y mandar una muestra de tu saliva por correo, y a las pocas semanas te avisan de que ya puedes consultar los resultados, entre los que se incluye información básica sobre las enfermedades a las que eres más propenso y sobre tu procedencia genética a nivel geográfico, lo que técnicamente no son datos concretos acerca de tu familia, pero está muy chulo de todas formas… Por un pago adicional te ofrecen la posibilidad de enviarte los resultados de un estudio genético más pormenorizado.




Os explico a continuación por qué las últimas semanas he vuelto a retomar esta afición en mis escasos ratos libres… Resulta que uno de mis primos está actualmente interesado en este tema y tras una consulta por e-mail al Cementerio de La Pobla Llarga consiguió hace cosa de un mes un par de datos que yo no tenía en mi archivo, relativos a Marcelino Galea Ríos, un hermano de Emilia, la abuela paterna de mi madre. Por simple curiosidad mi madre, que estaba al tanto, tecleó unos días después el nombre y apellidos de Marcelino en Google y llegó por azar a un completísimo árbol genealógico de la web de la Asociación de Amigos de Malta en Valencia. El esquema correspondía a una línea de los Galea, apellido procedente de esta isla situada en medio del Mediterráneo.

Me da la impresión de que el conocimiento acerca de Malta por parte del español medio es bastante escaso, limitándose a veces al famoso 12-1 del partido de clasificación para la Eurocopa de fútbol de 1984… Intentemos remediar el problema. Se sabe que esta pequeña isla al sur de Sicilia ha estado habitada desde el 5200 antes de Cristo, y con el paso de los siglos fue hogar de sicanos, fenicios, griegos, cartagineses, romanos, bizantinos, árabes y normandos sicilianos, pasando a formar parte en 1282 de la Corona de Aragón. En 1530 Carlos I cedió el control de todo el archipiélago (incluyendo también a Gozo y la diminuta Comino) a los Caballeros Hospitalarios de San Juan (la actual Orden de Malta), que la gobernaron con total independencia cual señores feudales. Para proteger la isla de posibles ataques de los turcos se empezó a construir en 1566 la ciudad fortificada de La Valeta.




En las últimas décadas del S.XVIII, y tras una época de crisis económica, Malta encontró un medio de supervivencia en el cultivo y producción de algodón hilado. Ante la falta de oportunidades y la altísima densidad de población, varios miles de malteses decidieron emprender un viaje de mil trescientos kilómetros hacia las costas de España, en un área que va desde Castellón hasta Cádiz, dedicándose de forma casi exclusiva a la venta de telas al por menor. La religión o el idioma no supusieron un problema para la adaptación de los inmigrantes: en Malta se profesaba la religión católica y, aunque se hablaba una lengua propia de origen semítico, muchos isleños entendían y hablaban el italiano, que de hecho era la lengua natural de la nobleza maltesa dada la proximidad con Sicilia. Los recién llegados eran también muy aficionados a la música y a los fuegos artificiales, con lo que se sentían muy a gusto entre los valencianos.

En principio los que se trasladaban a España se lo planteaban como algo temporal, y de hecho muchos dejaron a sus esposas en la isla con la intención de volver más adelante, pero con los años una parte importante echó raíces aquí, formando familias bien con esposas nativas de Malta o bien con españolas. En el Reino de Valencia los principales focos de atracción fueron la capital y Xátiva, aunque no he encontrado en Internet un análisis detallado de cómo se asentaron los malteses en la provincia de Valencia; sí se puede consultar, sin embargo, un estudio muy completo referido a la provincia de Alicante. En 1797 los Caballeros Hospitalarios perdieron el gobierno del archipiélago frente a Napoleón y trasladaron su sede a Trieste; tres años más tarde Malta se convertiría en un protectorado del Imperio Británico, y posteriormente en una colonia, lo que dio lugar a un debilitamiento de los vínculos con España… Hecha esta introducción, la semana que viene pasaremos a analizar el árbol genealógico de los Galea que encontró mi madre y veremos si tenía o no alguna conexión con nuestra familia.



lunes, 21 de enero de 2019

El Murmullo de las Paredes (XI)


Aquí tenéis una entrega más de mis fotos de graffiti en la ciudad de Valencia, en este caso cinco con bastante colorido y otras cinco casi en blanco y negro.












lunes, 14 de enero de 2019

Temas de Conversación


Esta semana he tenido un poco de lío en el trabajo y me ha pillado el toro con el blog, así que en lugar de escribir una entrada como mandan los cánones os voy a proponer posibles temas para las próximas entregas y me gustaría que me dijeseis en los comentarios cuáles os parecen más interesantes, para darles preferencia. Para los momentos en que voy apurado de tiempo, como ahora, tengo en reserva varias ideas para entradas con fotografías, que son algo más rápidas de hacer. Puedo continuar con la serie de Grietas en la Pared, sobre edificios antiguos de Valencia, o la de El Murmullo de las Paredes, sobre grafitti en la ciudad; y también puedo seguir con las selecciones de fotos de mis viajes estivales, tanto en lo tocante a las calles y monumentos de mis destinos como a su arte urbano. Además tengo previsto hacer una selección de mis mejores imágenes de los monumentos importantes de Valencia, pero a esta quiero darle algo más de contenido, hacerla más elaborada, así que tendrá que ser cuando disponga de más tiempo libre.

Pasando de lo puramente visual a lo audiovisual, había pensado hacer una selección de los mejores vídeos de David Broncano tanto en La Resistencia como en La Vida Moderna, similar a la que hice en su día con Andreu Buenafuente, y también quiero intentar confeccionar una lista de películas (a ser posible de calidad) que nos ayuden a seguir el hilo de la Gran Historia del Universo, pasando por la Prehistoria e Historia humanas en sus distintas etapas hasta llegar al Presente. Además tengo bocetadas una entrega sobre canciones que han sido versionadas por otros artistas y otra sobre un experimento de arqueología musical haciendo uso de mis primeros cassettes grabados de la radio cuando era un niño.




Del sentido del oído podemos pasar al del olfato, con una entrada acerca del poder evocador de los aromas y perfumes. También podemos hablar, si os apetece, de la película de Pixar Del Revés y de cómo representa los procesos cerebrales asociados a las emociones o a la memoria. Entrando en el apartado de Inconformismo (es decir, de cabreo puro y duro) puedo escribir algo sobre la gran cantidad de estupideces que llega a hacer mucha gente cada día a mi alrededor, o sobre la infoxicación a la que nos vemos sometidos, con tantos árboles que no nos dejan ver el bosque.

Y frente a la cantidad de tonterías simultáneas del Hombre habría otra posible entrada sobre la cantidad de maravillas simultáneas que nos ofrece la Naturaleza, y que podría titularse “Todo a la Vez”… Son estas maravillas las que de vez en cuando me distraen de mis tareas diarias, así que podríamos hablar de esas distracciones. Otra entrada que seguramente os haría bastante gracia trataría sobre los momentos en que haciendo mis cosas por casa no solo hablo conmigo mismo, sino que lo hago reciclando frases conocidas de series y películas. O puedo escribir sobre las distintas formas que la gente tiene de enfocar la vida, asumiendo más o menos riesgos, sobre mi elección de ir más a lo seguro y sobre si esa es o no realmente la mejor opción.




Por supuesto, hay previstas entradas acerca de esta Valencia que me vio nacer y a la que tanto quiero… Tengo un concepto que costará un poco desarrollar apropiadamente pero que puede dar mucho juego: el de la ciudad como palimpsesto en el que se entretejen de forma imperceptible múltiples detalles de distintas épocas históricas. También podemos hablar de algunas fronteras invisibles que la dividen sin necesidad de muros (Si conocéis el entorno de la Avenida del Oeste sabréis a qué me refiero). Y todavía me quedan muchas historias por contar acerca de la parte más antigua de la ciudad, en el Centro Arqueológico de l’Almoina, haciendo una especie de recorrido virtual por el yacimiento.

Tanto en Valencia como fuera de ella transcurren las vicisitudes de mi abuela materna y su familia durante la Guerra Civil, que os puedo relatar si os apetece; desde la comodidad de hoy en día diríamos que es una historia de película, pero lamentablemente para ellos era el pan nuestro de cada día. Remontándonos más hacia el Pasado, soy consciente de que nos falta por cubrir una etapa muy importante de nuestra Gran Historia, la de la Prehistoria y las migraciones y avances tecnológicos de los distintos tipos de Homínidos en los últimos millones de años, así que esa es otra opción. Olvidándonos de nuestro Planeta, también podemos comentar cosas acerca de distintos procesos cíclicos de ritmo superlento que se dan en nuestro Universo; o acerca de lo que se cree (por ahora) que ocurrirá cuando el Universo llegue a su fin.




Y tratar la Muerte del Cosmos en su totalidad nos lleva a hablar de nuestra propia Muerte como individuos… Ya en varias ocasiones os he comentado que tengo material para escribir varias entregas sobre este tema, pero quiero tener la oportunidad de desarrollarlo con calma para que quede bien, razón por la que lo voy posponiendo una y otra vez. En cierto modo es una de las entradas clave dentro del armazón filosófico del blog: al fin y al cabo es la constante y sorda amenaza de la Muerte la que nos impulsa a disfrutar más plenamente de la Vida, es nuestra fugacidad en la inmensidad del Tiempo la que nos hace valorar toda la Belleza que nos rodea. Así que en esa entrada múltiple trataré de averiguar qué manera de conducirse en la Vida es la que los permite encarar la Muerte plácidamente y en paz con nosotros mismos… Trataré de averiguarlo hasta donde alcance, porque hay bastantes cosas que tampoco yo tengo muy claras; para aclararlas necesitaré vuestra ayuda en los comentarios, igual que para saber por dónde os apetece que tire el blog las próximas semanas… Ya sabéis: leemos para saber que no estamos solos, y escribimos precisamente por la misma razón.