Y después de
los sueños, hablemos de despertares.
Ya sé que la anterior entrada trataba acerca del cerebro, y podría parecer en
un principio que ésta también, pero veréis que en realidad trata sobre el
Tiempo y sobre la Belleza… Además, es verdad que no suelo escribir entradas
relacionadas con noticias de actualidad, pero en este caso la noticia no es más
que el nexo que nos lleva a una serie de ideas siempre en plena vigencia, y que
sintonizan perfectamente con los objetivos de este blog tal y como yo lo
concibo.
Ya alguna vez
hemos nombrado al neurólogo Oliver Sacks en el blog, y con toda seguridad le
volveremos a nombrar cuando hablemos de la investigación sobre el cerebro de
las últimas décadas. Pero sus méritos no se reducen al campo de la investigación,
ya que ha escrito multitud de libros de divulgación sobre el tema, como El Hombre que Confundió a su Mujer con un Sombrero
(que he leído y que os recomiendo), Veo una Voz, Un Antropólogo en Marte, La
Isla de los Ciegos al Color o Musicofilia, obras a las que se puede añadir la
primera parte de sus memorias, titulada El Tío Tungsteno. De uno de sus primeros
libros, Despertares, acerca de sus estudios sobre el Parkinson a finales de los
años sesenta, se hizo en 1990 una adaptación para el cine con Robert de Niro y
con Robin Williams interpretando el papel del propio neurólogo.
Sacks falleció el pasado día 30,
a los 82 años, a causa de un cáncer de hígado. En febrero publicó en el periódico un artículo titulado De mi propia Vida en el que hacía pública su enfermedad, y desde
entonces ha escrito algunos más, en los que hablaba, entre otras muchas cosas
interesantes, de su situación. Consiguió algo muy difícil y muy importante: supo
aceptar la inminencia de su propia Muerte y vivir sus últimos días en paz
consigo mismo y haciendo las cosas que más le
gustaban, disfrutando de pequeños placeres
como tocar el piano, escribir a los amigos, nadar, comer salmón ahumado y
terminar varios artículos que irán apareciendo en prensa poco a poco. La
segunda parte de sus memorias, En Movimiento,
que ya tenía preparada antes de conocer su enfermedad, llegará a las librerías en
castellano en un par de meses.
En uno de sus últimos artículos en vida, Mi Tabla Periódica,
publicado a principios de agosto, Sacks decía que una de las cosas que
lamentaba era perderse los próximos grandes descubrimientos de la Física, la
Biología o la Medicina, entre otras. Ya en una
ocasión dijimos en el blog que la clave para una buena Muerte está en seguir aprendiendo y ser coherente con uno mismo
hasta el último momento: Oliver Sacks lo ha conseguido.
Con su prosa lúcida, ágil y entretenida Sacks intenta explicar en sus
libros la gran complejidad del cerebro y responder a la pregunta de qué nos
convierte en humanos. Nos hace caminar con los zapatos de un ciego, un
epiléptico, un sordo, un autista, una persona sin visión de los colores… Nos
invita a solidarizarnos con ellos y comprender que, a pesar de las diferencias,
nos parecemos en muchos aspectos. El relato de cómo algunas de estas personas
consiguieron sobreponerse a distintas enfermedades o lesiones neurológicas, y
seguir viviendo plenamente a pesar de sus hándicaps, debería servirnos a todos
como ejemplo, ya que hemos de ser conscientes de nuestras propias carencias
como seres mortales… Debemos aceptar que, sin importar que a día de hoy estemos
sanos o enfermos, nuestros días en este Mundo están contados.
Leonard Lowe,
el paciente catatónico de la película Despertares, sale de su letargo de años
gracias a un tratamiento con L-dopa y
tiene una temporada buena en la que puede divertirse, disfrutar y enamorarse;
luego sufre una irremediable recaída
en la que los problemas motores van aumentando poco a poco; y por último vuelve
a sumirse en el profundo sueño en el que estaba desde niño. Entre estos dos
momentos, el despertar y el dormir, Leonard se esfuerza por aprovechar hasta el
último segundo del regalo que se le ha concedido, por gozar de su libertad al
máximo.
¿Qué nos
diferencia a todos nosotros de Leonard? No mucho, porque a todos se nos da y se nos quita la Vida: nacemos,
envejecemos, enfermamos y morimos. Aun así, hay mucha gente que, pudiendo estar
despierta, anda por ahí profundamente dormida; gente que se ha olvidado de
vivir, de disfrutar de cosas tan básicas como el trabajo, el ocio, los amigos o la familia. Sacks nos ayudó con sus obras a recordar lo maravillosa que es
la Vida y lo mucho que vale la pena vivirla, precisamente porque es un
privilegio que no durará para siempre; aunque la duración de nuestro paso por
aquí sea insignificante en comparación con la edad del Universo, el mero hecho
de que podamos existir durante tan breve lapso de Tiempo ya puede considerarse
un auténtico milagro.
Tal vez sea
ése el objetivo, la respuesta a todas nuestras dudas: algo tan sencillo y a la
vez tan difícil como una Vida bien vivida,
productiva y rica en experiencias; una Vida llena de Belleza para vencer al
Tiempo, que es de lo que trata precisamente este blog. Oliver Sacks estuvo bien
despierto hasta el final, y no se ha ido del todo porque siguen aquí sus
libros, que permitirán que también otros puedan despertar al milagro de la
Existencia y sentir la misma gratitud que él por haber amado, viajado, leído,
pensado y escrito. Sin duda seguiremos hablando de vez en cuando en el blog de
esta eterna lucha entre la Belleza y el Tiempo, entre la Vida y la Muerte,
entre el despertar y el dormir.