lunes, 27 de julio de 2015

Sin Comentarios


No es la primera vez que dedico estas líneas a hablar del blog y de cómo lo llevo al día: en su momento os conté cómo la extensión de las entradas semanales, de menos de 500 palabras inicialmente, fue aumentando hasta el promedio actual de 1500 palabras, habiéndose alcanzado picos de hasta 2750. Ya en la entrada número cien os comenté que redactar los contenidos para el blog me roba mucho tiempo, y que a veces me siento tentado de echar un poco el freno, pero después de casi tres años y habiendo sobrepasado las ciento cincuenta entradas he conseguido mantenerme fiel al compromiso no escrito con mis lectores de actualizar una vez por semana.




Los que me seguís habitualmente sabéis que uno de mis objetivos con La Belleza y el Tiempo es el de encontrar personas afines a mi forma de pensar para después seguir debatiendo los temas con ellas en persona, lo cual es siempre más agradable; aquí incluyo no sólo a mujeres (la búsqueda de afecto es uno de los hilos narrativos de mi Vida, y por tanto del blog) sino también a hombres (a un nivel estrictamente intelectual). El querer contactar con gente geográficamente cercana a mí (dejando claro que me parece estupendo que me lean también desde otros sitios, por supuesto) me ha llevado a renunciar a algunos medios disponibles para publicitar La Belleza y el Tiempo a los cuatro vientos a través de Internet. Mi técnica es mucho más artesanal, refinada y selectiva, haciendo publicidad casi persona por persona, mediante unas tarjetas de visita con la dirección del blog que confecciono yo mismo… Cuando me reencuentro con alguno de mis antiguos conocidos, o cuando ya he roto el hielo con alguna de mis nuevas amistades que me parece interesante, les doy una tarjetita para que le echen un vistazo al blog y me digan qué les parece.

Bastantes de mis amigos y unas pocas personas más que no conozco se han suscrito al blog (véase la columna de la derecha), de manera que reciben las entradas automáticamente cada semana, mediante correo electrónico o por otros medios cuyos detalles ahora mismo desconozco; tengo que ponerme al día y enterarme de cómo se utiliza exactamente el feed del blog… Aparte de esto, yo mismo he confeccionado por mi cuenta varias listas de direcciones de e-mail de amigos que no están suscritos, con distintos perfiles (Cine, Música, 15M, Ciencia…), y cuando pienso que me ha salido una entrada con un perfil claramente marcado mando un breve mensaje al grupo correspondiente, por si les interesa leerla.




¿Qué tal funcionan estos métodos publicitarios? En cuanto a las visitas, no recibo muchas en comparación con otros blogs, pero supongo que las que recibo son de calidad… Estoy contento porque el número ha ido subiendo poco a poco con el tiempo. Al principio, hace tres años, el día que tenía una o dos ya era una auténtica fiesta. Después, más y más gente ha ido descubriendo el blog y las visitas han ido aumentando. Hablo de memoria, pero yo diría que al cabo de un año tenía diez visitas diarias, a los dos años eran quince y ahora recibo unas veinte al día, aunque en los meses de verano bajan un poco, otra vez a quince. Parece que la publicidad mediante entrega de tarjetas en mano funciona, porque las estadísticas indican que más del 60% de las visitas son desde España, con un 10% de USA, un 5% de Argentina, un 5% de México y un 20% de otros países, según datos del último mes.

No me importa que no haya más visitas siempre y cuando los que entren al blog se lean realmente las entradas y éstas les resulten útiles e interesantes, pero ¿cómo saberlo a ciencia cierta si casi nadie deja nunca un comentario? Con este tema sí que tengo una espinita clavada… Hay semanas que me lo curro un montón y me queda una entrada que a mis ojos ha salido redonda, y aunque la gente va entrando es duro ver cómo van pasando los días y no comenta nadie, ni siquiera para decir en tres palabras que le ha gustado… El contador de visitas no te dice si éstas han durado diez minutos o dos segundos, y la falta de información al respecto hace que acabes pensando que tal vez nadie ha leído hasta el final, que lo que escribes no le interesa a nadie aparte de a ti mismo… Ha llegado a haber lapsos de mes y medio sin un solo comentario, y os aseguro que es una sensación horrible, muy desalentadora.




Este tipo de pensamientos tóxicos suelen ser infundados, porque a veces hablo del blog en persona con amigos y amigas y me dicen que les gustó tal o cual entrega… Hay quien me dice que la gente no se atreve a comentar porque les echa para atrás el nivel de las entradas, e incluso de los comentarios que algunos amigos hacen de vez en cuando (¿Dónde te metes últimamente, Cancro? ¡Te echo de menos, compañero!), pero no creo que eso sea razón suficiente para no participar… En primer lugar, hay muchos temas que toco en el blog de los que no controlo ni la mitad que algunos de los que me leen; y en segundo lugar, aunque supiera más que vosotros en algún caso concreto no os lo echaría en cara, sino más bien al contrario, trataría humildemente de resolveros vuestras dudas lo mejor que supiera, que para eso estamos, y yo no me como a nadie… Otra razón para la falta de comentarios según mis conocidos es que algunas entradas son tan completas y exhaustivas que no hace falta añadir nada más: dejadme dudarlo seriamente, pero aunque así fuera (que no lo es) siempre se agradecen un par de líneas diciendo que te ha parecido interesante.




No tiene sentido negar una de las razones principales para la falta de feedback: los blogs están de capa caída y la inmensa mayoría de la gente ha migrado hacia las nuevas redes sociales. La creciente facilidad que nos ofrece la tecnología moderna para conectar rápidamente con cualquiera, en cualquier sitio y a cualquier hora, ha hecho que se tienda a acumular el mayor número posible de “followers” o “amigos” virtuales a costa de sacrificar la profundidad de esas relaciones… La verdadera comunicación entre personas ha sido sustituida en muchos casos por un fugaz e impersonal “Me gusta”, porque todo el mundo va siempre liado con mil cosas y sin tiempo para nada; vivimos en la era de la modernidad líquida y del zapping constante, en la que todo se difumina y nada permanece…

Y lo que más rabia me da no es que la gente se disperse tratando mil temas distintos con muy escasa profundidad; lo peor es que muchos de esos temas no tienen el más mínimo interés desde un punto de vista objetivo. Me repatea ver cómo algunos pierden el tiempo mandando juegos estúpidos, chistes ofensivos o fotos de gatitos por el Whatsapp o el Twitter; y ya os podéis imaginar cuál es mi reacción cuando veo que hay grupos de Facebook inspirados en auténticas gilipolleces que reciben decenas de respuestas cada día, mientras La Belleza y el Tiempo permanece sumida en el más absoluto silencio… Sin comentarios.




Pero las cosas hay que intentar tomárselas con buen humor: recordaréis que en alguna ocasión me he comparado a mí mismo en el blog con un náufrago en una isla desierta, una especie de Robinson Crusoe a la espera de un barco que pase a rescatarme; de modo que ante la falta de respuestas se me llegó a pasar por la cabeza el crear un usuario ficticio de Gmail con la foto y el nombre de Wilson, la pelota de voleibol que Tom Hanks transforma en un improvisado compañero de cautiverio en la película Náufrago, para poder dialogar con él en la sección de comentarios como si fuera otra persona… Fuera de bromas, a veces me da la impresión de que la sopa de trozos de plástico que se acumula en el centro del océano es más espesa de lo que yo creía, y que las botellas que lanzo al Mar se quedan atascadas en ella antes de que nadie en una costa remota pueda leer los mensajes que hay dentro. En este sentido, he de reconocer que a veces (sólo a veces) me encuentro a mí mismo escribiendo las entradas y pensando que me apetecería más apartar la vista de la pantalla e irme a hacer otra cosa… Necesito saber que esto es algo más que una serie de pajas mentales que no van a ninguna parte; sólo hay algo peor que vivir para escribir, y es vivir para escribir palabras que no va a leer nadie.




Dada la actual situación, últimamente me he preguntado alguna vez qué es lo que haría si en el futuro inmediato me viese más liado de faena en el trabajo (es bastante probable que esto ocurra pronto). ¿Clausuraría por completo La Belleza y el Tiempo? La respuesta es no: escribo sobre temas que me apasionan, así que lo hago para los demás pero también para mí, y la verdad es que esta función terapéutica del blog me resulta muy útil… Creo que en mi caso reducir la longitud de las entregas tampoco sería una opción, porque no me salen más cortas; y partirlas arbitrariamente por la mitad haría que perdieran parte de su efecto dramático… Así que, de ser necesario, me plantearía la única opción que me queda: reducir la periodicidad a una entrada cada dos semanas.

Si el número de comentarios continúa estancado el próximo par de meses, entonces tal vez debería deducir que el blog lo escribo sobre todo para mí, y por tanto sólo debo responder ante mí mismo si alguna semana no me da tiempo a tener lista una entrada, con lo que no vería ningún problema en publicar al ritmo que me apeteciera… Sin embargo, que aumentara la respuesta de los lectores y lectoras supondría un importante estímulo para intentar mantener la periodicidad semanal. A aquellos que me seguís regularmente os pido por favor que comentéis, que me digáis algo de vez en cuando; total, después de leer mil quinientas palabras escribir dos líneas no os costará nada, y para mí conocer vuestras opiniones y saber si os ha gustado significa mucho… Un blog se alimenta de comentarios, y si no los recibe se muere de hambre. Escribimos para saber que no estamos solos.



12 comentarios:

Nemo dijo...

Hola Kalonauta! He recibido tu comentario (aunque no los leo directamente en el blog,los recibo en el e-mail). Gracias por tus apreciaciones y por la visita. Encantado de que compartas al pequeño Blogsaver porque, efectivamente, los blogs están de capa caída, aunque yo creo que, según qué temas, siguen siendo imprescindibles.
Muchos ánimos con el tuyo, espero que te vaya muy bien, un abrazo

Kalonauta dijo...


¡Gracias a ti por comentar, Nacho!

En realidad me parecían igual de simpáticos los tres Blogsavers que ofreces en Save Our Blogs, pero he escogido el monstruito porque tenía más resolución y además pegaba mejor con la gama de colores de La Belleza y el Tiempo. También me he dado una vuelta por Estrellas y Caracoles y tus ilustraciones me parecen fantásticas, ¡enhorabuena!

Como ves, yo también creo que los blogs siguen siendo necesarios: hay ciertos temas que conviene tratar más despacio y con la debida extensión, y para esto los blogs serán siempre mejores que Twitter o Facebook.

¡Un abrazo, y pásate por aquí cuando quieras!

Daniel dijo...

Leido, y gustado. Nada más que añadir, te seguimos compañero. Gracias! :) Dani.

Kalonauta dijo...


Muchas gracias a ti por hacérmelo saber, Dani. Como ya digo en la entrada, en los casos en los que no tengáis tiempo para nada más elaborado, incluso el comentario más corto (del estilo de "Me ha gustado" o "Muy interesante") será suficiente para hacerme saber que mi esfuerzo ha servido para algo...

¡Un abrazo!

HOPE dijo...

Hola Kalonauta.

Cierto que no siempre que se lee, se comenta. En mi caso, te reconozco que no puedo seguir tu ritmo todas las semanas, sólo cuando tengo tiempo que dedicarle, antes entraba y leía 1, 2 y hasta 3 entradas atrasadas, pero no me gusta hacerlo así porque no las saboreo, así que hace tiempo que decidí hacerlo cuando podía, pero dedicándole el tiempo que se merece, aunque eso signifique perderme varias. A partir de ahora prometo comentar cuando lo lea pero no esperes que sea con mucha frecuencia. De todas formas te diré que hasta ahora, aunque unos temas puedan haberme parecido más interesantes o menos dependiendo de mi afinidad, ninguna entrada me ha defraudado hasta ahora.También te digo que yo personalmente pienso que ninguno de tus lectores te crucificaría por cambiar la periodicidad a cada 15 días, está más que justificado con la calidad que ofreces, porque se entiende que hay un duro trabajo detrás. ¡Que disfrutes del veranito si no nos vemos antes!

Kalonauta dijo...


¿Qué tal, Hope? Me alegro de leerte por aquí. :-)

No tienes que disculparte por no leer todas las entradas, que yo sé que vas todo el día como una moto con mil asuntos y entiendo que no te dé tiempo... Coincido contigo en que cuando se tiene la agenda apretada la mejor solución no es la de leer las entradas aprisa o corriendo, ni de tres en tres. Como tú bien dices, esto no te permite disfrutarlas ni asimilarlas bien; me recuerda a esta gente que se bajan de Internet toda una temporada de una buena serie y se la devoran en un par de días sin parar: estoy seguro de que no se habrán enterado ni de la mitad de las cosas que han pasado.

El truco para gente como tú, que anda falta de tiempo, es saber elegir las entradas que más puedan interesarte. Para ello, de todas las entradas que se te hayan acumulado puedes mirar el título y las etiquetas asociadas, ojear las imágenes por encima y leer el primer párrafo, y así decidir cuáles te interesan más y leerlas con calma. En cuanto a comentar más a menudo a partir de ahora, de verdad que te lo agradezco... Como le decía a Dani, si vas con prisa bastan tres palabras, y eso, una vez conoces los detalles de cómo dejar un comentario, no cuesta ni medio minuto.

En lo que respecta a cambiar la periodicidad, espero de verdad no tener que hacerlo, y por eso os decía que me vendría bien un poco de motivación extra... Si no hubiera más remedio, una posible solución sería la de reducir la periodicidad de las entradas con texto y rellenar los lunes que queden vacíos (uno de cada dos, uno de cada tres...) con selecciones de fotos en plan básico, sin enlaces ni extras, que serían mucho más fáciles de preparar... Pero ya veremos, todavía es muy pronto para pensar en ello. Desde luego, si el nivel de respuesta de los lectores sigue siendo tan bueno como esta semana, el blog seguirá a tope, desde luego, por mucho que me cueste. ¡Gracias, chicos, sois estupendos!

Gracias también a ti por los ánimos, Hope, y por reservarte un ratito de vez en cuando para leerme. Espero que nos volvamos a ver pronto. ¡Un beso!

Cancro dijo...

Qué tal compañero,

Pues aquí estoy, cual actor secundario que llega para salvar la peli :D

Tienes toda la razón Kalonauta, y entiendo perfectamente lo desilusionante que resulta ver que no hay tanto feedback como uno desearía. Pero creo que es en éstos casos donde uno tiene que aguantar y seguir hacia delante haciendo las cosas como cree que tienen que ser hechas, porque estoy seguro, que poco a poco irán llegando las personas apropiadas, y si uno es fiel a su filosofía la victoria acaba siendo doble.

Por otro lado, mírate a ver que no te haya dado un golpe de calor y te hayas puesto algo pesimista :D

Un abrazo compañero, y a seguir así!

Kalonauta dijo...


¡Hombre, Cancro, dichosos los ojos que te leen! :-)

Hemos hablado de este tema otras veces, y tienes razón en que hay que armarse de paciencia, pero (como explico en la entrada) son ya tres años, y aunque tengo bastantes más visitas, mi paciencia aún no se ha visto recompensada en forma de verdaderas respuestas, que es lo que al fin y al cabo todos buscamos: poder comunicarnos con los demás, sentir una conexión genuina con otras personas. Pero bueno, aguantaremos como podamos... Me ha gustado tu concepto de la doblemente dulce victoria para el que sabe esperar; me recuerda a aquella entrada que escribí hace tiempo sobre el Experimento de los Marshmallows.

Estaba dándole vueltas al asunto mientras escribía y pienso que es bastante injusto el enorme nivel de desigualdad en lo que respecta a seguimiento en redes sociales... Mientras que algunos pringaos como yo estamos esperando un comentario como agua de mayo, hay un montón de estrellas de cine, futbolistas y famosillos de tres al cuarto que reciben miles y miles de respuestas, tweets, likes o similares, muchos más de los que podrían responder o siquiera leer cada día... Y algunos de ellos no han hecho nada para merecerlos, dicho sea de paso. Pasa un poco lo mismo que con los sueldos, ¿no?

Estaba pensando también que algunas grandes empresas y bancos, para ser más justos, estipulan que la diferencia entre los sueldos del director general y el mozo de carga más humilde no supere un factor de, por ejemplo, quince... Debería salir una normativa similar para las redes sociales por la cual se limitara el número de respuestas que pueden recibir los famosos en sus Facebooks, Blogs o Twitters, de forma que se redistribuyeran los seguidores sobrantes a los que no tenemos comentarios, y así todos contentos... ¿A que sería genial? ¡Acabemos con las desigualdades!

Releyendo el párrafo anterior, tampoco descarto que sea verdad lo que comentabas del pesimismo y el golpe de calor... ;-D Pero en cualquier caso estoy mucho mejor ahora; no sé si la mejoría se debe a que ha refrescado un poco por Valencia o al hecho de que con éste van ya ocho comentarios esta semana... ¡y subiendo!

Un abrazo, amigo, nos vemos pronto... ¡y gracias por el cameo! ;-)

Unknown dijo...

Estamos en la era de lo inmediato, lo cómodo, lo fácil... Creo que va por temporadas. Igual ya no vivimos la próxima. Apenas nos paramos a escuchar, leer grandes párrafos ni a contemplar una piedra o árbol. Empezamos a "engrisecernos por dentro" aunque aparentemos por fuera llevar luces de neón. Esa es mi opinión (y además, rima).
Añado: ¿Por qué me preguntan en tu blog si soy o no un robot, al comentar?

Kalonauta dijo...


¿Que por qué te preguntan si eres un robot, Noelia? Pues no sé... ¿Porque eres demasiado perfecta en todos los sentidos como para ser humana? X-D ;-) No, es broma... Lo de confirmar que no eres un robot no lo incluí yo en las opciones de los comentarios, apareció por sí solo un buen día. Es un medio de evitar el envío automático de spam a través de los comentarios, que a este blog por ejemplo le afectó en cierta medida en sus primeros meses... Tengo la impresión de que la manera de detectar que eres una persona se basa en cómo te aproximas con el cursor del ratón a marcar el tick; supongo que lo normal es hacerlo corrigiendo un poquito la posición antes de pulsar, y no yendo directa al centro del recuadro. Son estas pequeñas imperfecciones las que te hacen (deliciosamente) humana. :-)

En cuanto a la era del zapping continuo, la superficialidad y la excesiva inmediatez con las nuevas redes sociales, precisamente ayer estaba viendo en YouTube una entrevista muy interesante que le hicieron a Andreu Buenafuente en el Centro Niemeyer de Avilés... En la ronda de preguntas le pidieron su opinión acerca de este tema, y explicaba que Internet se ha convertido en una herramienta muy potente, con un potencial brutal, pero a mucha gente le falta tener el criterio suficiente para discernir entre lo que es importante y lo que no lo es. Ante la avalancha de información desorganizada y la falta de criterio para seleccionar los contenidos, lo que ocurre es que (palabras textuales de Andreu) nos estamos agilipollando. Para que las nuevas tecnologías sean útiles tenemos que usarlas sabiamente, hemos de darnos cuenta de que un gran poder conlleva una gran responsabilidad. Esperemos que poco a poco la gente, efectivamente, se vaya dando cuenta de esto.

¡Un fuerte abrazo, Noelia! ¡Nos vemos!

Susana Mar dijo...

jo,me temo que tienes toda la razón...
A mí personalmente siento que me haría falta vivir 2 vidas paralelas para poder hacer, leer, bailar, fotografíar, viajar,... todo lo que me gustaría.

Mi recomendación es que si sigues escribiendo y currándotelo tanto que sea buscando sobretodo una satisfacción personal, a modo de diario...

bueno, y a poder ser, lo seguimos hablando en persona ;-)

Besotes, ánimos y enhorabuena!!!

Kalonauta dijo...


¡Gracias por pasarte, Susi! :-)

Efectivamente, como ya he comentado más de una vez, escribo con una doble finalidad: que os resulte útil e interesante a vosotros y que me resulte entretenido y provechoso también a mí. Si estuviera a disgusto escribiendo las entradas dejaría de hacerlo, no es ése el problema... El problema está en que a este ritmo a veces el blog me quita tiempo para otras cosas que también me apetece hacer. Pero tranquila, que más tarde o más temprano conseguiré alcanzar el equilibrio justo.

Y sí, yo también espero que nos volvamos a ver pronto, para seguir charlando en persona de todo un poco... ¡Un besazo!